Un detallado relato sobre el asalto al cuartel de La Tablada

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Todavía no leí el libro y me molesta que en esta entrevista sus autores ni siquiera mencionen tangencialmente que la nuestra (la de El Porteño y Nuevo Sur, corregida y aumentada en el libro Gorriarán, La Tablada y las «guerras de inteligencia» en América Latina, de Julio Villalonga y quien escribe) no haya sido no digo la mejor sino la única cobertura del ataque al cuartel y del inicuo juicio a los incursores y otros militantes del MTP que ni siquiera habían pisado el cuartel. Y que fue gracias a esa cobertura que la CIDH (en la que entonces estaba Jorge Taiana) pudo condenar al Estado argentino, entre otras cosas, por las desapariciones y asesinatos de Ramos, Ruiz y Díaz. En fin, que si no fuera por aquella cobertura y los aportes de otros periodistas (como Juan Irigaray -por entonces en RTVE- y Rolando Graña*) y reporteros gráficos como Eduardo Longoni, sobre el asalto al cuartel de La Tablada se lo ignoraría absolutamente todo.

Dicho esto, y aclarado que no encontré en esta entrevista referencia a revelación** alguna (ahora se puede hablar con claridad del protagonismo de Gorriarán Merlo en el nacimiento de Página/12, tema que fue buchoneado por el propio Lanata y que en su momento nosotros obviamos… a pesar de lo cual fuimos perseguidos por el directorio del diario… por si las moscas***) pero también que todo lo que lo que los autores dicen me parece razonable, los invito a leer esta entrevista que apareció primero en un blog y que luego publicó el diario «La Capital» de Mar del Plata.

El 23 de enero próximo se cumplirán 25 años del ataque al cuartel de La Tablada por parte de dirigentes y militantes del Movimiento Todos por la Patria. Los periodistas Felipe Celesia y Pablo Waisberg, autores de varios libros como las biografías de Rodolfo Ortega Peña y Mario Firmenich, acaban de publicar «La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla Argentina», de editorial Aguilar.

Antes de presentar «La Tablada» en la Feria del Libro de Mar del Plata -el domingo 24, a las 19, en la Sala María Lozzi de la carpa de la Plaza Mitre-, Felipe Celesia y Pablo Waisberg mantuvieron un amplio diálogo.

-Junto a Pablo Waisberg han escrito varios libros sobre la historia reciente argentina. Por qué eligieron ahora el tema del copamiento de La Tablada?

-FC: La idea surgió un poco de casualidad. Cuando estábamos escribiendo la biografía de Firmenich llegamos al asalto a La Tablada y nos costó hacer una puesta en común de lo que había ocurrido el 23 de enero en ese cuartel. Ahí tuvimos el primer indicio de que había algunos misterios misterio a develar: ¿cómo y de qué manera el MTP había decidido tomar un regimiento militar? Y en el mismo nivel de importancia ¿qué ocurrió dentro del cuartel?

-¿Si bien el libro es reciente, ya han tenido repercusiones sobre el tema?

-PW: Hasta ahora tuvimos buenos comentarios. Gustó mucho la estructura del libro, que incluye una crónica del asalto al cuartel, que reconstruimos con testimonios de incursores, soldados y  militares, la instrucción judicial y el juicio oral; y la historia política del MTP. Y hasta ahora no existía una reconstrucción del asalto con el detalle que la presentamos nosotros, y tampoco se había sistematizado la historia de la organización, que recuperamos con entrevistas a militantes y la reconstrucción de la colección completa de su revista, «Entre todos». En el proceso de investigación logramos reconstruir la colección completa de la revista y la digitalizamos, y la vamos a poner a disposición de los lectores en http://latablada.tumblr.com

-¿Cómo se armó el libro? Es evidente que hay mucha investigación, análisis de documentos, entrevistas…¿Les costó obtener testimonios de primera mano?

FC: La investigación nos demandó tres años de investigación. Relevamos los 53 cuerpos de la instrucción judicial, los 12 cuerpos de las actas del juicio oral, hablamos con los asaltantes que sobrevivieron, con militares, con carapintadas, en fin, con todos los que quisieron dar testimonio. Fue bastante arduo convencer a los hombres y mujeres del MTP que entraron al cuartel porque venían arrastrando casi 25 años de silencio. Al único miembro de la conducción del MTP que está vivo, Roberto Felicetti, lo esperamos un año y medio y soportamos que nos dejara de «clavo» no menos de cuatro o cinco veces. Pero es así. En muchos casos, los protagonistas necesitan tiempo para decidirse a hablar.

-El 23 de enero próximo se cumplirán 25 años del ataque a La Tablada. ¿Qué pretendía el Movimiento Todos por la Patria (MTP) con esta acción?

PW: La conducción del MTP entendió que el gobierno de Alfonsín sufría un vacío de poder. Gorriarán Merlo insistía con la teoría de que «el poder flota» y que para tomarlo hacía falta un grupo decidido. Sobre esa base y la existencia de un gobierno que venía cediendo a los reclamos de lo que en ese momento era «el partido militar», comenzaron a plantear que había un golpe de Estado en marcha. Como no podían saber dónde y cuándo estaban reunidos los conspiradores, plantearon una suerte de montaje que era ingresar a La Tablada simulando una nueva rebelión militar, copar el regimiento y encabezar una movilización a Plaza de Mayo. Iban a decir que un grupo de civiles frenó el golpe y pensaban exigirle cambios de fondo al gobierno de Alfonsín. Pero no lograron llegar al fondo de cuartel, donde estaban los tanques, y quedaron encerrados en el regimiento. Eso desmoronó el montaje.

Cuatro personas desaparecidas
 

-¿Cuántas personas participaron en el ataque a La Tablada?. ¿Cuántas murieron?
PW: Ingresaron 46 militantes. Un tercio de ellos tenía instrucción militar, algunos sumaban varios años de combate en la selva nicaragüense enfrentando a la contrarrevolución sandinista. Dentro del cuartel había unas 120 personas, la mayoría eran conscriptos y algunos suboficiales y oficiales. Murieron 33 asaltantes, esto incluye a fusilados y desaparecidos; 5 militares, 4 conscriptos y 2 policías.
 

-Pocos recuerdan que hay  desaparecidos. ¿Cómo se puede resumir lo que sucedió con ellos?
 

PW: Hay cuatro desaparecidos: Iván Ruiz, José Díaz, Carlos Samojedny y Francisco Provenzano, Ruiz y Díaz fueron detenidos en la tarde del lunes 23 de enero, cuando se incendió el edificio de la Guardia de Prevención. En el libro está la secuencia fotográfica en la cual se ve que los detiene un comando y los llevan hacia el interior del predio. No aparecen nunca más. El Ejército da una explicación inverosímil: dice que esos dos militantes, que habían combatido durante casi diez horas, que estaban heridos y desamardos, se escaparon de un cuartel rodeado de militares y policías. Samojedny y Provenzano se rindieron con vida en la mañana del martes 24 de enero y los llevaron junto a los otros 14 asaltantes a una oficina en los fondos del cuartel. Allí los desnudaron y torturaron a todos. Después preguntaron por Samojedny y Provenzano, se los llevaron aparte y nunca más aparecieron. Pero además de los desaparecidos hubo fusilamientos o ejecuciones sumarias de asaltantes rendidos y heridos como Berta Calvo o Pablo Ramos, que fue detenido y apareció con ocho balazo, uno de ellos disparado de cerca y en la cabeza.
 

Enrique «Coti» Nosiglia y el juicio
 

-¿Cómo evaluas el juicio realizado a los responsables del ataque?
 
FC: El juicio adoleció de segunda instancia, que es un principio básico del derecho a defensa, es decir, la posibilidad de que un tribunal superior revise tu condena. Esa fue una mácula en el juzgamiento a los incursores. Y luego estaba claro que el alfonsinismo buscó una condena rápida y ejemplar: a Felicetti le dieron la misma pena que a Videla y a Puigjané, el fraile capuchino que no entró pero fue acusado de participación intelectual, le dieron más años de cárcel que a Agosti. Y no se investigaron las ejecuciones sumarias, las desapariciones y las torturas a los asaltantes.
 

-Sobre el ataque también recayeron sospechosas versiones sobre el ex ministro del Interior durante el gobierno de Alfonsín, Enrique «Coti» Nosiglia. ¿En el juicio se descartó todo aquello?
 

PW: En el juicio se descartó. No hubo conspiración alfonsinista. La relación de Nosiglia con el MTP venía a través de la relación familiar que tenían los Nosiglia con los Provenzano, dos familias radicales. El Coti conocía y tenía cierta relación con Pancho Provenzano, uno de los cuatro desaparecidos en La Tablada, pero eso no implica que existiera una conspiración. El MTP decidió intentar modificar el tablero político. Por otro lado, no encontramos ningún dato concreto que permitiera pensar que, como se dijo, les «vendieron carne podrida» de parte de algún sector del gobierno de Alfonsín. En todo caso, lo que hubo fue una lectura de la realidad tamizada por la ideología de la conducción de MTP de 1988, que expresaba una línea política bien distinta a la de su fundación, en mayo de 1986.

-Casi nadie, señalan ustedes, puede entender realmente que fue lo que pasó aquel 23 de enero de 1989…Sin embargo, el libro hace su aporte, con muchos elementos novedosos. ¿Creen que pueden reabrirse investigaciones?

 

FC: En este momento está en discusión en la Justicia si los delitos cometidos por los militares dentro del cuartel son de lesa humanidad y por tanto, imprescriptibles. Veremos que se resuelve en ese sentido pero los delitos de los incursores ya fueron juzgados y los responsables militares del copamiento están presos, como el general Alfredo Arrillaga que tuvo un papel nefasto en Mar del Plata como amo y señor de la vida y la muerta en «La cueva» de la Base Aérea.
 

El marplatense Roberto Felicetti y las reuniones del MTP con Lanata

-En el libro hay bastante referencias a Mar del Plata. Incluso algunas figuras del MTP, como Roberto Felicetti son de esta ciudad…  
FC: El MTP tuvo en Mar del Plata un desarrollo importante, de hecho, el único miembro aún vivo del conducción nacional del MTP, Roberto «El Gato» Felicetti, nació en la ciudad, como su esposa de aquel entonces, Dora Molina, que estuvo fuera del cuartel como parte de los grupos de agitación y fue condenada. Además, uno de las víctima del MTP en los episodios del 23 de enero, Oscar «Cacho» Allende, vivía en la ciudad y era el encargado de ofrecerles a los militantes marplatenses ser parte del operativo. También eran marplatenses los hermanos Horacio y Miguel Ángel Luque, ambos muertos en La Tablada, que trabajaban en el Puerto y militaban en el MTP dentro del área sindical.
 

-De hecho, se cuenta en el libro sobre una reunión desarrollada en Mar del Plata entre Jorge Lanata y Enrique Gorriarán Merlo para financiar la aparición del diario Página 12…
 

FC: Exacto. En 1987 Lanata fue a Mar del Plata acompañado por dos hombres que luego serían directivos de Página 12: Jorge Prim y Hugo «Biafra» Soriani. En esa primera reunión con Gorriarán, Lanata discutió las líneas generales de lo que luego fue el diario. 

Notas:

* Entre otras cosas, Graña reveló que el mismo mayor Jorge Varando que se llevó a Iván Ruiz y José Díaz hacia los fondos del cuartel («La Tosquera»), dónde se perdió su rastro, fue el asesino, casi doce años después, de Gustavo Benedetto, de 23 años, el 19 de junio de 2001 en Avenida de Mayo y Chacabuco donde estaba ubicada la sede del HSBC en la que era jefe de Seguridad.

** Lo más novedoso parece ser un plan, que nunca se concretó, de Gorriarán de montar en 1981 (a continuación de la ejecución de Somoza en Asunción) de un foco rural en Jujuy.

*** Una versión acerca de este vínculo puede encontarse acá. Y una larga y exhaustiva, de Rubén Furman -que fue el primer secretario de redaccion del diario- acá. Furman también es el autor de una reseña sobre el libro de Celesia y Waisberg que puede leerse acá.


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