BUITRES y buitrófilos. A Beraja el FBI (palabra santa) le informó quien le había puesto la bomba
Foto Republicano Rubio y demócrata Menéndez, arietes de los fondos buitre y de la demonización de Irán por cuenta del AIPAC (Lobby israelí)
BUITRES: Elbaum les movió el árbol
De cuando Beraja se acordó (en 1997) que algo le habían contado (en 1994) sobre los autores de los atentados
Por Daniel Schnitman (especial para Pajaro rojo) www.lavozylaopinion.delcole.com
El artículo «Buitres, Nisman, DAIA: la ruta del dinero», que escribió el ex director ejecutivo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas Jorge Elbaum y publicó Pagina/12 el pasado 18 de abril, abrió las ventanas hacia un futuro impredecible en la búsqueda de la verdad sobre los atentados que enlutan a los argentinos.
Los buitres son astutos y resulta muy arduo sino imposible eliminarlos. Por lo que conviene mover de noche los árboles en los que se posan para espantarlos.
En finanzas, un fondo buitre es un fondo de capital de riesgo que invierte en una deuda pública de una entidad que considera débil o cercana a la quiebra.
¿Qué es lo tan terrible que tiene esta nota sobre Buitres, Nisman y la DAIA como para que la Presidenta, los propios y ajenos hablen de ella?
¿Será que la autotitulada «Representación política de la comunidad judeo argentina» pactó con los que pusieron la bomba en Pasteur 633 y promovió el desvió de las investigaciones hacia un país demonizado y lejano?
En 1992 llega el ataque a la embajada de Israel, dos años después al edificio de Pasteur 633, donde bajo el paraguas de la mutual AMIA, funcionaban varias instituciones judeo argentina, entre ellas, la DAIA (en el sexto y séptimo piso). Unos años atrás, ya irrumpía en la comunidad judía, Rubén Beraja un observante ortodoxo de gran lucidez que gozaba de prestigio por ser el titular de la DAIA y el Banco Mayo, uno de los pocos que soportaría el efecto «Tequila» y, sorprendentemente, aumentaría su poderío. «Esto no fue construido con favores ni prebendas», solía refutar cualquier atisbo de critica el banquero, ayer preso y hoy nuevamente procesado por encubrir a los terroristas asesinos.
Según consta en el «Tercer informe sobre el estado de las actuaciones judiciales por el atentado a la embajada de Israel que preparó la DAIA, el 31 de marzo de 1997, Beraja compareció ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (compuesta por Julio Nazareno, Horacio Moline O’ Connor, Carlos Fayt y Adolfo Vázquez) , y manifestó que “últimamente se ha convencido que es conveniente que aporte la documentación e información que ha acopiado y recogiendo para contribuir al esclarecimiento de los hechos», y reveló que «el 2 de agosto de 1994 fue recibido por el director de contraterrorismo del FBI, en Washington. Esa era, agregó, «la primera vez que recibían a un civil, y más aun, siendo extranjero», según le informó dicho funcionario.
Frente a los ministros de la Corte Beraja dijo que estuba acompañado por Alfredo Neuburguer, director ejecutivo de la DAIA, y que les informaron que “desde mediados de 1980 se había ido desarrollando en América Latina, e inclusive en algunas localidades de EEUU, centros que, enmascarados en actividad religiosa, promovían el adoctrinamiento y también el entrenamiento paramilitar de aquellas personas que se acercaban y se identificaban con el movimiento. Que en Argentina existían ramificaciones de esa red, y que el epicentro de actividades s e encontraba en Ciudad del Este, Paraguay».
El alto funcionario del FBI «también comentó que en su opinión el servicio de inteligencia iraní era el más sofisticado y que así como en su momento el israelí tenía un gran prestigio, al presente era el iraní el que se destacaba por su desarrollo y capacidad». Beraja también señalo que en una reunión del día 22 de julio de 1994, el canciller Guido Di Tella, en presencia del Presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, de casi todos los ministros de la corte, las máximas autoridades de la SIDE y el rabino Avi Weiss de EEUU, «reconoció con dolor que los iraníes pudieron abusar de la hospitalidad Argentina en tanto existía un intercambio de correos diplomáticos que de acuerdo a los usos y costumbres pueden permanecer alrededor de 48 Hs. en el país pero que a pedido de los iraníes, Argentina en muchos casos permitió que esos correos permanecieran por espacio de varios meses, concesión que tenía casi una naturaleza humanitaria pues esos correos no deseaban volver inmediatamente a Irán.
«Las autoridades de la SIDE presentes, expresaron que a la luz de los acontecimientos, era lógico que mas que correos diplomáticos, los citados eran agentes de inteligencia.»
También, agregó el titular de la DAIA en esta declaración ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, «es preciso obtener mayor información sobre el movimiento de ciudadanos iraníes en la Argentina, adonde llegan y en pocas semanas se los ve instalados conduciendo taxis, en una tarea como la muy apropiada para recoger información sobre blancos posibles».
Preguntado cuales son los informes y organismos internacionales de inteligencia que le informaron lo que estaba expresando, Rubén Beraja dijo que “fue el FBI pero que no tiene un informe escrito (…) Que no tiene nada más que agregar».
Esto que usted ha leído, estimado lector, es lo que consta en las actuaciones judiciales. Lo que no consta es que la asociación ilícita no formal, que junto al gobierno de Carlos Menem (que ya en 1987 había ofrecido las llaves de la aduana a sus paisanos sirios, el espía Ibrahim al Ibrahim y el traficante de armas Monser Al Kassar), el embajador Israelí Yitzhak Aviran (que conoció toda Argentina sobornando funcionarios provinciales) y Beraja, presidente de un banco que lavaba dinero (junto a otras entidades ahora denunciadas y el HSBC) del Narcotráfico en Panamá, las islas Vírgenes británicas, etc., no hizo más que prender la mecha de las explosiones.
Algunas promesas incumplidas, algunos vueltos mal dados, despertaron la ira de alguno de los innumerables tentáculos que se crearon bajo la marcha de la corrupción y el despilfarro. Las bombas se tiraron contra las personas que dirigían esa mafia escandalosa. Menem , Beraja, el ex embajador Aviran y Carlos Corach (entonces ministro del interior) supieron siempre que eran el blanco.
Por eso la imposición desde el momento mismo del primer atentado de que la República islámica de Irán era la culpable y la orden de abandonar otras posibilidades fue tomada con inmenso alivio. Era cuestión de encubrir la verdad e inculpar a un rival ya instalado. La participación en la investigación de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel fueron un elemento clave. La presunta utilización de coches bomba lleva al imaginario popular hacia un atentado islámico y a un suicida inmolado.
Carlos Menem ordenó que se desinvestigara la conexión local y la DAIA nunca permitió ni apoyó investigar algo distinto al informe de la CIA (y del FBI, como acabamos de ver).
¿Qué hay en las sombras de la causa AMIA? Los sectores más recalcitrantes de los EEUU como el republicano Marcos Rubio, Bob Menéndez, asociaciones de la ultraderecha judía y otras , que influyen en los medios masivos de comunicación argentinos, advierten a fiscales y jueces que esta causa tiene que tener los “culpables” que ellos determinen. Estos llamados y advertencias evidencian su conexión con la facciosa politiquería local.
Lo de los taxistas es imperdible.Recorriendo la ciudad para elegir blancos….