Bulgaría se retracta: no hay pruebas contra Hezbolá

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Hezbolá combatió exitosamente contra Israel en el sur del Líbano y ahora lo hace en Siria en alianza con el ejército nacional contra mercenarios extranjeros y yihadistas suníes. 
El Ministro del Interior de Bulgaria, Kristian Vigenin, dijo que “Bulgaria no tene pruebas de que Hezbolá haya estado implicado” en el atentado cometido el 18 de julio pasado (curiosamente, al cumplirse 18 años del ataque a la AMIA) en la ciudad balnearia de Burgas en el que murieron cinco turistas israelíes y el chofer búlgaro del omnibus que los paseaba, además de un séptimo hombre no identificado pero rubio y de ojos azules que se sospecha portaba los explosivos.

El ministro opinó que la Unión Europe no debe incluir a Hizbolá en su lista de organíizaciones terroristas, como pidió el Reino Unido, en base a meros indicios.

Vinegin integra el nuevo gobierno socialista que reemplazó al de derecha existente entonces, que cayó en febrero a consecuencia de una ola de protestas populares. Aunque se resistió, días antes de caer aquél gobierno terminó por plegarse a las presiones de Israel y Estados Unidos que había señalado la supuesta autoría de Hezbolá desde un primer momento.

El nuevo gobierno revisó las “pruebas” recolectadas y llegó a la conclusión de que se trata de indicios plantados y de cruces telefónicos aportados por el Mossad, con los que pretendían demostrar que dos presuntos cómplices del “terrorista” muerto eran militantes de Hezbolá de ciudadanía australiana y canadiense, que luego del atentado se refugiaron en el Líbano, cuyos nombres no se han informado.

Rápido para los mandados, el fiscal Alberto Nisman incluyó éste más que posible atentado de falsa bandera en su último mamotreto de 500 paginas, cuyo objetivo declarado fue demostrar que los malvados terroristas iraníes actúan en los países de América Latina (con los que tiene muy buena relación) para “extender su revolución islámica” (sic) y cuyo verdadero y harto evidente propósito es sabotear el memorando de entendimiento argentino-iraní.


El denarvaísta Ferraris, el radical Gil Lavedra, el macrista Pinedo y la tránsfuga serial Bullrich lo aplaudieron y tuvieron el tupé de exigirle al Gobierno que repudiase la respuesta de la Cancillería iraní a Nisman, que se limitó a expresar que no hacían caso de sus tonterías porque es harto conocido que Nisman es un agente sionista. Ellos, con la DAIA-AMIA alegaron que llamarlo “fiscal sionista”… es un insulto. A confesión de parte…

Hasta ahora, ni los medios de la “opo” ni los afines al gobierno han dicho esta boca es mía. Y es que los afines sin más sionistas que propios.


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