WAG THE DOG (Cómo nos meten el perro). Las mentiras para embarcar a EEUU en guerras lo corrompen todo, advierte Paul Craig Roberts
Paul Craig Robertsfue Secretario adjunto del Tesoro paraPolítica Económica durante el gobierno de Reagan y editor asociado del Wall Street Journal. Fue impulsor de las «reaganomics» y es autor de “El Fracaso del capitalismo de casino” y “Disolución económicade occidente”. MM
Las agendas secretas de Washington
El público es engañado sistemáticamente
Paul Craig Roberts | Infowars.com | September 29, 2014
Uno podría pensar que a estas alturas los estadounidenses no caerán en la trampa de las constantes falsas alarmas que hace sonar Washingtoncon el fin de engañar a la gente para que apoye sus agendas ocultas.
La opinión pública creyó en la mentira de que los talibanes deAfganistán eran terroristas aliados con Al Qaeda. Los estadounidensessoportaron durante 13 años una guerra que enriqueció a la empresa de DickCheney, Halliburton, y a otros intereses privados, sólo para terminar en otro fracaso de Washington.
La opinión pública creyó en la mentira de que en Irak, Saddam Husseintenía «armas de destrucción masiva» que eran una amenaza para Estados Unidos y que si los EEUU no invadían Irak, los estadounidenses se arriesgaban a que «una nube de hongo se posara encima de una ciudad americana«.
Con la llegada del ISIS, esta larga guerra está lejos de terminar. Miles de millones de dólares más de beneficios pasarán a las arcas del complejo militar de Estados Unidos, al tiempo que Washington combate a aquellosque están redibujando las falsas fronterasdel Medio Oriente creados por los británicos y franceses después de la I Guerra Mundial, cuando se apoderaron deterritorios del antiguo Imperio Otomano.
El pueblo estadounidense creyó en las mentiras que se dijeron de la Libia de Gadafi. El país antes próspero y estable, se encuentra ahora en el caos.
El pueblo estadounidense creyó enla mentira de que Irán tiene, o está construyendo, armas nucleares. Sancionado y denostado por Occidente, Irán se ha desplazado hacia el este, eliminando de este modo al principal productor de petróleo de la esfera occidental.
El pueblo creyó la mentira de que Assad, en Siria utiliza«armas químicas contra su propio pueblo.» Los yihadistas que Washington envió a derrocar a Assad hanresultado ser, según la propagandade Washington, una amenaza para EEUU.
La mayor amenaza para el mundo es la insistencia de Washingtonen su hegemonía. La ideología de un puñado de neoconservadoreses la base de esta insistencia. Nos enfrentamos a una situación en la que unpuñado de psicópatas neoconservadores estadounidenses pretenden ser determinantes en el destino delos países.
Muchos todavía creen las mentiras deWashington, pero cada vez más el mundo ve a Washingtoncomo la mayor amenaza a la paz y la vida en la tierra. La afirmación de que Estados Unidos es «excepcional e indispensable» se utiliza para justificar el derecho deWashington a imponerse a otrospaíses.
Las víctimas delos ataques de Washington son invariablemente los civiles y lasmuertes producen más reclutas para el ISIS. Ya hayllamados en Washington para reintroducirlas «botas sobre el terreno»en Irak o de lo contrario, “la civilización occidental está condenada y nuestras cabezas serán cortadas”. La última creación propagandística, la «amenaza rusa», requiere un mayor gasto de la OTAN y más bases militares en las fronteras con Rusia. Se está creando una «fuerza de reacción rápida» para responder a una amenaza inexistente de una invasión rusa a los países bálticos, Polonia y Europa.
Normalmente, el pueblo estadounidense tarda un año, o dos, o tres, o cuatro para darse cuenta de que ha sido engañado por las mentiras y la propaganda, pero para entonces el público ya se ha tragado una nueva serie de mentiras y propaganda y todos están interesados acerca de la última «amenaza.»
Los estadounidenses parecen incapaces de comprender que al igual que la primera, segunda, tercera, cuarta y quinta vez, la amenaza era una broma, por lo que habrá una sextaamenaza, una séptima, octava y novena.
Además, ninguno de estos ataques militares estadounidenses en otros países se ha traducido en una mejor situación, como Vladimir Putindeclara honestamente. Sin embargo, los ciudadanos y sus representantes en el Congreso apoyan cada nuevaaventura militar a pesar de la constancia de la decepción y el fracaso.
Tal vez si a los estadounidenses se les enseñara su verdadera historia en lugar decuentos de hadas idealistas, serían menos crédulos y menos susceptible a la propaganda gubernamental. He recomendado The untold history of the Unites States (La historia nunca contada de los EEU), de Oliver Stone yde Peter Kuznick y A People’s History of the US, (La otra historia de los EEUU) de Howard Zinn. Ahora recomiendo, The brothers (Los hermanos) de Stephen Kinzer, la historia del largo mandatode John Foster Dulles y Allen Dulles en el Departamento de Estado y la CIA, respectivamente yla demonización que hicieron de los gobiernos reformistas que a menudo lograron derrocar. La historia de Kinzer sobre los complots de los hermanos Dulles para derrocar seis gobiernos da una idea de cómofunciona Washington hoy.
En 1953 los hermanos Dulles derrocaron al líder electode Irán, Mossadegh e impusieron al Sha, envenenando así la relación estadounidense-iraníhasta nuestros días. Los estadounidenses aun pueden ser llevados a una guerra costosa e inútil con Irán, debido a la intoxicación de las relaciones que hicieron los hermanos Dulles en 1953.
Los hermanos Dulles derrocaron al popular presidente Árbenzde Guatemala porque su reforma agraria amenazaba los intereses de la United Fruit Company, que era cliente de Sullivan & Cromwell, el bufete de abogados de los hermanos Dulles.
Los hermanos lanzaron una campaña de desinformación increíble que presentaba a Árbenz como un comunistapeligroso que era una amenaza para la civilización occidental. Los hermanos Dulles reclutaron dictadorescomo Somoza, de Nicaraguay Batista, de Cubacontra Árbenz. LaCIA organizó los ataques aéreos y una fuerza de invasión, pero nada tendría éxito hasta que no fuera destruido el fuerte apoyo de Árbenz entre el pueblo de Guatemala.
Los hermanos arreglaron esto a través del cardenal Spellman, que reclutó al arzobispo Rossell y Arellano que redactó una carta pastoral quefue leída el 9 de abril de 1954 en todas las iglesias de Guatemala.
Fue una obra maestra de la propaganda, la carta pastoral presentó a Árbenz como un comunista peligroso que era el enemigo de todos los guatemaltecos. Programas de radio llenos de falsedades creaban unafalsa realidad de victoriosos luchadores por la libertad y la deserción del ejército. Árbenz pidió a la ONU que enviara observadores pero Washington lo impidió. Los periodistas estadounidenses, con la excepción de James Reston, apoyaron las mentiras. Washington amenazó y sobornó a altos mandos militares de Guatemala, que obligaron a Árbenz a dimitir. La CIA eligió y pagó muy bien al “libertador”, el coronel Castillo Armas, que fue instalado como sucesor.
Recientemente hemos sido testigos deuna operación similar en Ucrania.
El presidente Eisenhower agradeció a la CIA haber evitado “una cabeza de playa comunista en nuestro hemisferio» y el secretario de Estado John Foster Dulles dio un discurso en la cadena nacional de radio y TV en el que declaraba que los acontecimientos en Guatemala «exponen los malvados propósitos del Kremlin”, a pesar del hecho indiscutible de que la única potencia extranjera que operó en Guatemala fueron los hermanos Dulles.
Lo que realmente había sucedido es que un gobierno democrático y reformista fue derrocado porque compensaba a la United Fruit Company por la nacionalización de sus tierras de cultivo con un valor de cotización correspondiente a las declaraciones de impuestos de la compañía. La firma líder de abogados de EEUU –o quizás más exactamente, los fabricantes de la política exterior de Estados Unidos- Sullivan & Cromwell, no tenían ninguna intenciónde permitir que un gobierno democráticoprevaleciera sobre los intereses de susclientes, sobre todo cuando los sociosmayoritarios de la empresa controlaban tanto manifiesta como encubiertamente la política exterior de Estados Unidos.
Los hermanos Dulles, cuyos familiares habían invertidos en la United Fruit Company, simplemente destinaron los recursos de la CIA, del Departamento de Estado y los medios de comunicación de Estados Unidos a la protección de sus intereses privados. La extraordinaria credulidaddel pueblo estadounidense, los medios estadounidenses corruptos y el Congreso adoctrinado e impotente permitió a los hermanos Dulles tener éxito en el derrocamiento de una democracia.
Tengan en cuenta que este uso del gobierno de Estados Unidos en nombre de los intereses privados se produjo hace 60 años, mucho antes de los corruptos gobiernos de Clinton, George W. Bush yObama. Y, sin duda, en épocas anteriores también.
La siguiente víctima de los hermanos Dulles fue Ho ChiMinh. Ho, unlíder nacionalista, pidió la ayudade Estados Unidos en la liberación deVietnam del dominio colonial francés. Pero John Foster Dulles, un santurrónanticomunista, definió a Ho como la amenaza comunista que haría caer en dominó a los inocentes occidentales. El nacionalismo y el anticolonialismo, declaró Foster, no eran más que un mantopara la subversión comunista.
Paul Kattenburg, el responsable para Vietnam del Departamento de Estado, sugirió que en lugar de una guerra, los EEUU deberían dar a Ho Chi Minh, 500 millones de dólares en ayuda para la reconstrucción del país después de la guerra y el mal gobiernofrancés, y liberar a Ho de depender del apoyo de Rusia y China. Ho hizo un llamamiento a Washington varias veces, pero la inflexibilidad demoníaca de los hermanos Dulles impidió cualquier respuesta sensata. En cambio, la histeriade la «amenaza comunista» azuzada por los hermanos Dulles embarcó a los Estados Unidosen el largo y costoso fiasco conocido como la Guerra de Vietnam.
Kattenburg escribió más tarde que se trataba de un suicidio para los EEUU » por cortar sus ojos y oídos, por castrar su capacidad analítica, por cerrar a sí mismo a la verdad debido a los prejuicios ciegos.» Desafortunadamente para los estadounidenses y el mundo, la castrada capacidad analítica de Washington es su punto más fuerte.
Los próximos objetivos de los hermanosDulles fueron el presidente Sukarno de Indonesia, el primer ministro Patricio Lumumbadel Congo y Fidel Castro. El complot contra Castrofue un fracaso tan desastroso que le costó el puesto a Allen Dulles. El presidente Kennedyperdió la confianza en la agencia y le dijo a su hermano Bobby que después de su reelección iba a romper la CIA en mil pedazos. Cuando el presidente Kennedy cesó a Allen Dulles, la CIA entendióla amenaza y atacó primero.
Warren Nutter, el director de mi tesis de doctorado y más tarde Secretario adjunto de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional, enseñaba a sus estudiantes que para que el gobierno de Estados Unidos mantuviera la confianza del pueblo que la democracia requiere, las políticas del gobierno deben serafirmaciones de nuestros principios y deben ser comunicadas abiertamente a la gente.
Las agendas ocultas, tales como las de los hermanos Dulles ylos gobiernos de Clinton, Bush y Obama, necesitan apoyarse en el secreto y la manipulación y por lo tanto despiertan la desconfianza de la gente. Si los estadounidenses tienen el cerebro demasiado lavado como para advertirlo, muchos extranjeros no lo tienen.
Las agendas secretas del gobierno de Estados Unidos han tenido un costo tremendo para los estadounidenses y para muchos pueblosen el mundo. En esencia, los hermanos Fostercrearon la Guerra Fría con sus agendas secretas ysu histeria anticomunista. Las agendas secretas comprometieron a los estadounidenses en largas, costosas e innecesarias guerras en Vietnam y Medio Oriente. Las agendas secretas y militares de la CIA que pretendían cambiar el régimenen Cuba fueron bloqueadas por el presidente JohnF. Kennedy y acabaron en el asesinato de un presidente, que a pesar de sus defectos,era probable que hubiera puesto fin a la Guerra Fría veinte años antes de que RonaldReagan aprovechara la oportunidad.
Las agendas secretas han prevalecido durante tanto tiempo que el propio pueblo estadounidense está ahora corrompido. Como dice el refrán, «un pescado se pudre desde la cabeza.» Lapodredumbre de Washington ahora impregna el país.