|

Graña trata a Lanata de «gordo merquero hijo de puta»

Compartí

Rolando Graña entró a la cooperativa de El Porteño y a su consejo de redacción a mi propuesta. Una asamblea de cooperativistas me había reintegrado al consejo de redacción del que Lanata y sus aliados me habían eyectado, pero apenas fui a trabajar en aquel pequeño cuartito del sexto piso de la calle Perón 1219 lleno de humo, me di cuenta que la convivencia con mi enemigo sería físicamente imposible. Por lo que propuse que Graña ocupara mi lugar. Desde que comenzó a salir Página/12, Lanata trató de todas maneras que El Porteño dejara de salir. Una de las maneras fue contratando a casi todos sus periodistas excepto a unos pocos que le éramos infumables, como Ricardo Ragendorfer, Enrique Symnns y el presidente de la cooperativa y jefe de Arte de la revista, Eduardo Rey, y algún otro que rechazó sus ofrecimientos como Alberto Ferrari. En esta etapa, el trabajo de Graña fue muy importante. Después, también él fue a trabajar a Página, pero esa es otra historia.  


Compartí

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *