PERONISMO. Cristina promete enderezarlo desde el PJ y rescatar a la Patria de la destrucción
Abajo, un comentario. JS
Durante mucho tiempo abogué porque Cristina tomara las riendas del Partido Justicialista –poco mas que una cáscara vacía– y aprovechando las facilidades que las nuevas tecnologías ofrecen, lo convirtiese en un poderoso partido de masas en el que los afiliados sean consultados y puedan participar. Lamentablemente Cristina lo hizo a destiempo, tarde, luego de que el compañero Ricardo Quintela proclamara su postulación y recorriera parte del país buscando apoyos y adhesiones. Es bueno recordar que el gobernador riojano logró que se aprobara en su provincia, La Rioja, una Constitución modelo, inspirada en la de 1949, la misma que fue abrogada por un simple bando militar de la mal llamada Revolución Libertadora. La puesta en vigor de la nueva Carta Magna riojana se hizo de manera festiva y con la presencia no sólo del gobernador Axel Kicillof, sino también varias de las «espadas» indiscutibles de Cristina, que entonces no criticaron la manifiesta decisión de Quintela, por lo cual éste pudo interpretarlo como una tácita aprobación.
La decisión de Axel Kicillof de buscar su reelección y rechazar el convite a competir por la Presidencia se reveló acertada. Quienes le ofrecían ese presente griego pretendían que lo sucediera el prostibulario Martín Insaurralde, que si su catadura hubiera quedado expuesta en la campaña, hubiera logrado que el peronismo perdiera la Provincia de Buenos Aires, el principal bastión donde hoy se encuentra atrincherado, resistiendo el tsunami de los enemigos de la Nación. Una derrota irremontable. Porque Massa, que nunca fue peronista –y era imposible que ganara siendo a la vez un ministro de economía impedido de controlar la inflación– fue, sin embargo, el mejor candidato posible.
Sorprendido por la inesperada postulación de Cristina a la jefatura de un PJ al que –en tiempos pretéritos y no sin justas razones– había minusvalorado, Quintela metió la pata al promover el regreso a su seno de quienes se habían pasado a las filas de sus enemigos. Pero esto no hace que se lo pueda confundir con quienes, como el traidor gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y los legisladores que aprobaron el RIGI. Quintela, como Kicillof no sólo son compañeros; son compañeros sobresalientes.
El entorno de Cristina promovió un «operativo clamor» fallido, y sus partidarios «paladar negro» no sólo no le suman sino que le restan. Le piden a Kicillof autocríticas y rectificaciones cuando no han abierto la boca para explicar su continuada relación con el efímero patrón del yate Bandido, viajes pagados por el Departamento de Estado en compañía de los más granado y granuja del PRO y la LLA o la promoción de la empresa estatal israelí Mekorot en todo el territorio nacional, empresa que es verduga de los palestinos en la Cisjordania ocupada y que considera que el agua potable no es un derecho humano sino una mercancía.
Mejor es tarde que nunca. El arribo a la presidencia del PJ de Cristina es una muy buena noticia. A condición de que lo potencie convirtiéndolo en un democrático partido de masas y recupere el favor de la juventud, para lo cual considero imprescindible atraer a quienes hoy están en formaciones paralelas como Juan Grabois, Ofelia Fernández, Pedro Rosemblat, Marcos Aramburu, etc.
A condición, me parece, que Cristina entienda que su entorno no despierta la misma confianza que ella. Un poco, con ella se repite lo que se registró con el último Perón. Ojalá se dedique a convocar y conformar un amplio Frente Patriótico que frene y derroque aun gobierno virreinal, cipayo y entreguista que, para colmo, está deslizándose visible y pornográficamente hacia una dictadura liberticida.
Para bien o para mal (yo creo que para bien porque no se me ocurre nada mejor) Cristina ocupa hoy el lugar que ocupó Perón en aquel lejano 1973. Y por suerte, con mucha mejor salud y estrella (que no haya salido aquella bala es lo más parecido a un milagro que he conocido). Como sucedió con el general, la confianza depositada en ella no es transferible. Hay demasiados logreros y chupamedias pululando a su alrededor.
El próximo miércoles 13 a las 11 de la mañana, la Cámara de Casación Penal (como ya se ha adelantado, otra vez de manera obscena) condenará sin la menor prueba a Cristina en la llamada «causa Vialidad». Ese día tenemos que revivir el 17 de Octubre original, cuando el pueblo trabajador rescató a Perón de la cárcel y lo elevó a la categoría paladín indiscutido. Ese día tenemos que estar todos en Comodoro Py y dejar claro que, cueste lo que cueste, ella es la jefa de nuestro movimiento.
Es loable el esfuerzo que Marcelo y su equipo. Aun en tiempo de escasez. Creo que todo esfuerzo publicitario y reflexivo como este merece nuestras felicitaciones y apoyo.
Abrazossss.
hola no tienen algún canal de youtube un postcast o algo así?
Juan: esperemos a ver que hace Cristina… sus primeros pasos, visitar Avellaneda, sin avisar al intendente, Ferraresi, claramente pasandole cuentas pendientes (ferraresi fue vicepresidente del Patria!!). no es una buena señal….
Su entorno mas cercano, se dedican a atacar a Kiciloff… si no les pone bozal, vamos mal..