EL SAINETE DE LOS GOBERNADORES. Los solidarios y no tanto
Lo que parecía una tragedia terminó siendo, al menos por el momento, un sainete como los de Vaccarezza (los pitucos quizá prefieran hablar de vodevil). Los sucesivos cuadros, los cambios de escenarios, se sucedieron de manera vertiginosa, difuminando momentáneamente la imperiosa necesidad de anular el DNU que le da poderes discrecionales al presidente tuiteador compulsivo. Gracias a Ricardo Krakobsky, cultor de cierto humor negro, no perdimos la cuenta. Los gobernadores…