AMIA-Atentado II. Human Rights Watch descarrila y se precipita al infierno de las chantadas
HRW es, lo advertimos hace mucho, un agente del imperio, y particularmente del lobby sionista, que no trepidó en falsificar fotos para «probar» que los aviones de Gadafi había bombardeado Bengazi, de manera de justificar la intervención internacional que, disfrazada de «misión humanitaria» culminó con su derrocamiento y asesinato, y el de todos sus acompañantes. Ahora, en lugar de protestar por la agresión israelí a Siria, sale a la palestra a criticar a su ex directivo Timerman y al gobierno argentino por entablar negociaciones con Irán. Me ahorro calificativos para que no me tilden de pornográfico. Eso sí, decir que la investigación del atentado a la AMIA se había «encarrilado» en los últimos tiempos, cuando no se hizo nada de nada, es un apoyo explícito al fiscal Nisman, quien, pronto se verá, no tiene pruebas contra Irán, solo meras conjeturas pergeñadas por el Mossad y refrendadas por Stiuso, todavía menos serías que las del «Best seller» de Fontanarrosa.
La nota apareció el sábado, pero se me había pasado.
Human Rights Watch expresó su sorpresa
La entidad defensora de derechos humanos dijo que el acuerdo puede afectar la investigación
Por Silvia Pisani | LA NACION
WASHINGTON.- Una de las más reconocidas entidades de lucha por los derechos humanos en el mundo se declaró «sorprendida por el anuncio de un acuerdo del gobierno argentino con Irán para investigar» el atentado terrorista a la AMIA. Expresó, además, el temor de que ese pacto «pueda afectar» el curso del expediente en la sede penal, justo cuando «se había encarrilado» el procedimiento.
«Nos llama la atención, nos sorprende mucho todo esto», dijo en esta ciudad el titular de la sección para América latina de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, al responder una consulta de LA NACION.
La organización, una de las más reconocidas en esa materia en la región, es especialmente conocida por el canciller Héctor Timerman, quien -antes de sumarse al gobierno kirchnerista- formó parte de su cúpula directiva.
Nada de eso dijo ayer Vivanco. Pero sí fue especialmente crítico para con el acuerdo y la posibilidad de que, en los hechos, redunde en un «obstáculo» para el avance del expediente en el que vienen trabajando funcionarios judiciales del país.
«Es un riesgo y un peligro» que eso ocurra, dijo, en tono crítico. Por el contrario, opinó que, «en lugar de ese tipo de acuerdos», más redituable sería «dotar a la Justicia para que avance y pueda realizar su trabajo de mejor forma».
Sus expresiones se suman al malestar registrado en esta capital por la decisión. Tal como indicó ayer LA NACION, el gobierno de Barack Obama endureció su reacción inicial de cautela y habla ahora de «escepticismo».
Entre una expresión y otra, legisladores e influyentes medios locales tildaron el acuerdo como «una vergüenza» y reclamaron al Departamento de Estado que fuera «más claro» en sus definiciones.