“Me ponían cables con corriente en la cabeza, hasta dejarme muda”
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LA GACETA
Crudo y sin dobleces. Así fue el relato de una de las testigos que declaró esta mañana en la segunda jornada del quinto juicio por delitos de lesa humanidad, durante la última dictadura militar, que se desarrolla en la provincia. El único imputado que llegó a esta instancia es el ex comisario general de la Policía, Miguel Ángel Moreno, de 66 años.
Elisa Medina, vecina de Emma del Valle Aguirre -la principal víctima en esta causa- recordó que cuando ocurrieron los hechos, en 1977, ambas residían en la localidad de León Rougés, al sur de la provincia. “Una noche llegaron policías a buscar a mi esposo, quien no se encontraba. Me refugié en la casa de mi vecina, con mi pequeña hija en brazos. Quemaron la vivienda, me encontraron y me llevaron. Aguirre quedó al cuidado de la bebé”, dijo ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán (TOF).
La mujer contó que fue detenida dos veces -supuso que debido a que su marido era dirigente sindical- y fue llevada a la comisaría de Monteros. En una de esas ocasiones, según dijo, fue sometida a torturas. “Me ponían cables con corriente en la cabeza hasta dejarme muda. Todo se lo conté a la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep), en los años 80”, señaló.
Luego fue el turno de otros testigos que, de igual modo que Medina, recordaron que a cargo de la comisaría de León Rougés, cuando ocurrieron los hechos, se encontraba Moreno. También narraron que sufrieron situaciones similares. Alrededor de las 12, el Tribunal decidió hacer un cuarto intermedio hasta el jueves de la próxima semana. Se prevé que al día siguiente se dicte la sentencia.