Cuestión de Estado, por Gerardo Fernández
Hace rato llegó el momento de estatizar compañías que embolsan cuantiosos subsidios e instruyen a sus jefes de prensa para que permanezcan mudos de modo que los caceroleros de Caballito y otros muchos barrios que sufren cortes prolongados o reiterados expresen su indignación cortando calles y haciendo barricadas mientras culpan al gobierno en vez de ir a sus sedes a incendiarle el rancho.
Hace rato que había que estatizarlas y, sin embargo, todavía no se ha hecho. Y en estas circunstancias leí esta nota de Gerardo Fernández:
La mejor forma de apoyar un gobierno es no esconder bajo la alfombra sus falencias y entender que errarle en la gestión es parte del juego, que no siempre se es infalible y que a la postre, lo que va al disco rígido de la historia es la capacidad de corrección de las equivocaciones.
El kirchnerismo ha dado sobradas muestras de corregir en la acción sus errores. A veces lo ha hecho a tiempo, a veces tarde, a veces se ha encerrado en no tomar medidas que le significaron un hemorragia electoral, pero luego ha entendido y obrado en consecuencia. Esto es importante reconocerlo para plantear que se impone una solución drástica al problema de la energía domiciliaria pero también que hay un déficit de las áreas respectivas de control. Hay que tratar de enfriar un poco la mirada: es cierto que hay una ola de calor equiparable sólo a la de 1947, tan cierto como que da cosita que a esta altura de los acontecimientos salgan el jefe de gabinete o el ministro de Planificación a hacerse los cojudos con amenazas a las empresas distribuidoras que, la verdad, nadie toma en serio y que si llegaran transformarse en una quita de licencia no cambiarían en mucho el panorama que estamos padeciendo. Los cortes de luz no son novedad porque verano a verano vienen ocurriendo, sólo se necesitaba una ola de calor un poco más extensa para todo volara por el aire ¿No se lo pudo calcular? ¿No se puede hacer nada ante empresas que prefieren pagar multas antes que realizar inversiones porque les sale más barato? ¿De que sirven las inversiones realizadas para contar con más electricidad en términos mayoristas si luego las distribuidoras no hacen lo que les compete a efectos de optimizar el servicio?
Hay datos en el área energética, como en el transporte público, que no son primicias sino remakes de películas que los argentinos hemos venido sufriendo capítulo a capítulo desde hace varios años y frente a esto no sirve ya la excusa ni la explicación del aumento en el consumo o lo millones de Aires Acondicionados que se vendieron ¿Es que nadie pensó que esos aparatos iban a intensificar la demanda?
Ha expirado el tiempo histórico de la explicación. El tipo quería laburo y lo consiguió, luego el aire y lo tarjeteó. Ahora pide energía eléctrica para encenderlo ¿Lo vamos a culpar?
Nada de lo que está sucediendo estaba fuera de las probabilidades y las empresas vienen haciendo un jueguito por todos conocido.
En este drama, el único actor que puede modificar la trama es el Estado.
Lamentablemente, hasta ahora no está a la altura de las circunstancias.