VATICANO. Un Suicidio y un desfalco de 1000 millones de euros lo afectarían
Mi primer título de tapa fue en 1982 sobre el misterioso «suicidio» de Roberto Calvi en un puente londinese a causa de un «agujero negro» en el Banco Ambrosiano, del Vaticano. Me encuentro ahora esta nota sobre otro suicidio -este dicen que auténtico- por otro agujero negro (dicen que de mil millones de euros) donde vuelve a estar implicado aquel banco, o mejor dicho su continuador, el Instituto de Obras Religiosas (IOR). ¿Curioso no?
El suicidio que sacude Milán y afecta al Vaticano
La Vanguardia / Serpal / PE/Ecupres.
Italia es país de misterios y conspiraciones, de turbias historias en las que nunca hay la certeza de haber descubierto la verdad. Podrá añadirse al elenco el triste suceso en Milán. Se suicidó de un disparo en la cabeza el ex vicepresidente del hospital San Raffaele, Mario Cal, de 71años.
La víctima fue durante decenios el brazo derecho de Luigi Verzé, un nonagenario sacerdote empresario, muy amigo de Silvio Berlusconi, que creó el hospital hace más de medio siglo y lo hizo crecer hasta convertirlo en una estructura sanitaria y de investigación médica de mucho prestigio.
El Jefe de Gobierno fue ingresado enel San Raffaele después de la agresión que sufrió en Milán antes de la Navidad 2009, El problema es que el grupo San Raffaele creció mucho, dentro y fuera de Italia, con negocios inmobiliarios y hasta agroalimentarios.
Se descubrió hace poco que existe un agujero financiero cercano a los 1.000 millones de euros y la fiscalía de Milán abrió una investigación.
Al rescate del San Raffaele acudió el propio Vaticano, a pesar de que Don Verzé -así se le conoce en Italia- fue un personaje incómodo, implicado en el pasado en diversos episodios judiciales, que llegó a perder el derecho a decir misa. La Santa Sede, a través de su banco, el Instituto de Obras para la Religión (IOR), inyectó capital en el grupo, al tiempo que colocaba a cuatro de sus hombres en el nuevo consejo de administración.
Berlusconi conoce a Don Verzé casi desde el inicio de sus negocios inmobiliarios en Milán. Il Cavaliere dona dinero para investigaciones del San Raffaele que pretenden alargar la vida media humana hasta los 120 años. Mario Cal se pegó un tiro con una pistola de calibre 38 que poseía legalmente. Al parecer dejó dos cartas, una para su esposa y otra para su secretaria. No era investigado por la fiscalía, pero lo que estaba ocurriendo sin duda le afectaba porque veía tambalearse un gran proyecto vital.