RUMBO AL 2019 – FELIPE SOLÁ. Video completo y repercusiones de la cena de periodistas con el precandidato

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Diez días atrás celebramos una primera cena de una serie que nos proponemos* hacer con los precandidatos a la Presidencia del campo nacional y popular (y posiblemente también con los que se postulen a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires) en diálogo con más de medio centenar de periodistas, politólogos, encuestadores y otros formadores de opinión, tal como se informó aquí con amplitud. Poco después uno de los periodistas, Rubén Furman, escribió una crónica para Socompa, el sitio que dirige Eduardo Blaustein, y mas tarde otro de los colegas que asistieron, Horacio Ríos, hizo lo propio para Noticias Urbanas. Invitamos a leerlas. Y, si tienen un poco de tiempo o gustan guardarlo, ofrecemos también el completísimo video de su intervención y respuestas a las muchas preguntas que se le hicieron, en un video hecho por la TV Sindical (quienes entrevistan son, en la previa, Antonio Domínguez, y en los comentarios finales, Víctor Schajovitsch).

Felipe Solá se alía y se diferencia

“El próximo gobierno debe cerrar la grieta”

Lucrecia Cardoso, Rolando Baró, Felipe Solá, un servidor y Lorena García.
POR RUBÉN FURMAN / SOCOMPA
La oportunidad fue una cena con periodistas en la que fue dando definiciones fuertes y afirmó su voluntad de ser presidente. La relación con el kirchnerismo, una nueva ley de medios y cómo salir de la herencia macrista fueron parte de un menú donde se habló de casi todo.
«No comparto la tesis de Laclau de que un gobierno se define por sus enemigos. Se define por sus hechos y, si puede, por sus logros” lanzó Felipe Solá. Por si a alguien no le quedaba claro a qué se refería, reforzó casi sin alzar la voz: “el futuro gobierno no debería buscar enemigos, azuzarlos, sino esperar que le vengan solos, porque le van a sobrar”. Para Felipe, que aspira a ser el próximo presidente, la futura gestión también “debe proponerse cerrar la grieta. Eso no quiere decir dejar todo como está, sino que no debe fogonearla”.
Con esa diferenciación de la gestión cristinista, pero dispuesto a participar de una interna abierta opositora que incluya a la ex presidenta o a sus leales, el ex gobernador bonaerense expuso noches atrás sus ideas. Lo hizo ante medio centenar de periodistas y comunicadores especialmente invitados. En su mayoría próximos al kirchnerismo y muy dispuestos a escucharlo tras su ruptura con el massismo, que sigue poniendo a CFK como un límite de las alianzas. Allí habló de su visión del momento y de su charla con la ex presidenta en agosto pasado, donde le blanqueó sus aspiraciones. Con 68 años cumplidos en junio “es seguramente mi última chance”.
A pocas cuadras de allí, el macrismo imponía su presupuesto en el Senado con respaldo de muchos gobernadores peronistas. “Este gobierno tiene un enorme poder económico, financiero, mediático y por ende político”, comprueba. Cree que no tiene sentido condenar a los gobernadores sino comprender lo que ocurre. “Actúan por temor y se someten con la creencia de que se pueden salvar individualmente”.
La derrota del macrismo en 2019 no está asegurada pese al enorme fracaso de todas y cada una de sus promesas electorales. Para Felipe, las elecciones del año próximo “no son una pelea ya ganada”. Afirma que es el propio gobierno quien difunde encuestas en que CFK aparece  ganando. “Es para infundir miedo en los propios y relajar a los opositores”. Cree que es muy positivo que haya muchos precandidatos de la oposición, “porque mantiene la pelota en el aire y fortalece las expectativas de cambio”. Reclama una amplitud sin igual para reunir a todos los opositores. Y hasta cita a Perón cuando en 1973 decía  que “grano a grano, me voy comiendo el choclo”.
“Los votos opositores están en todas las provincias, aun en las que ganó Cambiemos por el desencanto y las consecuencias del macrismo”. Pero el futuro gobierno surgirá “con la peor herencia imaginable y será débil frente a esta concentración de poderes con apoyo internacional”.
Invoca su experiencia como gobernador en el polvorín social del 2002 para definir lo que cree prioritario. “La próxima gestión tendrá mil problemas pero deberá concentrarse en un objetivo central que subordine a todos los demás: proteger el trabajo nacional. Un solo objetivo y no muchos”.
Aun con sus divisiones, Solá imagina al movimiento obrero como un componente esencial en la alianza opositora. Pero “hay que recuperar a los sectores medios, que mayoritariamente están en la lona”. Da un ejemplo dramático: “los líderes de los movimientos sociales que marchan a diario me dicen que pareciera que nadie los ve”. Otro tanto con las protestas sindicales, que la prensa adicta al gobierno describe sólo como un obstáculo para desplazarse. “El clima va a cambiar cuando la clase media que se está fundiendo estalle en un cacerolazo. A eso sí que le tiene miedo Macri”. Aunque no lo exprese, el planteo presupone una visión de cómo está conformada “la grieta”.
Felipe no ve ninguna en la eficacia de la nostalgia kirchnerista del “vamos a volver, vamos a volver”. Más aún:  desalienta todo programa que se proclame como “restaurador del kirchnerismo”. Y eso no implica mantener los desequilibrios instalados  por el gobierno de los Ceos. “Desenganchar los precios de los alimentos de las fluctuaciones del dólar es algo que ya se hizo en Argentina en los años cuarenta (del siglo pasado). Idem con las tarifas.
”El próximo gobierno deberá obligar a los grupos económicos a renegociar. Empezando por el acuerdo con el FMI, que es inaplicable”. Pone como ejemplo la actitud de Néstor Kirchner aplicada en las renegociaciones de la deuda, en el 2005/2007. En cambio, no cree posible restaurar la Ley de Medios derogada de hecho por el macrismo y cree conveniente “trabajar en una nueva norma” que garantice la pluralidad de voces.
El próximo gobierno también deberá poner énfasis en “temas cruciales, como es el de la seguridad” urbana.  Reivindica la experiencia de las reformas policiales bonaerenses aplicadas durante su gestión en la provincia y evoca la “experiencia exitosa” de las manzaneras de Duhalde en el momento de mayor fragilidad social tras el estallido del 2001. “Esto vale para la seguridad pero también para muchos otros temas: el próximo gobierno deberá empoderar a los sectores sociales para ganar fuerza. Hay que ganar en el territorio y no sólo en el Congreso”.
El próximo gobierno, dice, no se definirá por su relación con EEUU  sino por su apego a la prioridad nacional de defender el trabajo nacional y reconstruir  el tejido social. Difícilmente volvamos a tener Unasur, apunta. Hay que desideologizar las relaciones internacionales y subordinarlas al objetivo central.  Con estas propuestas, dice, ya está caminando el país.

El exgobernador bonaerense entregó definiciones sobre 2019

La semana última, el precandidato presidencial peronista Felipe Solá fue el único invitado en una charla-cena con periodistas en el restaurante El Refugio, que funciona en la sede de la Asociación de Hijos del Ayuntamiento de Oleiros, ubicado en Piedras 844, en el barrio de San Telmo.

POR HORACIO RÍOS / NOTICIAS URBANAS

La semana última, el precandidato presidencial peronista Felipe Solá fue el único invitado en una charla-cena con periodistas en el restaurante El Refugio, que funciona en la sede de la Asociación de Hijos del Ayuntamiento de Oleiros, ubicado en Piedras 844, en el barrio de San Telmo.

Distendido como pocas veces, Solá mantuvo un diálogo sin condicionamientos previos con una cuarentena de periodistas de distintos medios, que no dejaron de lado ningún tema. Encuestas, perspectivas, Cristina, Macri, posibilidades y estrategias fueron las materias que se analizaron exhaustivamente.

“Rumbo a 2019, rumbo a la victoria” fue el lema de un diálogo que se extendió entre las 21 y la 1 de la mañana. Siguiendo la tradición, en las mesas hubo “canelones para todos”, menos para Solá, que primero pidió un filet de merluza y finalmente no lo consumió.

La primera advertencia del candidato estuvo relacionada con los resultados de las encuestas más recientes, que comienzan a ubicar a Cristina Fernández de Kirchner en el primer lugar en las preferencias de los futuros electores argentinos. “No reflejan la realidad –anticipó Solá–. Es una estrategia de Cambiemos, que busca con esto un doble efecto. Por un lado, asustar al electorado que jamás votaría a CFK, obligándolos a concentrar nuevamente el voto en Cambiemos y evitando que busquen otras opciones por afuera. Por el otro, la intención es generar triunfalismo del lado peronista para volvernos descuidados.”

De todos modos, el ex gobernador bonaerense aseguró que CFK supera a Mauricio Macri en la intención de voto, “pero por cifras más reducidas de las que mostrarían los sondeos de opinión”. Según esos guarismos, Cristina aventajaría a Macri por tres o cuatro puntos en la intención de voto, una diferencia exigua “que obliga a no bajar la guardia, porque las elecciones no están ganadas”, advirtió. Basándose en esto, Solá volvió a insistir, como en otras ocasiones, en la necesidad de sostener al justicialismo unido. “Si hay dos peronismos, eso es jugar para Macri”, enfatizó.

Entre las numerosas preguntas que respondió, Solá se mostró partidario de “realizar una interna abierta en la que se debería aplicar el sistema d’Hont sin piso, para que todos tengan representación y los acuerdos preexistentes se mantengan después de la elección”.

Solá relató también su última reunión con Fernández de Kirchner, en la que sostuvieron una discusión franca y ambos coincidieron en la necesidad de mantener unida a toda la feligresía peronista, porque si no fuera asì, el triunfo estaría lejano.

Entre los presentes en el ágape se pudo divisar al activo Roly Baró, uno de los mentores del encuentro; a Juan José “Pájaro” Salinas, que ofició como presentador del candidato; al ex vocero de Néstor Kirchner, Miguel Núñez; a Martín García, ex presidente de Télam; a Gabriel Fernández, conductor de La Señal Medios; a Lucrecia Cardoso, ex titular del Incaa; a Patricia Barral; a Lorena García (que no es la hija de Martín, según aclaró ella misma); al secretario de Relaciones Sindicales del Sindicato de Prensa Buenos Aires, Santiago Magrone; y a los periodistas Martín Piqué, Luis Bruchstein, Julio Fernández Baraibar, Jorge Mancinelli, Mara Álvarez, Omar Quiroga, Hernán Brienza, Fernando Ferreira, Néstor Piccone y Oscar Tafetani. También estuvo presente el dirigenrte peronista Víctor Cantero.

Hubo otros presentes y algunos que por distintas razones no pudieron asistir, entre los que figuran Aldo Amura, Alberto Dearriba, Hugo Barcia y Edgardo Esteban.

En una fecha a designar aún, el próximo invitado a El Refugio será otro de los aspirantes a la presidencia, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá.

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*El grupo organizador está conformado actualmente por Rolando Baró, Lorena y Martín García, Aldo Amura, Edgardo Esteban, Alberto Dearriba, Teodoro Boot y Mario Moldovan.


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2 comentarios

  1. hola pájaro,Felipe pidió un filet de merluza,lo tomo como un mensaje a sus otroras socios de la UE,,acuerdo de ,vengan a pescar al mar argentino que el recurso es de todos pero lo manejo yo,todos recaudaban para la corona,y estas empresas particularmente españolas aún están usufructuando el mar argentino,y luego viene las semillas modificadas geneticamente ,para beneficiar a monsanto,hay que hacer número ,pero no olvidar que mas que el filet le gusta el panqueque,salute

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