Dialogando en el living de Joaco
POR NÉSTOR SBARIGGI / EL BLOG DEL INGENIERO
Si hay una muestra de que los tiempos en la política han cambiado drásticamente desde las elecciones de octubre a hoy esa puede ser la captura de pantalla que ilustra este post. El lugar televisivo en el que los dirigentes opositores desfilaban lunes a lunes invitados más a exponer que a ser indagados por el periodista anoche lo ocupó Hugo Moyano y la fórmula era muy parecida a la empleada con aquellos que finalmente fueron arrasados en las urnas.
De ser un peligro para la democracia y unos de los blancos predilectos del dueño de casa en donde concentraba sus dardos no ahorrando adjetivos descalificadores hoy el Negro puede debilitar a un Gobierno que nació muy fuerte y se lo trata en consecuencia, apenas interrumpido por quien lo interroga en un diálogo casi íntimo, sin cuestionamiento alguno.
Moyano se muestra más contemporizador que en el reportaje que el Gato Sylvestre le hiciera hace unos días. Va relatando la lista de reclamos a la Presidenta detallada en las dos cartas difundidas el viernes pero se lo ve menos rupturista, poniendole fichas al encuentro que tendrá hoy en Casa Rosada al ser convocados los representantes sindicales junto con los referentes de la oposición a escuchar los anuncios que Cristina hará seguramente sobre el tema Malvinas, aunque Moyano mencionó que también podrían referirse al petroleo. La reunión para Moyano podría ser “el comienzo de las respuestas que estamos esperando”. “No está rota la relación con el Gobierno, hay un compás de espera”. Tal vez el tono menos confrontativo responda a la onda que circulaba en el asadito en la sede de Azopardo en donde muchos moyanistas se mostraron paridarios de “reclamar pero sin romper” preocupados por la escalada que tuvo el conflicto con el Gobierno con el tema de los despidos en Correo Sur en Chubut y los exabruptos de Pablo Moyano contra un Gobierno plebiscitado en las urnas hace pocos meses.
Moyano trata de ser prolijo en sus argumentos, se contradice al mencionar las “paritarias con techo del 18%“ y mencionar el acuerdo logrado por gremios como el textil del 27 % el que pidió “que sea homologado” cuando bien sabe que ya el ministerio de Trabajo ya lo hizo. Y se mostró exceptico respecto de la comisión de seguimiento de als paritarias anunciada por Cristina en su último discurso: “No tengo la menor idea de cuál va a ser la función de la comisión que creó la Presidenta. Perón decía que cuando no querés hacer nada, creás una comisión”, “si quieren esos datos que nos pregunten a nosotros”.
Fue tajante al oponerse a una reforma constitucional que habilite la posibilidad de un nuevo mandato de Cristina: “los terceros mandatos nunc fueron buenos” y de alguna manera engancha el tema con el de su propia reelección al frente de la CGT que se decidirá en junio abriendo una incógnita acerca de si se presentará o no.
¿Baja la confrontación? Se materializa el “compás de espera” sin dejar de reclamar? Moyano pareciera entrar en esa lógica luego de haber tensado la cuerda al máximo con un largo camino aún por recorrer al abrirse las negociaciones paritarias y la discusión acerca de la sucesión al frente de la central obrera y a lo largo del cual la pulseada puede ponerse más brava o moderarse según los tiempos y la relación de fuerzas entre peronistas que disputan poder.