Ayer puse el programa de Lanata mientras hacia otras cosas. No lo seguí en detalle pero me bastó ver un poco para darme cuenta de que la había embocado a Milagro Sala. Recién iba en el auto escuchando a Julia Mengolini y Alejandro Lingenti (FM Nacional Rock, 93.7) que se agarraron por un par de temas, el primero, por las expresiones de Cristina enalteciendo a los barrabravas que subidos a los paravalanchas no miran el partido, y después por el programa de Lanata. Ahora enciendo la compu y me encuentro con el mail de un viejo compañero de militancia que vive en Jujuy. Transcribo sus dichos sin dar su nombre, ya que no le he pedido permiso para hacerlo. Pero, repito, es un viejo compañero de militancia al que conozco desde que militábamos en el mismo grupo, la «reserva» de las FAP, hace ya ¡42 años!
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Asunto : Un equipo de periodistas vino a Jujuy a cubrir, básicamente y en apariencia, las características de la organización indo-americana Tupac -Amaru, liderada por Milagro Sala. Con tal finalidad ingresaron a un barrio de la agrupación, mas fueron detenidos e invitados a retirarse. Quien los instaba a irse era un hombre de aspecto bonachón, mas bien gordo, que les explicaba con paciencia oriental los trámites que debían hacer para ingresar al barrio si tal afán se motivaba en un trabajo periodístico.El hombre gordo era , luego se supo, el jefe de seguridad del predio . Un comisario retirado.
Palabras van, palabras vienen, irrumpen en escena dos minas, ambas altas, o que daban esa impresión. Una de ellas, cabeza y media cara cubierta de espesa y enrulada cabellera negra, pasó a expresarle a escribas y camarógrafos su disgusto por la presencia de «prensa no autorizada».
-Despues se la pasan hablando cagadas de nosotros … tómensela… váyanse a la mierda- decía mientras metía manotones a las camaras…
Que si, que no, empujón va , resistencia vien, los del equipo periodístico se metieron en el coche y trataron de partir, pero fueron interceptados. La escena fue grabada por uno de los cámaras que tenía una camarita pequeña.Se les metieron al auto, manotearon las cámaras, sacaron rollos, hubo empujones y presión física hasta que apagaron las imágenes.. pero las presiones y golpes siguieron.
El capitulo dos de esta historia se desarrolló dias despues . No se la iba a perder, se vino Lanata en persona.. y cada cual montó su show. La entrevista con Milagros Sala fué en la sede de la organización. Lanata por un lado y Milagro con un montón de su gente por el otro. Sala pidió disculpas ante la cámara. En todos los idiomas. Lanata fué por más. Preguntó detalles.
– ¿Y quien era esa mina ?- en referencia a la de cabellera negra.
– ¿Quien ? … Ah, Shakira… – le contestó Milagro.
– ¿Shakira? … Bueno… Y que hace… ¿Labura ahi ? Lanata tenía cara de pocker.
– Si, es la encargada de la guardería – le contestaron…
Era surrealista.. Sala diciendo cosas tales como:
– El barrio es público, pero para hacer entrevistas hay que pedir permiso a la oficina de prensa…
– Pero ¿Por qué? Si es público…
– Porque entonces los de prensa los acompañan y les dicen con quien hablar…
– Pero no, que lo que yo quiero es hablar con cualquiera…
– Si. claro . Entiendo… Pero hay que pedir permiso…
Lanata se puso en maestro.. Les empezó a dar clases y consejos… Los otros bajaban la cabeza…
De pronto empezaron a escucharse, cada vez con mayor nitidez, cánticos en la calle..
Cuando bajaron, se encontraron con una pequeña multitud que saltaba con pasión y energía envidiables mientras cantaban a grito pelado la consigna del día : «Nosotros somos buenos /nosotros somos buenos».
Yo escuchaba, doblado por la risa.
El domingo pude ver la edición de Lanata sobre el tema. Incluyó los sucesos iniciales, la entrevista a un diputado justicialista enfrentado con Fellner, filmaciones de archivo, denuncias de ex Tupac …
Yo no se si pudieron verlo, pero mas allá de los motivos por los que este gordo hijo de puta hizo este trabajo (que obviamente daña o busca dañar a la tupac, y a Fellner y al gobierno nacional justo cuando está en progreso el caso Blaquier) la investigación fue buena y lo que se enuncia o denuncia en terminos explícitos o implícitos es correcto.