Rouvier, un buen análisis de coyuntura

1) La coyuntura política

• El escenario político sigue caracterizado por el eje central de la dinámica política impresa por el kirchnerismo en un escenario en que si bien hay acechanzas, éstas no logran alcanzar, por el momento, a una opinión pública que no visibiliza una alternativa opositora.

• Es indudable que en el 2011 se juega una elección clave para la continuidad de la reforma iniciada en el 2003. No se duda, que gane quien gane de la oposición significaría; o una neutralización de los cambios pendientes, o una vuelta atrás en los lineamientos económicos y sociales.

• De todos modos, las reformas realizadas y pendientes deberían preservarse por encima de cualquier acontecimiento electoral, ya que expresan largas luchas y tradiciones políticas que constituyen a la Argentina como Nación y que no terminan en el 2011.

• La imagen presidencial y del ex presidente y la intención de voto van recuperándose luego de la caída por la 125. No sabemos, si en el tiempo que falta se logrará la situación de febrero del 2008. Los principales factores del incremento de los indicadores se deben a: buena situación económica, asignación universal por hijo, entrega de computadoras a estudiantes secundarios y aumento de las jubilaciones.

• Por otra parte, ocurren algunos acontecimientos que marcan una disminución del dominio del oficialismo comparado con la asunción de CFK. La desventaja en la Cámara de Diputados anima a una agenda opositora, el cambio en la composición del Consejo de la Magistratura y una Corte Suprema que se preocupa por determinar los límites institucionales y su independencia del Poder Ejecutivo; son algunos hechos que establecen un freno a la recuperación oficialista.

• También significa un riesgo el informe de las cinco universidades nacionales sobre el INDEC cuestionando los cambios operados en el organismo que no ha logrado ganar credibilidad, ni siquiera entre los mismos funcionarios de segunda línea del gobierno.

• No obstante, la coyuntura exhibe un kirchnerismo que resiste estas desventajas y continúa su camino sin revisarse. En el oficialismo, algunos entienden erróneamente que el ritmo económico y el nivel alto de consumo son indicadores suficientes para ganar las elecciones del 2011.

• Algunos episodios muestran que la disputa interna en el kirchnerismo pueden constituirse en un obstáculo electoral. La desautorización pública de N.K. a las expresiones políticas del gobernador Scioli sobre seguridad, se inscribe en una interna muy compleja que constituye el armado del peronismo/kirchnerismo bonaerense. Allí confluyen diversos actores contradictorios: los intendentes que no quieren repetir la experiencia de junio del 2009, la CGT, o mejor dicho Hugo Moyano como Pte. del P.J. provincial; el nuevo agrupamiento liderado por Alicia Kirchner (COLINA) y el propio gobernador.

• El intento de N.K. de lanzar varios candidatos a la arena bonaerense, debilita a Scioli y genera su resistencia. Los intendentes que participan en la primera vuelta, y no en el eventual balotaje, y juegan su reelección y su poder territorial en los Consejos Deliberantes, rechazan la vuelta a las «colectoras» porque los debilita, aunque fortalezca a la cabeza de la lista.

• Por otra parte es evidente que N. Kirchner no está conforme con la gestión del gobernador, y además sabe que para ganar en el 2011 debe contar con muchos votos (superando el promedio que se obtenga) de la Prov. de Bs.As.; y evitar la ruptura en los estratos medios bajos y bajos que se produjo en la legislativa pasada.

• No nos parece factible que N.K. encuentre otro candidato mejor que Scioli (que hoy está por encima de De Narváez en la intención de voto). Ni Sergio Massa, ni otros miden lo que mide el gobernador; por otra parte el intendente de Tigre es otro dirigente más que tiene su mirada puesta en el poskirchnerismo. Tampoco nos parece posible que el gobernador salte el cerco y se vaya al duhaldismo, como indican algunas versiones.

• Los acontecimientos, poco claros para la opinión pública, que marcaron la develación de las derivaciones de la innegable relación de la dictadura militar con Papel Prensa, encontraron en el gobierno un nuevo motivo para mantener vivo el conflicto con el multimedio Clarín. Conflicto que, por otra parte, adopta el carácter de todo o nada por la forma con que lo encaran ambos contendientes.

• La decisión estatal de cerrar Fibertel por irregularidades en su existencia, no pudo aventar las dudas de la independencia de criterio del P.E. respecto al conflicto con el multimedio de los Noble. Esto significó un cierto rechazo de parte de la opinión pública, que consideró arbitraria la pérdida del servicio. No obstante, ni la intención de voto de NK, ni de la Pta. se han visto afectadas por ello.

• La finalización del conflicto entre Colombia y Venezuela, el hecho de que la Argentina sea titular del grupo de los 77 (países en vías de desarrollo), son algunos de los éxitos que la política exterior puede exhibir. Pasados ya 7 años de administración kirchnerista queda claro el alineamiento de nuestro país con la región y con las potencias mundiales, y la preocupación por el destino latinoamericano.

• Es auspicioso que una nueva ley de glaciares lograda con el consenso de un senador oficialista y un diputado de Proyecto Sur esté siendo aprobada por el parlamento, con la promesa implícita de que la Pta., en esta oportunidad, no la va a vetar. Este tema abre un debate no realizado en nuestro país aún, sobre la cuestión de la explotación minera a cielo abierto. Este hecho que significa un enclave de desarrollo productivo para varias provincias pone sobre la mesa el gran debate entre capitalismo y medio ambiente. Sería oportuno, profundizar este debate mundial en el seno de nuestro país y no especular en los intertiscios que deje la legislación nacional con la legislación provincial.

• La agenda internacional del gobierno nacional es uno de los puntos fuertes de la gestión, conjuntamente con la reforma militar (de bajo perfil), las políticas económicas y sociales. Es indudable que nuestra Pta. se maneja con mucha solvencia en dicho escenario, habiendo logrado para nuestro país un reconocimiento que desmiente las campañas de prensa que se desarrollaron en su contra.

• Es evidente, que lo más débil del gobierno reside en la manifestación de su política institucional, que a veces aparece como espontánea y excesivamente pragmática, sin tiempo de reflexión ni de planificación. El permanente clivaje que intenta imponer el oficialismo a la sociedad entre «nosotros» y «ellos», es suplantado por el «yo» y «ellos», ya que la sociedad no logra involucrarse en dicha oposición. Excepto, claro está, la militancia.

• En lo expuesto, inscribimos muchas confrontaciones lanzadas desde el gobierno, que la sociedad no comprende y en las que no se involucra. En ocasiones absolutamente innecesarias; como el caso de la diatriba contra el ex Fiscal Strassera.

• Se exagera, muchas veces, la caracterización y confrontación del enemigo al considerar que el consenso solo se construye con la bonanza económica. Hasta el momento el oficialismo no tiene políticas específicas hacia la clase media ni una comunicación adecuada a la misma. Esto no niega la existencia de políticas culturales claramente progresistas, pero de naturaleza errática. En esta línea es que en el blog anterior destacamos la extraordinaria organización y los aspectos conceptuales de las fiestas del Bicentenario de parte del gobierno.

• Es verdad, y hay que decirlo, que cualquier gobierno reformista, y este vaya si lo es, abre la resistencia de los intereses de las corporaciones económicas, hoy entrelazadas comercial y culturalmente, con los multimedios. Las razones del kirchnerismo que apuntan a constituir una sociedad más justa y más democrática, encuentran en gran parte de la sociedad una respuesta menor a la jerarquización que el gobierno hace del conflicto.

• La cuestión principal sigue siendo la dialéctica conflicto/consenso, reconociéndose en ámbitos gubernamentales y en algunas organizaciones de la militancia una desconsideración sobre este último. Al punto, que asistimos con sorpresa al uso de la nominación de «gramsciano» casi como una descalificación.

• La militancia del oficialismo es hoy un actor importante a considerar y constituye una base política que si bien no garantiza un triunfo electoral constituye una herramienta clave de movilización e irradiación de las reformas, ante el congelamiento de los partidos políticos – en este caso nos referimos al P.J. – o la existencia meramente virtual de otro como el FpV. Estos son herramientas electorales y no tienen otra función relevante en el escenario político.

• En relación a la elección por la conducción de la CTA, al momento de escribirse este blog, se anunciaba extraoficialmente que la lista de Micheli había ganado la votación. Si bien ambas agrupaciones coincidían en plantear un modelo alternativo de organización sindical, la lista de Yasky sostenía una posición de apoyo crítico al Gobierno, mientras que la orientada por De Gennaro, manifestaba una cercanía con Proyecto Sur, ubicándose siempre a la izquierda del kirchnerismo. Es indudable que a los fines del proyecto político, económico y social vigente, éste no es el resultado que hubiese esperado el Gobierno Nacional.

2) Esperanzas de la débil oposición.

• Los propios opositores, o algunos de ellos, tienen clara conciencia de su debilidad frente a un kirchnerismo hiperactivo. El horizonte adversativo del gobierno, fragmentado y con dificultades para establecer una entidad política propia, se ha concentrado en la actividad parlamentaria. Fuera de ello, las discrepancias internas constituyen pares de oposición: peronismo federal vs. Macri; Carrió vs. Cobos; De Narváez/Solá vs. Duhalde; Pino Solanas vs. UCR.

• Esta marcada impotencia llevó a muchos opositores a subordinarse, como lo fue ante la Mesa de Enlace durante el 2008; lo hizo ante el CEO de Clarín: Magneto que los convocó con el fin de organizar fuerzas antigubernamentales. Este posicionamiento opositor se hace en desmedro de su imagen ante una población que está esperando una alternativa de mayor rigor conceptual.

• El macrismo transita su doble crisis:la de su jefe Mauricio Macri sometido a un juicio por las escuchas y a la investigación legislativa, más otros hechos que denuncian una ineficaz administración. Por otro lado la posibilidad de que el Pro y el peronismo federal constituyan una alianza con la candidatura del ingeniero, se ve obstaculizada por el veto de E. Duhalde, Solá y otros.

• La esperanza de la oposición está en la segunda vuelta. Si el kirchnerismo no gana en primera vuelta, la oposición considera que el oficialismo no alcanza el 40% de los votos y que pierde en la segunda.

• Lo que sí se observa claramente en la encuestas, es que la oposición no está avanzando en la opinión pública. Hubo, una vez más, una oportunidad para Reutemann luego de la elección de junio del 2009. Pero, otra vez, dejó pasar dicha posibilidad. Al cierre de este blog vuelven los rumores de que el Lole se definiría favorablemente a su candidatura en diciembre o marzo del 2011.

3) La situación electoral

• Lo primero que hay que advertir es que cualquier medición electoral se está haciendo sobre la base de escenarios no consolidados, debido a que no se sabe aún quiénes serán los candidatos de la oposición. Por lo tanto, las mediciones tienen lógicamente la provisoriedad de un escenario aún no definido.

• A la fecha, N.K. o CFK tienen un voto consolidado (en cualquier medición de cualquier agencia) y posibilidades de entrar primeros en primera vuelta (éstas mediciones si registran diferencias entre consultoras). El voto consolidado de ambos ronda entre el 30/32%; más 4 o 5 puntos de un voto próximo (indecisos que ante la repregunta elegirían a N.K o a CFK). Es decir que hoy el oficialismo podría rondar los 35/36% de votos.

• Insistimos en aclarar que éstas cifras son sin haber definido el escenario de oposición.

• Pero es muy prematuro asegurar un triunfo en la elección que evite el balotaje. Ninguna agencia hoy puede proyectar un resultado seguro que indique que se puede ganar en primera vuelta; tanto por lo dicho anteriormente como por el tiempo que resta de aquí a los comicios.

• Las posiciones de la oposición indican que R. Alfonsín viene creciendo en la consideración pública y que tiene la posibilidad de constituirse en un candidato presidencial competitivo. Si esto fuera así, Cobos intentaría volver a la gobernación mendocina. Es posible que el radicalismo experimente una recuperación y su alianza con el socialismo le signifique un caudal importante de votos.

• Macri, que aspira a contar con el voto del peronismo federal, encuentra entre algunos dirigentes justicialistas un veto a su candidatura por un frente en el que esté formando parte el peronismo. El veto refiere a la identidad: Macri no es peronista. Por otra parte, el Jefe de Gobierno encuentra en su administración problemas diversos que podrían afectar su calidad competitiva.

• Eduardo Duhalde no es el que era. Habiendo fracasado como elector para impulsar la candidatura de Reutemann, decidió jugar él como candidato. Su candidatura por el momento no genera entusiasmo en la ciudadanía, y esto preocupa a los eventuales aliados. Por ejemplo: De Narváez que ganó las elecciones del año pasado, observa como su caudal electoral es mucho mayor que Duhalde, entonces si coinciden en una misma boleta, esto afecta las posibilidades del diputado.

• Pino Solanas liderará una candidatura testimonial, ya que su intención de voto no promete, por el momento, posibilidad alguna de obtener la presidencia. Lozano compitiendo en la Ciudad de Bs.As. obtiene menos votos que Solanas y esto permite que el kirchnerismo se filtre y trepe al segundo lugar, y obtener un balotaje con la casi segura candidata Gabriela Michetti.