Massa y su Nueva Fuerza

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A ver, viejitos, ¿Se acuerdan de la Nueva Fuerza de Alsogaray y Chamizo. La entente arrejuntada por Massita me la hizo recordar. Les pasó una nota tomada de un blog amigo,  El Fusilado. Después, una nota breve de Página/12 que viene al caso.Y acá pueden verificar que no exagere un ápice cuando dije que Massita es el candidato del Imperio. Así como antes fue Braden o Perón, ahota es Massita o Cristina.

 ¿Ser o no ser?

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La Constitución de 1994 trajo una novedad para los Argentinos: la creación del cargo de Jefe del Gabinete de Ministros; una especie de híbrido entre los jefes de gobierno de las democracias parlamentarias y injertado en un sistema presidencialista. Cuando uno se fija un poco en las responsabilidades prescriptas en el texto Constitucional, toma conciencia de que es el funcionario más encumbrado de la administración pública que -al igual que el resto de los ministros- no es elegido por el voto popular, sino designado por el Presidente/a de la Nación.

Sus responsabilidades no son moco ‘e pavo. «Entre las funciones que la Constitución asigna al Jefe de Gabinete de Ministros se encuentran: ejercer la administración general del país, coordinar y preparar las reuniones de gabinete de ministros, hacer recaudar las rentas de la Nación, ejecutar la Ley de Presupuesto Nacional y cumplir con aquellas responsabilidades que le delegue el Presidente de la Nación…..»
 

¡Casi nada! Ejercer la administración general del país…

Veníamos de una cultura impuesta desde 1955 en que sin que fuera explícito, habia un primer ministro. Que era el Ministro de Economía. Fueran gobiernos democráticos o dictatoriales daba igual; casi era indiferente quien fuere el Presidente, lo que importaba era el ministro de Economía; esto generaba también una comodidad para el Presidente de turno, que cuando se le complicaba el partido cambiaba de ministro e iba zafando. Claro, que el nuevo funcionario salía de la misma cantera que el anterior, y si se salía de los cánones previstos ya se encargaban los lenguaraces del «establishment» de voltearlo con dos o tres tapas de sus medios.

Había también una concepción de un reparto entre los distintos ministerios, a los que se los veía como representantes sectoriales encargados de canalizar esos intereses de sector ante el Gobierno Nacional cuando la cuestión es exactamente inversa: Es el gobierno nacional, que barca como abarcativo de todos los sectores es por su mandato Constitucional el que debe fijar las políticas a seguir y los ministros los encargados de implementarlas en cada uno de los sectores de la sociedad.

Esta pauta cultural fue «abolida» en 2003 cuando Nestor decidió asumir las responsabilidades reales del Presidente y no esconder la cola a la jeringa. Desde entonces y aunque cueste acostumbrarse al cambio la responsabilidad del manejo de la economía pasa principalmente por la Presidencia de la Nación y la Jefatura de Gabinete, como la Constitución manda.

Claro está que los poderes fácticos no se resignan a esto, y hemos visto pocos Jefes de Gabinete que realmente cumplan a fondo la función que la Constitución les impone, y algunos hasta han sido como representantes de esos poderes ante el Gobierno, en lugar de cumplir sus funciones.

Realmente, para quien tenga aspiraciones a mayores responsabilidades es un lugar crucial. Es el lugar desde donde puede hacerse conocer desde la gestión, y salir de esa función eyectado sin pena y sin gloria no es un buen antecedente. Y menos para descender a lgas menores como es la administración municipal (sin menoscabo de la importantísima función de los Intendentes). No es lo mismo jugar en 1ª A que en la B Nacional. Los seguidores de Racing, San Lorenzo, River Plate, y ahora Independiente, sabemos como es. Volver a ascender a la categoría máxima no es tarea fácil.

Sergio Massa quiere emprender ese camino; puede que la inevitable polarización lo va a favorecer, su heterodoxa composición de seguidores le promete cosechar por izquierda y derecha en el voto irracional de quienes basta que sea contra Cristina, les importa muy poco lo demás (ya que ellos «no se meten en política»), pero no creo que le resulte fácil. El objetivo de conseguir un número de bancas en el Congreso que haga prosperar un Juicio Político y destitución del gobierno (golpe blanco al estilo Paraguay) les queda demasiado grande…

Por otra parte, la candidatura de Massa, me parece, significará la definitiva desaparición de Francisco de Narváez y Mauricio Macri de la escena política nacional. Que no es poca cosa…
***
EN CAMPAÑA

Raimundi: «Nunca vi tanto establishment explícito en una lista»

El diputado nacional por Nuevo Encuentro advirtió que en la lista del Frente Renovador, que encabeza el intendente de Tigre y que competirá por acceder al Congreso de la Nación desde la provincia de Buenos Aires, «conviven un contacto muy fluido con la embajada de Estados Unidos, como es el caso del propio (Sergio) Massa, el Grupo Clarín, sectores industriales, la derecha del justicialismo, es decir, una cantidad grande de factores de poder».


A través de un comunicado, Carlos Raimundi señaló que, con la candidatura del intendente de Tigre, “el establishment cree haber encontrado la pieza que le faltaba para tener un candidato en el 2015, pero eso requiere emitir opinión, cosa que hasta ahora Massa no hizo». 
Para el diputado, «va a ser el propio establishment el que va a marcar el tono de la campaña, aunque Massa quiera imprimirle un tono moderado». «Esto será así -afirmó Raimundi- ya que lo que importa no es solo la retórica del candidato sino los factores de poder que lo sostienen, y al no tratarse de un líder, no será Massa el que encabece el proceso sino esos mismos factores».

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