La Nueva Provincia, bastión de la dictadura

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Va una reciente editorial del diario, y el comentario del presidente de la APDH de Bahía Blanca. JS


Editorial de tapa de La Nueva Provincia del 25 de abril de 2011

Símbolos

No es de sorprender que el setentismo latente y campante en el actual gobierno apadrine sin cuartel y a cada hora una lucha tenaz porque sus símbolos venzan. Como algunos nombres son símbolos, no tiene la lucha entonces más remedio, al parecer, que volverse onomástica.

Ahora les ha tocado el turno a las escuelas de formación policial. Las que se llamaban Ramón L. Falcón pasarán a llamarse Juan Angel Pirker; mientras que las que se llamaban Alberto Villar y Cesario Angel Cardoso, ahora serán Enrique Fentantes y Enrique O`Gorman, respectivamente.

Los tres nombres que se cambian están asociados a figuras aborrecidas por el kirchnerismo.

Son lógicas, entonces, estas modificaciones si se piensa en lo que significaron Falcón, Villar y Cardoso en términos de la defensa del orden público y la lucha contra la subversión.

Por ahora el gobierno no se anima a bautizar con el nombre de algunos terroristas muertos a dichas escuelas de policía. Pero tarde o temprano lo hará.

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Repugnantes

No por novedoso. Sí por asqueante. Aunque no sea la primera vez ni la última al sentir esto. Hartan cada vez más estos repugnantes producidos (no los únicos ni los últimos) por Massot o por su lenguaraz y amanuense Fernando Monaccelli.

El insulto a estos reivindicadores de la muerte es poco a esta altura. Estos son los mismos que hablan de violencia social y piden mano dura. Los que disimulan su desprecio por la condición humana y se montan sobre campañas de corte social. Son los que le exigen al Gobierno Nacional su tajada de la pauta publicitaria. Son los que hablan “del campo”, ese que fue cómplice del genocidio al igual que ellos, como si fueran indigentes o violados en sus derechos.

Dan asco y hasta suena poco decirlo así. ¿No será necesario que los que creemos en otra ciudad que no sea la Bahía del Silencio, que ellos construyeron con otros cómplices civiles locales sobre la base del silencio de los cementerios y no a la libertad de expresión y el disenso válido, denunciemos a los cuatro vientos esto que nos avergüenza para que reciban su castigo económico que a la corta o a la larga nos libre de este mal?.

Eduardo A. Hidalgo – Secretario General

ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS DE BAHIA BLANCA


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