Loboalpha: Papelprensa, Informe completo / Audios de Isidoro Graiver / Juan Gasparini

Compartí

Blogger Loboalpha

Loboalpha Blogger

Link to Blogger Loboalpha

Posted: 26 Aug 2010 07:49 PM PDT
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, ironizó sobre cuál será la postura del Grupo A Clarín, respecto al proyecto para declarar de «interés público» la producción de papel para diarios. Sobre la denuncia del Gobierno por la venta de Papel Prensa, Fernández aseguró que «preparó el terreno para quedarse con la empresa» y, por eso, primero se vendieron las acciones y «luego el terrorismo de Estado secuestró a sus propietarios», porque «de lo contrario era el Estado el que se quedaba con ella».

Aníbal Fernández habló esta mañana antes de ingresar al Consejo de las Américas que se reúne hoy en el Hotel Alvear, donde precisó que «nunca existió lo de ‘libremente'» en la venta de la empresa Papel Prensa por parte de la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo. Dijo también que el objetivo del Poder Ejecutivo con el proyecto de ley para declarar Papel Prensa de «interés público» es «garantizar que el papel llegue a todos los medios, si es posible producido por Argentina y más barato», para que no sólo Clarín «disponga de condiciones beneficiosas».

Agregó que el Pacto de San José de Costa Rica dice que no hay que regular la provisión de papel que utilizan los medios gráficos, y aclaró que lo que se busca con el proyecto es «precisamente garantizar que todos los medios siempre tendrán el papel que necesiten para publicar lo que quieran publicar».

«No es cortar, es subir. Es garantizar que todos los medios tengan papel en las mismas condiciones que hoy lo tiene Clarín, que lo hace en forma más beneficiosa que el resto», dijo el jefe de ministros.

Consideró también que la idea no es «prohibir las importaciones», sino «tratar de producir suficiente papel en Argentina, para que nadie tenga limitaciones y puedan obtener el papel a precios más convenientes».

Finalmente, al ser consultado sobre cuál será la actitud que cree tomarán los legisladores de la oposición cuando traten el proyecto de ley en el Congreso, Aníbal Fernández dijo: «Hay que ver que les dice Magnetto (CEO de Clarín)».

ver también:

Posted: 26 Aug 2010 07:30 PM PDT
Audios aportados por el Diario Tiempo Argentino emitidos en 6-7-8


This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

Posted: 26 Aug 2010 04:59 PM PDT

El informe «Papel Prensa – La verdad», que fuera presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado martes en Casa de Gobierno, ya está disponible en este enlace. Click acá para descargar el documento en formato .pdf.

El informe fue realizado a raíz de lo establecido por la Resolución N° 126 dictada por la Secretaría de Comercio Interior el 31 de marzo de 2010, publicada en el Boletín Oficial el 05/04/10, y «tiene por fin documentar con el mayor nivel de exigencia técnica, los hechos ocurridos en torno a la transferencia accionaria a favor de «S.A. La Nación», «Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA)» y «S.A LA RAZON E.E.F.I.C y A.», del capital social de Papel Prensa S.A.I.C. F. y de M.1, a partir del año 1.976″, según establece en su presentación. 


This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

Posted: 26 Aug 2010 02:10 PM PDT

Los principales corredores de distribución de diarios tuvieron que vender compulsivamente los ejemplares del diario Tiempo Argentino que publicó en su portada la réplica a la solicitada difundida ayer por Clarín y La Nación escrita por Isidoro Graiver en la que negaba cualquier tipo de irregularidad de Papel Prensa SA por Clarín, La Nación y La Razón en los comienzos de la dictadura militar.

Tiempo Argentino publicó la entrevista que Isidoro Graiver le concediera a los periodistas Cynthia Ottaviano y Juan Alonso el pasado 11 de junio en la que afirma que «la presión era permanente, los aprietes eran permanente, fue una cosa asquerosa, nos humillaron», en referencia al robo de Papel Prensa a la familia Graiver.

Llamativamente en un alto porcentaje de los quioscos de diarios porteños no se consigue la edición de Tiempo Argentino. Algunos canillitas guardaron ejemplares que venden a pedido de clientes habituales. Un sector del gremio de los canillitas evalúa presentar un reclamo formal pero admiten las dificultades por temor a que Clarín y La Nación, los dos diarios de mayor tirada, comiencen una escalada de desabastecimiento.

Resulta llamativo también que Página/12 tampoco pudo salir a la calle por supuestos problemas en la imprenta.

La semana pasada, 24 horas después del anuncio del gobierno sobre las irregularidades con las que opera la autoextinta Fibertel, medio millón de usuarios de la competencia de esa empresa padecieron el corte de servicios que serían producto de sabotajes en GBA Sur y centro del país.

publicado originalmente por: http://evelyntacuara.blogspot.com/

Posted: 26 Aug 2010 02:30 PM PDT
La Presidenta afirmó que está dispuesta a hacer «lo que tenga que hacer para que los argentinos tengamos más trabajo, más educación, más seguridad, más libertad y más igualdad. Ese es el país que sueño». En un acto en General Rodríguez, Cristina reclamó a la dirigencia política que representen «los intereses del pueblo» y «no los de los grupos económicos concentrados» porque «ellos ya tienen suficiente fuerza como para hacerse valer».

Click en la imagen para ver el video


«Si aguanté lo que aguanté cuando era legisladora, más ahora que tengo la representación de todos los argentinos», enfatizó la Presidenta al presidir la ceremonia de inauguración del barrio Bicentenario, en la localidad bonaerense de General Rodríguez.

«Les pido a los funcionarios, a los intendentes, que representen al pueblo, a la ciudadanía, no a los grupos concentrados económicos, que ellos ya tienen suficiente fuerza para hacerse valer», declaró la mandataria. También manifestó que «es momentos de definiciones, de qué queremos construir y junto a quiénes queremos construir» y aseguró: «Yo quiero construir junto a ustedes», en referencia a los pobladores del barrio donde inauguró viviendas.

Cristina aseguró que el modelo de país que trajo crecimiento y «mejoras» en salarios, jubilaciones y asignaciones sociales comenzó con Néstor Kirchner, en 2003, y señaló que «está orgullosa de este modelo».

«Un país, una sociedad, no la hacen ni una ni dos personas, lo hacemos todos, y en un modelo de país. Yo estoy enamorada de este modelo que nos ha permitido hacer todas estas cosas», dijo. Agregó que «si hemos hecho todo esto desde una Argentina que partió de la cenizas, en el 2003, cómo no vamos a poder seguir haciendo más y mejores cosas todos los días».


This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

Posted: 26 Aug 2010 12:09 PM PDT
El diputado y líder de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, se mostró a favor de tratar un proyecto que regule la producción y venta de papel para los diarios. Consideró que la «intervención del Parlamento en el tema» permitirá «asegurar la democratización» del insumo.

Diario Registrado  | Solanas avaló asi la propuesta de la Presidenta Cristina Kirchner y aseguró que le parece «bien regular la actividad paraque a nadie le falte papel», pero dijo que su bloque reclamará que «si hay un ente debe ser autónomo con control parlamentario». De igual modo, el legislador afirmó que su partido respaldará «todo lo que sea garantizar la pluralidad y autonomía cuando se trate de medios».
Sin embargo, Pino Solanas calificó de «papelonazo» la denuncia del Gobierno contra los accionistas privados de Papel Prensa (Clarín y La Nación). «Este es un grandísimo papelón», enfatizó Solanas, al evaluar las declaraciones de Isidoro Graiver, hermano del fallecido financista David Gravier en contra de la versión del Gobierno sobre Papel Prensa.

En tal sentido, el senador por el Frente para la Victoria Nicolás Fernández respondió que «la oposición tiene una manera cómica de analizar la realidad de lo
que sucede en Papel Prensa».

«Las decisiones de Cristina sobre Papel Prensa -dijo- tienen mucho de claridad institucional, de verdad y de lógica. Nosotros defendemos la libertad de prensa en serio. La oposición tiene una manera bastante cómica de analizar la realidad de lo que sucede en Papel Prensa», afirmó Fernández y agregó que: «En el oficialismo nos interesa que todos tengan la misma posibilidad de salir al mercado», enfatizó el senador kirchnerista.

Clarín , hacia la reconstrucción de un discurso hegemónico
post de Ramble Tamble | Artemio Lopez

Leemos: Para el diputado, el informe del Gobierno sobre Papel Prensa «es un mamarracho y un papelón». Y reveló a Clarin.com que años atrás habló con el fiscal que investigó el caso durante la democracia y éste le aseguró que «no hubo ilícitos» en la venta de la empresa.

La resignificación del discurso del grupo Clarín, como hemos analizado ayer, intenta recuperar nuevos interlocutores desplazando paulatina pero firmemente a los tradicionales, que han demostrado su inutilidad en la construcción de legitimidad.

Estos desplazamientos ocurren no sólo en el espacio periódistico, sino en el ámbito de la palabra política. El descrédito de la dirigencia de centro derecha tradicional , Felipe Solá, Duhalde, Giudici, Bullrich, Macri, Pinedo; Morales ( Solá y Gerardo) etc. es tan extendido, que es necesario que sea nuestro súper héroe Pino Solanas, el que recuperando una vieja conversación con el ya fallecido fiscal Molinas, cuyo único registro es la propia y larga memoria de cineasta, replique el informe oficial sobre Papel Prensa.

Pararse frente a esta nueva estrategia del grupo, tanto en el ámbito periodístico como el político insistimos, demandan del oficialismo interlocutores no tradicionales, que asuman el nivel de complejidad de esta nueva situación .

Veremos como sigue, la experiencia es muy interesante. Pase lo que pase, sólo es segura una cosa : ya nada volverá a ser como era para ninguno de los actores en juego. Cést la vie.

PD: Nobleza obliga, para novedades los clásicos. El que primero vió la emotividad que transmite Pino en sus discursos ( emotividad típica del siglo XX , hoy no disponible) fue el profesoooor, como se muestra en el video de apertura que compiló Mundo Perverso.


This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

Posted: 26 Aug 2010 09:59 AM PDT
El libro «El dictador» publicado en el año 200 de los periodistas María Seoane y Vicente Muleiro que hasta hace poco trabajaron en Clarín–, documenta de manera rigurosa la manera en que se articuló la lógica empresarial con el engranaje de la violencia represiva.

Víctor Hugo Morales lee fragmento de «El Dictador» de María Seoane y Vicente Muleiro donde se relata la estrategia de la dictadura para controlar Papel Prensa.

«Las acciones terminaron siendo ofrecidas por el Estado como parte de una operación de negocios que no disimulaba el intento de control a la prensa FAPEL; la empresa que constituyeron tres diarios: La Nación, Clarín y La Razón. Años más tarde, Villarreal contó que la discusión entre a quien ofrecerle papel prensa produjo un durísimo enfrenamiento en la junta.
FAPEL era la candidata de Videla y Martínez de Hoz. Massera tenía otro candidato, el banquero José Rafael Trozzo, dueño del Banco de Intercambio regional, el BIR. Esa reunión, afirmó Villarreal, fue una de las pocas veces que Videla blefeó. Ocurrió cuando se discutía el famoso tema del papel prensa. De entrada había dos o tres candidatos. Massera destrozaba sistemáticamente a todos los candidatos, incluida FAPEL. Videla tenía realmente deprimido de todas esas reuniones.

Entonces un día le digo «vea mi general, evidentemente el candidato de Massera es Trozzo; ¿por qué no utiliza la misma forma que Massera para dar por terminada la discusión?. En la reunión dígale: «muy bien, vos no estás de acuerdo con esto, pero desde ya te digo que le señor Trozzo es mala palabra para el ejército. Esta era la terminología que utilizaba Massera.
Cuando no quería algo decía «esto es mala palabra para la armada». Massera nunca había mencionado a Trozo en las discusiones pero nosotros sabíamos que el candidato era él. Entonces Videla dijo «Trozzo es mala palabra para el ejército y se acabó la discusión». Videla volvió encantado esa noche. Si alguna vez se insultaron es probable, Videla tampoco era de aceptar insultos, pero estos eran el vocabulario usual de Massera.

En el momento en que se refiere Villarreal, Videla no podía saber que ocho años después sería procesado por los delitos de encubrimiento reiterado, abuso de autoridad y administración fraudulenta en prejuicio del Estado por el traspaso de las acciones de papel prensa. No fue condenado por prescripción de la causa, tampoco sabía que sería investigado además por la quiebra del BIR».

ver también:

Clarín, verdugos ocultos y memoria – por Walter Goobar

Posted: 26 Aug 2010 08:49 AM PDT

Video:
Esta mañana a la llegada del Jefe de Gabinete Anibal Fernandez al encuentro empresarial organizado por la Cámara Argentina de Comercio y el Council of the Americas se improvisó un encuentro con la prensa . AF, Respondió sobre el tema Papel Prensa, la reacción de Clarín y Magnetto, las declaraciones de Ratazzi,la seguridad juridica en nuestro país, y también algunas consideraciones sobre Fibertel y la ilegalidad del servico que ofrecían.


This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

Posted: 26 Aug 2010 08:17 AM PDT

Juan Gasparini, autor del libro David Graiver, el banquero de los montoneros, aseguró hoy que Isidoro, el hermano del ex dueño de Papel Prensa, «no tenía nada que ver» con el grupo propietario de la empresa y subrayó que efectivamente hubo presiones para vender la compañía.

En diálogo con Radio La Red, explicó que el diario Clarín «hizó circular la versión de que hay dos etapas separadas entre sí, una primera en la que la viuda firma la venta de la empresa en libertad y una segunda etapa con la viuda y la familia en prisión» y afirmó que «la Justicia ya dijo que esa versión no se condice con los hechos».

«Hay una interconexión entre la forma compulsiva y las presiones existentes y la segunda etapa, la del secuestro», relató Gasparini. Pero agregó: «Yo sostengo que el aniquilamiento del Grupo Graiver se hizo en tres etapas intimámente relacionadas e interconectadas, en la primera lo asesinan a Graiver y someten al grupo a la iliquidez. Luego la dictadura le impone presión a la persona que tenía que firmar que era Lidia, que vende la joya de la corona, que es Papel Prensa, y una vez que se hicieron los traspasos con visos de legalidad le sacaron el resto que no era de importancia política y la secuestraron».

«Es saludable que se haya hecho el informe y ahora le corresponde a la Justicia investigar», dijo Gasparini, que consideró que «hay indicios» de que se cometieron delitos de lesa humanidad en la venta de la emrpesa.

En ese sentido, dijo que «la Justicia dirimirá si hay dos etapas como pretende Magnetto o bien hay una cosa en tres etapas interconectadas entre sí».

Ver también:


Posted: 26 Aug 2010 06:53 AM PDT

Las extrañas declaraciones de Isidoro Graiver publicadas en sendas solicitadas de Clarin y La Nacion fijando posición en el tema Papel Prensa, comienzan a esclarecerse a partir de algunas investigaciones periodísticas. En particular:


«Isidoro fue apartado de los negocios por su hermano». En la que se dan a conocer declaraciones de la madre y la esposa de David Graiver, tomadas por el «Consejo de Guerra Especial Estable 2» del Ejército.

y la que reproducimos a continuación que fue publicada por el diario Tiempo Argentino

«Clarín y La Nación nos humillaron, fue un afano», dijo Isidoro Graiver.

Llegó a la entrevista con Tiempo Argentino diez minutos después de lo pactado, a las 16:10, del 11 de junio pasado. Fumaba, ansioso, como lo hizo durante las dos horas y 12 minutos que duró el encuentro. Isidoro Graiver, de 62 años, el hermano de David, llegó al bar
Finisterra, en la esquina de Uriarte y Honduras, del barrio de Palermo, como habíamos acordado. Andaba con el paso apurado. Nos saludamos en la puerta del bar y nos sentamos en una de las mesas dispuestas en la vereda. Hacía frío, y el sol le daba de lleno en el rostro. Vestía un pantalón de jean, zapatos náuticos marrones, campera negra y camisa celeste sin corbata, desabrochada en el primer botón. Un hombre clásico.

Leer más / Ocultar

No era, sin embargo, la primera vez que hablábamos. En los tres meses que duró la investigación periodística que publicó este diario –en suplementos especiales que agotaron dos ediciones, el domingo 6 y el miércoles 9 de junio de 2010–, insistimos telefónicamente para entrevistarlo. Pero Isidoro –una víctima de la masacre y el latrocinio que impuso a sangre y fuego la última dictadura y sus socios civiles-, se negó con gentileza. No nos conocía. Dijo que tenía miedo por sus hijos. Le creímos. Se excusó en que había sellado un pacto familiar, que incluía sepultar los fantasmas de un pasado que los acorraló y los dejó solos. También le creímos.

Todo cambió con la publicación de nuestro trabajo, nos dijo, mucho antes de que el Estado confirmara el despojo de Papel Prensa. Cambió para bien. Explicó Isidoro, entonces: «No se equivocaron en casi nada.» Y decidió sentarse con nosotros. Con la campera puesta y sin dejar de fumar. Unos 40 minutos después, aceptó entrar a la redacción de Tiempo Argentino y tomar un café en la sala de editores, esta vez con un puro entre los dedos. La noticia corrió como reguero de pólvora. «Está Isidoro Graiver. Habla por primera vez con un medio periodístico», se comentaba en las secciones. Isidoro reiteró su postura cautelosa de contarnos la verdad de la tragedia que azotó a su familia, bajo una condición: que no le atribuyéramos lo que decía. Quería cooperar con la verdad, pero sin aparecer. Otra vez usó el argumento familiar. Y se largó a hablar: «(La de Papel Prensa) fue una operación que era a todas luces un afano, lisa y llanamente un afano. Los diarios nos humillaron», así comenzó.

Por eso ayer, miércoles 25 de agosto, cuando leímos la solicitada a página completa en Clarín y La Nación, y conocimos el contenido de la carta que le escribió a su sobrina María Sol Graiver –ante escribano público– publicada en la tapa coordinada de los dos diarios que lo humillaron hace 34 años, lo primero que nos sorprendió fue que accediera a una exigencia de sus antiguos victimarios. Ayer, cuando Isidoro Graiver se contradijo, cediendo a las presiones de los diarios acusados de cometer delitos de lesa humanidad en el despojo de Papel Prensa, nosotros, periodistas de este diario, quedamos automáticamente relevados del acuerdo de confidencialidad con él. Mantenerlo sería faltar a la verdad. O peor aun: contribuir a la operación de Clarín y La Nación para garantizarse la impunidad con falsedades en un caso que hoy es asunto de interés público.

Los lectores tienen derecho a recibir información. Nosotros estamos obligados a dárselas. La verdad no es nuestra: es de la sociedad. No podemos saber las razones secretas de Isidoro para cambiar sus dichos, después de entrevistarse con Tiempo. Tampoco sabemos por qué, desde la semana pasada, dejó de atender nuestros llamados. Sólo él lo sabe. Pero debe ser algo muy grave. Quizás el amor a su sobrina, a quien quiere como si fuera una hija, haya influido. Quizás tuvo temor a volver a sufrir. O todo eso junto. Lo que sí sabemos es que a María Sol Graiver, en julio pasado, «los adquirentes de las acciones de Papel Prensa SA», es decir, los diarios Clarín y La Nación, «le efectuaron un requerimiento»: un «pedido», según dejaron constancia ante escribano público. Tampoco sabemos con exactitud cuál fue ese «pedido». Pero cualquier cosa que haya sido fue lo suficientemente grave como para que Isidoro abandonara una versión documentada de los hechos, por otra, que sólo sostiene las falacias de los que ayer lo despojaron.

Esa tarde fría de junio, Isidoro explicó a Tiempo su posición sobre Papel Prensa y la alianza de los tres diarios con las tres armas. Dijo que las presiones para arrebatarles Papel Prensa «eran permanentes». Y nos dio una pista fundamental: que buscáramos los artículos periodísticos de Clarín y La Nación de octubre de 1976, un mes antes de que se concretara la venta «trucha» de las acciones a los diarios, el 2 de noviembre. Y nos dijo, textual: «Nos dedicaban las primeras planas todos los días, ‘la familia Graiver, los chorros’.Había un tema de intereses, que obviamente también existían, y además el tema de la humillación. En su momento fue casi una capitulación de la Unión Industrial Argentina (UIA) frente a la Confederación General Económica (CGE), en la época de José Ber Gelbard, y se debían la revancha. La revancha de las familias patricias o de las grandes empresas o bancos en la que estábamos insertados con fuerza. Nos destruyeron como grupo económico, porque ese era el objetivo, sacarnos de pista. Antes de la muerte de mi hermano, era uno de los grupos económicos más fuertes.»

–Algo así como «no los vamos a dejar crecer más»– le preguntamos.

–No le quepa la menor duda–nos contestó–. En algún momento alguien dijo: «hagamos esto». Por eso, nada fue espontáneo ni casual.

–Y entre los cerebros estuvo el mismo José Alfredo Martínez de Hoz.

–No tengo dudas.

Martínez de Hoz era el ministro de Economía del dictador Jorge Rafael Videla, el hombre que había pactado el silenciamiento del genocidio con los diarios a cambio de Papel Prensa.
En su propio relato, Isidoro reconoció que, tras la muerte de su hermano, fue Jorge Rubinstein, el abogado de la familia y hombre de «máxima confianza de David», quien quedó «al frente de todos los negocios en Buenos Aires».

El marginamiento en las decisiones y el rol cada vez más importante de Rubinstein, sumado a su habitual destrato, terminaron por alejar a Isidoro de todos los negocios. La separación fue sellada con un acuerdo económico. Por eso, Isidoro no tenía a su nombre ninguna acción de Papel Prensa. Por eso ni su nombre ni su firma fueron necesarios en el posterior traspaso. Ni quedaron rubricados en los documentos de la venta. Sólo participó en calidad de acompañante. En cambio, sí aparecen en los documentos las firmas de sus padres, Juan y Eva, y de su cuñada Lidia Papaleo, representante de los intereses de su hija María Sol. Isidoro explicó que la reunión, a la que terminaron cediendo por las presiones y el trato vejatorio desde los diarios interesados, se hizo en las oficinas del diario La Nación. Las mismas en las que Lidia asegura que Héctor Magnetto le dijo: «Firme o le costará la vida de su hija y la suya.» Estaban separados, según el testimonio de Lidia: «los padres de David por un lado, Isidoro con (Benito) Campos Carlés y yo con (Héctor) Magnetto». De modo que difícilmente Isidoro haya podido ver y oír todo.

A pesar de que en la carta personal a su sobrina, Isidoro Graiver asegura que no le «consta que los diarios hayan actuado de acuerdo con las autoridades militares de ese momento para la compra de la compañía», en sede judicial, donde nos dijo que fuéramos a buscar su testimonio (cosa que hicimos), dejó asentado lo contrario. Ante el fiscal Ricardo Molinas, el 6 de noviembre de 1985, declaró: «En el mes de octubre de 1976, el doctor Miguel de Anchorena, en ese entonces apoderado de la sucesión de Graiver, se puso en contacto con su cuñada (Lidia) para informarle que había recibido una información de Francisco Manrique cuyo contenido era, sintéticamente, que el gobierno nacional vería con agrado la desaparición del conjunto empresario Graiver como tal, para lo cual sería necesario la venta de los paquetes accionarios de Papel Prensa, estimando que los compradores lógicos eran los diarios Nación, Clarín y Razón.» El gobierno nacional, vale aclararlo, eran Videla y Martínez de Hoz. Y los beneficiarios, los que dijo Isidoro en sede judicial, no ante un escribano: Magnetto, Mitre y Herrera de Noble.

«El precio que recibimos fue el mejor que pudimos obtener», afirmó Isidoro en la insólita solicitada publicada ayer por Clarín y La Nación. A nosotros nos dijo otra cosa. Hacemos una cita textual, nuevamente: «La presión era permanentemente. Los aprietes eran permanentes». También en sede judicial, en plena democracia, Isidoro aseguró que en una reunión a la que lo convocó Guillermo Gainza Paz, del diario La Prensa, le hicieron «una oferta que consideraba totalmente inadecuada, quedando así suspendidas las tratativas. La situación quedó así hasta el día anterior al previsto para la asamblea en la cual debía autorizarse la transferencia de los paquetes accionarios comprados por el Grupo Graiver a los originales dueños, ante la certeza que esa transferencia no iba a ser autorizada (dado que el señor Manrique en el ínterin había ratificado lo adelantado por Anchorena) y se produciría el grave riesgo de no obtener el reintegro del precio abonado, más los intereses y lo invertido, ese día al efectuarse la asamblea en horas del mediodía tomó contacto el doctor Anchorena para decirles que los tres diarios mencionados proponían una reunión urgente con el propósito de hacer una oferta para la compra de las acciones».

Los habían acorralado. Los diarios Clarín, La Nación y La Razón operaron con información confidencial, sabiendo que ese día la Junta Militar no le aprobaría la compra al Grupo Graiver y, por ende, lo descapitalizaría. «No tuvimos una oferta mejor que la aceptada por lo exiguo del tiempo de acuerdo», aseguró Isidoro ante una autoridad judicial de la democracia. No les dejaron tiempo. «Nosotros perdíamos como mínimo los derechos políticos sobre las acciones, es decir, todo, y con el riesgo de tener que devolver las acciones, es decir una cosa asquerosa. Nos humillaron», le aseguró a Tiempo.

«Ustedes tienen los medios para hacerlo –nos dijo–. Si buscan archivos, los antecedentes previos a la operación, a mediados de octubre más o menos, en los diarios Clarín, La Nación y La Razón van a ver una historia muy sugerente. Todos los días sacaban primeras planas o primeras páginas con noticias del Grupo Graiver, desaparecido, tonterías, y de repente durante 48 horas no publicaron una sola línea. Fue la previa de la reunión.»
Buscamos las notas, como nos pidió. Tenía razón. Clarín calificaba de «actividades ilegales» las realizadas por el Grupo Graiver. Y llegó a dedicarle una editorial en la que le clamaron a la Junta Militar «una investigación necesaria» sobre los Graiver, porque «el prestigio de La Nación quedaría inadmisiblemente afectado si aquí no se promueven medidas», les advirtieron. Como es de público conocimiento, la Junta cumplió.

Esta es la cronología «de la humillación» de la que habló Isidoro. Mientras recibían los llamados presionándolos para vender, La Nación publicó sobre Graiver, el 11 de octubre de 1976, que estaba supuestamente «implicado en la quiebra fraudulenta de dos bancos (…) por 150 millones de dólares». Cuatro días después desplegó una publicidad a página completa de la revista Somos, con el título: «El caso Graiver», en el que los habían escudriñado y hasta se preguntaban: «¿Está muerto… o no?» Ese mismo día, Clarín publicó que el grupo Graiver «involucra en un delicado problema a varios bancos de Buenos Aires». Los acusaban con «informaciones extraoficiales» de usar uno de sus bancos «para exportar capitales de la Argentina», de hacer «actividades ilegales», «demostrándose que habían presentado sucesivos balances falsos que lucían una irreal prosperidad». Para terminar ese artículo, que no estaba firmado por ningún periodista, aseguraban: «no se explican (…) cómo Graiver pudo haber gozado de impunidad».

Nueve días después, ya en medio de las negociaciones, para La Nación no eran supuestos. Al referirse a David decían: «el millonario argentino al que se involucra en un gigantesco fraude». El 22 de octubre, el tema llegó al ya mencionado editorial principal de Clarín. Primero destacaron que «el clima reinante antes del 24 de marzo (del golpe) era de corrupción administrativa del régimen», y luego de describir las operatorias ilegales que le atribuían al grupo aseguraron: «(se) hace necesaria una más prolija investigación». El 28 de octubre, después de detallar las «responsabilidad de Gelbard», sostuvieron que el ex ministro de Economía de Perón, José Ber Gelbard, «fue sancionado, privándosele de sus derechos políticos y de su ciudadanía argentina», se encargaron del Grupo Graiver: «con notoria vinculación con Gelbard, que le valió todo tipo de ventajas y privilegios y cuyos manejos financieros han culminado con un escándalo de proporciones internacionales». Con ese grupo, Clarín, La Nación y La Razón se sentaron «a negociar». No fue una venta libre. Fue un apriete. Las pruebas están a la vista. No lo decimos nosotros: lo afirmó Isidoro Graiver, que ahora intenta desmentir a su hermana. Cuanto más atacaban y satanizaban al Grupo Graiver, más rápido lo obligaban a desprenderse de las acciones. Fue en ese clima de «libertad», cuando el terrorismo de Estado devoraba a una persona cada media hora, en medio de esa campaña psicológica, que los tres diarios en alianza con las tres armas concretaron la operación de traspaso. Es decir, consumaron su despojo.

«A todas luces era un afano, lisa y llanamente, un afano. El precio tuvo claramente poca vinculación con el valor real», le aseguró Isidoro a este diario en junio. Y quedó registrado de este modo. Una vez más, la cita es textual:

–¿Usaban los diarios para extorsionarlos y quedarse con el gran negocio? Mitre, Herrera de Noble y Peralta Ramos publicaban a propósito.

–Yo creo que era una concurrencia. Los diarios usaban eso para meter presión. Tanto a nosotros como al gobierno.

«Cuando estábamos secuestrados, la venta de Papel Prensa ya estaba concluida», sostiene Isidoro Graiver en la solicitada que se publicó ayer. A decir verdad, las acciones vendidas por los padres de David, (Juan y Eva) y Lidia Papaleo tenían que ser aprobadas por el juez que llevaba adelante la sucesión. En otras palabras: todos estaban secuestrados cuando el juez aún no había aprobado la operación. De hecho, nunca lo hizo.

Por otra parte, el otro paquete accionario que todos reconocen, incluido Isidoro, que estaba a nombre de Rafael Ianover, el testaferro de los Graiver, también debió integrar el acervo sucesorio. Pero esto no pasó. Los tres diarios le compraron las acciones a Ianover sin decirle cuánto le pagaban. Le dijeron que si firmaba no le iba a pasar nada, es decir que no lo secuestrarían: sabían que no eran de él, sino de David Graiver. Lo secuestraron igual.

Toda esta historia huele mal. Hay sangre, hay torturas y hay mucho dinero en juego.

Este verdadero drama que tiene tres décadas y media de existencia continúa dando coletazos.

Lo resuelve la justicia de la democracia. O los diarios Clarín y La Nación que, hoy como ayer, mienten desde sus tapas y usan de manera siniestra, en su beneficio, un conflicto familiar.

Quizás el cambio de opinión de Isidoro Graiver se justifique en una frase que nos quedó grabada, a modo de despedida en aquel encuentro de junio, que hoy revelamos:

«Me importa un carajo lo que piensen o dejen de pensar. Porque siempre tiene razón el que gana.»

Ojalá, esta vez, gane la verdad.

Nota original:

http://tiempo.elargentino.com/notas/clarin-y-nacion-nos-humillaron-fue-afano-dijo-isidoro-graiver

You are subscribed to email updates from Blogger Loboalpha
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now.
Email delivery powered by Google
Google Inc., 20 West Kinzie, Chicago IL USA 60610

Compartí

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *