COVID-19: Otro patógeno marginal que el agronegocio convirtió en celebridad global
La agroindustria debe terminar para siempre porque es una cuestión de salud pública
El nuevo coronavirus mantiene al mundo en estado de shock, pero los gobiernos no se preocupan por combatir las causas estructurales que han povocado la pandemia, El biólogo evolutivo Rob Wallace hace 25 años que estudia los estrechos vínculos entre los nuevos virus, la producción industrial de alimentos y la rentabilidad de las corporaciones multinacionales. En una entrevista en un medio alemán, el Dr. Wallace explicó que «no hay patógenos libres de las andanzas del capital en este momento. Incluso los más remotos se ven afectados, distalmente. El ébola, el zika, los coronavirus, la fiebre amarilla emergiendo nuevamente, una variedad de gripes aviarias y la peste porcina africana en los cerdos, se encuentran entre los muchos patógenos que salen de las zonas más remotas del interior hacia los lazos periurbanos, las capitales regionales y, finalmente, hacia la red global de transporte. Desde los murciélagos de la fruta en el Congo hasta matar a los bañistas de Miami, les lleva unas pocas semanas». También dijo que «la agricultura dirigida por el capital reemplaza las ecologías más naturales, y le da los mejores medios a los patógenos para que puedan desarrollar los fenotipos más virulentos e infecciosos. No se podría diseñar un mejor sistema para engendrar enfermedades mortales». Lo peor es que lo saben pero no les importa porque no tienen que pagar los daños. NOTA COMPLETA EN REVUELTA GLOBAL