MALVINAS, PATAGONIA, ANTÁRTIDA: Milei entrega todo
Para que Black Rock, Vanguard y otros fondos buitres se queden con todas las tierras fértiles de Ucrania hizo falta una guerra entre la OTAN contra Rusia a través de interpósitas personas: los varones ucranianos enviados al sacrificio contra sus hermanos rusófonos. En Argentina, insólitamente se está consumado un proceso similar sin necesidad de disparar un tiro, gracias a que el presidente Milei y su gobierno se comportan como un ejército de ocupación.
Son, qué duda cabe., traidores a la patria.
Por suerte, también viajó a Ushuaia Juan Grabois, con cuyas posiciones, en términos generales, Pájaro Rojo se identifica (ver abajo de todo). Por suerte Juan, en lugar de arrugar, admite “Yo me subí a la moto”. Y lo cierto es que,. hoy por hoy, es el único político que plantea un enfrentamiento frontal con Milei, su contrafigura. “La patria no se vende”. Invito a escucharlo.
Como nunca antes, Argentina en manos de Estados Unidos
¿Por qué y a qué vino al país la jefa del Comando Sur del Pentágono, la generala Laura Richardson?
POR SANTIAGO MASETTI (AM530).- El mismo día que se conmemoró el 42 aniversario de la Guerra de Malvinas, la número uno del Comando Sur de Estados Unidos arribó al país para iniciar una potente agenda con el gobierno libertario de Javier Milei, la cual consiste en eliminar la presencia de China en la región; el seguimiento constante de los recursos naturales; el acompañamiento a la política exterior de Washington y el fortalecimiento de la denominada “alianza estratégica” entre ambas naciones.
Cabe recordar, que luego de la visita a Buenos Aires del jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) William Burnsel, el Presidente se embarcó en un grotesco ataque a los mandatarios progresistas de la región, lo que costó la expulsión del cuerpo diplomático argentinos en Colombia y un cruce de declaraciones con el jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Las palabras de Milei fueron inmediatamente amplificadas por CNN en el programa del argentino Andrés Oppenheimer, vocero habitual de la derecha continental. En ese mismo programa, el ocupante de la Casa Rosada reiteró su apoyo a la ofensiva de Israel contra la franja de Gaza, que ha dejado más de 32 mil muertos y dijo que Tel Aviv no está cometiendo ningún exceso.
Desde que Milei asumió la presidencia, el 10 de diciembre pasado, el desfile de funcionarios estadounidenses de primera línea es incesante. Desembarcaron el secretario de Estado Antony Blinken, la subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, el subsecretario de Finanzas Internacionales del Departamento del Tesoro Brent Neiman, y el subsecretario de Estado, Brian Nichols, entre otros.
Es por ello que cobra relevancia lo publicado esta semana por el director fundador de la señal Telesur, el oriental Aram Aharonian, en el portal del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico. Aharonian destacó que el jefe de la CIA observa con mucha atención cómo amplía su influencia China en Argentina y América Latina, preocupación compartida por la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson, quien sumó los reparos de EE.UU por la estación científica que China instaló en la provincia de Neuquén.
En un desesperante escenario de cipayismo extremo, este jueves, sobre la media noche y en Ushuaia sucedió. Sin los habituales exabruptos discursivos que hablan de su inestabilidad emocional, el presidente Milei abrazó con entusiasmo a la generala Laura Richardson y dijo lo que han destacado casi todos los medios: que el mejor recurso para defender nuestra soberanía es la alianza con Estados Unidos, dando luz verde así a la instalación de una base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la provincia más austral del país.
Ni las relaciones carnales (con Estados Unidos) que proponía su admirado ex presidente Carlos Menem llegaron a tanto, y como este texto no pretende extenderse más allá de lo necesario, podemos sintetizar el trágico escenario que propone Milei con dos frases plasmadas hace muy poco por el historiador y doctor en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Carlos Ciappina.
Escribió en sus cuentas de redes sociales: “¿Cuál es la fuerza que impulsa el progreso argentino? Es, señores, el capital inglés”. (Bartolomé Mitre, 1871). “Me siento identificado con Margaret Thatcher” (Javier Milei, 2023). ¡Hemos retrocedido 153 años!”. Celebrar la ignorancia, gozar con la crueldad, ejercitar la mentira. ¡Todo en un solo trimestre!
Quizá lo aportado por Ciappina baste para entender el alborozo de Milei ante el proyecto inminente de una base militar y logística conjunta de Estados Unidos y nuestro país en Tierra del Fuego, iniciativa que llevó a la generala Richardson hasta los confines mismos del continente.
Ella, claro está, representa al brazo armado de una estrategia integral del sistema de poder estatal y privado de Estados Unidos, aún el núcleo duro del diseño capitalista-imperialista global, para la Argentina, la región y el orbe: el control de sus riquezas.
Y aquí sus socios de siempre, la gran burguesía oligárquica –los Paolo Rocca y los Alejandro Bulgheroni entre otros– ahí están de festejo permanente porque cuentan, con un sirviente infalible (por ahora), que se llama Javier Milei.
El gobierno de Milei cuenta con legalidad y legitimidad de origen pero en poco más de tres meses se ha convertido en un régimen viciado en su ilegalidad –su proyecto de DNU matriz es profundamente inconstitucional– y en su legitimidad, toda vez que atenta contra los salarios, la seguridad, la salud y la dignidad de las grandes mayoría populares y contra la independencia y la soberanía nacional.
Mientras podemos temer por un desenlace de desintegración de la República (algunos hablan de libanización, otros de balcanización), los próximos meses serán decisivos y de máxima tensión en nuestro país.
Guillermo Caviasca: Vienen por todo
Llegó la general Laura Richardson. La procónsul de los Estrados Unidos para la región, una responsable de las políticas directas sobre nuestros países como difícilmente encontremos a otro militar de tanta exposición y responsabilidades múltiples en el pasado. Responsabilidades que se encontraban mas distribuidas en otros ámbitos, no sólo militares. Lo que habla de la naturaleza de nuestra dependencia actual.
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Ya han enunciado cuales eran sus objetivos hace años y lo han hecho público y con claridad: litio y minería en general; pesca en el Atlántico sur; Cuenca del Plata e Hidrovía; petróleo y gas especialmente Vaca Muerta. Y desplazar a China (estación espacial en Neuquén, represas en Santa Cruz, pesca, etc.). Alineamiento militar y de seguridad, es más que evidente, sin duda avanzarán hacia concretar que nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad sean apéndices de sus mandos. Veremos ese tema hasta donde llega o inclusive si les interesa, mas allá de neutralizar cualquier posibilidad de defensa nacional o independencia en lo militar. Ya que ahí tienen que discutir con Inglaterra.
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En general hacer material el dominio geopolítico sobre nuestro país, que se eleva de dependencia a neocolonialidad.
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Esto, sin dudas, irá de la mano de la discusión entre ellos, con otros intereses variados que disputarán su espacio en el saqueo nacional. Los ingleses, socios privilegiados de EEUU, tienen soberanía directa que pretenden consolidar, y buscan ampliar las relaciones económicas para sus inversiones mineras; y de la capacidad de las Malvinas de trasformarse en un polo referente en el sur que abarque la Patagonia como un mismo espacio de inversiones y negocios.
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Está el sorprendente avance de Israel. Y también entraran otros en una disputa en la no seremos protagonistas sino víctimas. Sin duda, China también disputará.Y Europa, clara está. Pero son Estados Unidos e Israel quienes parecen jugar con el caballo ganador.
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Una parte sustancial de la clase burguesa local (porque de nacional tiene poco y nada) va por asociarse a estos proyectos. Suena raro para algunos de nosotros porque pensamos que este modelo en general la perjudica, ya vemos el retroceso de las automotrices y la siderurgia, solo para mencionar las grandes. Pero no debería sorprendernos de una burguesía que apoyó proyectos desindustrialzadores. Burgueses que se se han formado en que la ganancia se produzca con la flexibilidad y financierización de las inversiones.
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Sin dudas perderemos todos. Pero más… mucho más, perderán los trabajadores. Richardson puede apuntarse una victoria que logró sin combate. Debe estar sorprendida y venir a ordenar el terreno ganado… diría regalado.
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