Murió Ariel Petrocelli, un gran poeta

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Gracias a Boot y a http://elantigal.blogspot.com/ Petrocelli murió el viernes, pero yo recién me enteré ahora.
Busque El Antigal en la versión del Dúo Salteño y no la encontré; la busqué en la de Zamba Quipildor y no la encontré. Se las mando en la de Daniel Toro, una muy buena versión que si no la busqué de entrada es porque Toro cantó para las tropas que participaban del Operativo Independencia.

http://www.youtube.com/watch?v=4usu0qFbPto

Murió el poeta salteño Ariel Petrocelli

A los 73 años de edad murió esta mañana el poeta y compositor Ariel Petrocelli, víctima de una afección cardíaca y tras una intervención quirúrgica que lo mantuvo internado durante una semana.

Desarrolló su actividad artística hasta enero de este año con su esposa Isamara, ocasión en la que presentó el disco «Andar la vida». El año pasado editó el trabajo discográfico «Pueblos», que lo llevó a recorrer decenas de lugares durante en un año.
Nació en Campo Santo el 11 de agosto de 1937. Al terminar la Escuela Primaria cursó el Secundario en el Colegio Salesiano hasta el 2° Año y concluyo sus estudios en el Bachillerato Nacional.

Continuó sus estudios en la Escuela Normal de Salta, donde se graduó con el título de «Maestro Nacional». Ejerció como Maestro de Grado en Cachi, donde escribe la «Zamba de Cachi» dedicada a este pueblo.

Comenzó con sus primeras composiciones a los 19 años… Entre sus obras figuran: «El Seclanteño», «La Bagualera», «Cuando tenga la tierra», «El Antigal», «Soy sembrador argentino», entre otras.

Sus composiciones fueron interpretadas entre muchos otros por: Horacio Guaraní, Daniel Toro, Zamba Quipildor, Los Tucu Tucu, Los cuatro de Córdoba, Mercedes Sosa, Cantores del Alba, Los de Salta, Pedro Aznar, Suna Rocha, etc.

La vigencia de la obra poética de Ariel Petrocelli en los escenarios de todo el país es ineludible. Sin ir más lejos, hace exactamente cuatro días, en la presentación del espectáculo «Quebradeños en el Bicentenario», el jujeño Tomás Lipán hizo un paréntesis para rescatar el valor poético de la obra de Ariel Petrocelli. El cantante destacó la belleza de obras de creadores salteños, como la famosa vidala que pinta con dulce simpleza la dura vida del seclanteño: «Baguala y pena, adiós y arena, por el camino. El seclanteño, sin un destino, como su sueño».

Ariel Petrocelli se encontraba internado desde hace una semana en el sanatorio El Carmen, afectado por un severo cuadro cardíaco. Su cuadro se había complicado y fue operado en más de una oportunidad.

Fuentes: Diario El Tribuno de Salta, www.informatesalta.com.ar y Raíces del Folklore.


———- Mensaje reenviado ———-

De: Pascual Garcia <pascual_indoamerica@yahoo.com.ar>
Fecha: 20 de septiembre de 2010 08:50
Asunto: La muerte de Ariel Petrocelli
Para: «>» <@smtp138.mail.mud.yahoo.com>

Queridos amigos:

El 17 de Septiembre ha muerto en Salta, Ariel Petrocelli.  En su homenaje quiero compartir con Uds, esta semblanza y 5 de sus más conocidas poesías.

Felipe Pascual García.- Indoamérica.-            20 – 9 – 2010


Semblanza

Una lágrima para Ariel

Recuerdo, ya hace tiempo, me hablabas de un país estriado hacia el futuro,
con voz antigüa de guitarra que cantaba a los valles y montañas.
Y era Cachi, y era Cafayate,
Esa guitarra cantaba a la Salta campesina,
La de los gauchos y los vallistos.
Bagualas, vidalas, coplas, zambas,
Y la inconmensurable arquitectura del ensueño,
Que es luz de sacrificio.
Ariel tuvo alma sideral,
La fascinación cósmica juega en su poesía,
como el grito indio que desgarra la historia de nuestra América mestiza.
Ya se acabó.
Ya no escucharemos su voz potente y luminosa.
Ya los antigales no tendrán quien les cante,
ni los vallistos su son de eternidad.
Su voz y su legado pertenecen desde hoy a aquellos a los que le cantó,
desde sus entrañas y desde su corazón,
que son la misma cosa.

                                                                          Canciones
El antigal

En tus viejos brazos se quedo el ayer,
Rescoldo del alma arisca que se fue
El tiempo en tus manos solas,
Quedó tendido sobre la luz
Sangre reseca la mañana
Llorando siglos a la voz del sol
El grito inca estremeció el dolor

Silencio descalzo por tu cuerpo va
Las piedras al viento le roban la sal
Los grillos duermen la tarde
Oro desnudo del cerro atrás
Cayó la boca de tu noche
El oscuro acero de tu negra piel
Para dormirse entre la soledad

Llorando al calor el llanto del indio
En su manantial febril mojando el antigal
Lluvia que viene de Dios.
Antigüo cansancio, lento su andar
Tiene una lanza como un cardón
Y en sus espinas dejo las manos
Para la sangre con otro color
Y al rayo loco dió su corazón

El destino de tu nombre fue final
Y la luna aquella que no alumbra mas.
La hembra cerró su vientre
Y por la frente se desangró;
Dejó las huellas hacia al norte
Buscó el camino para ya morir
Y como madre lloró también su mal.

Ronda por adentro el «amo sideral»
Anda por tus venas, desde que se fue.
Levanta tus ojos negros
Para cubrirte muerto y leal.
Clavó su pecho en la roca
Como una vida, y sin gritar su voz
Se oyó en el cielo hecha una maldición

Llorando el calor del llanto del indio
En su manantial febril mojando el antigal
Lluvia que viene de Dios.
Antiguo cansancio, lento su andar
Tiene una lanza por el cardón
Y en sus espinas secó las manos
Para la sangre con otro color
Y al rayo loco dio su corazón

El Seclanteño

Cara de roca
Mastica coca
Y se ilumina

El seclanteño
Lento camina
Como su sueño

Baja una nube
mientras él sube
no tiene apuro

El seclanteño
de pelo oscuro
como su sueño

Zarcillo de arena
contame la pena
Tu pena de arena
no vale la pena

El valle verde
lejos se pierde
como su canto

El seclanteño
mastica el llanto
como su sueño

Baguala y pena
Adios y arena
por el camino

El seclanteño
sin un destino
como su sueño.

Cuando tenga la tierra

Cuando tenga la tierra sembraré las palabras
que mi padre Martín Fierro puso al viento,
cuando tenga la tierra la tendrán los que luchan
los maestros, los hacheros, los obreros.

Cuando tenga la tierra
te lo juro semilla que la vida
será un dulce racimo y en el mar de las uvas
nuestro vino, cantaré, cantaré.

Cuando tenga la tierra le daré a las estrellas
astronautas de trigales, luna nueva,
cuando tenga la tierra formaré con los grillos
una orquesta donde canten los que piensan.

Cuando tenga la tierra
te lo juro semilla que la vida
será un dulce racimo y en el mar de las uvas
nuestro vino, cantaré, cantaré.

HABLADO:
‘Campesino, cuando tenga la tierra
sucederá en el mundo el corazón de mi mundo
desde atrás de todo el olvido secaré con mis lágrimas
todo el horror de la lástima y por fin te veré,
campesino, campesino, campesino, campesino,
dueño de mirar la noche en que nos acostamos para hacer los hijos,
campesino, cuando tenga la tierra
me pondré la luna en el bolsillo y saldré a pasear
con los árboles y el silencio
y los hombres y las mujeres conmigo’.
Cantaré, cantaré, cantaré, cantaré.

Para ir a buscarte

Para ir a buscarte
he vestido de rojo mi guitarra
he colgado la estrella de mi canto
en el vértice mas sonoro de su boca.

Tus ojos
arañan un pedazo de la noche
yo estoy en la cruz de las vigilias
comiéndome un pedazo de tu sombra.

Para ir a buscarte
solté las amarras de mi esperanza
y el potro de mi corazón salvaje
al relámpago de tu sangre que me llama.

Tus ojos
arañan un pedazo de la noche
yo estoy en la cruz de las vigilias
comiéndome un pedazo de tu sombra.

Para ir a buscarte
sol de las amarras de mi esperanza
y el potro de mi corazón salvaje
al relámpago de tu sangre que me llama.

Ajedrez por milonga

Jugué ajedrez con la vida
Sin saber de la ventaja
Que llevaba en la baraja
 En la primera movida
Comencé bien la partida
Mis piezas jugaban más
Y no sospeché jamás
La dolorosa celada
 Tan solo en una jugada
 La vida me dejó atrás.

Le llevaba alfil y dama
En final ya era mío
Y cuidé de no armar lío
Con los hilos de la trama
Pero se apagó la llama
De la encendida ilusión
En la mejor posición
 la vida me dio las piezas
y con extraña destreza
me capturó el corazón.

Un peón en dama convierte
La guadaña presuntuosa
Y allí se cavó la fosa
La muerte en su propia muerte
Porque jugó de tal suerte
Que con la flecha de un jaque
Le llevé su rey al mate.
Con la voz neutra y fatal
Dijo en tono fantasmal
Es a muerte el desempate.

No es un juego, el ajedrez
Para jugarlo por nada
Mi suerte ya estaba echada
Del derecho o del revés
Porque no hay segunda vez
No se cura de esta herida
Al final de la partida
Me volvió a gritar la muerte
Soy la dueña de tu suerte
Y la dueña de tu vida.

Jugué ajedrez con el hombre
Buscando rival parejo
Para mirarme en su espejo
Y responder por mi nombre.
Pero que nadie se asombre
Del resultado final
Porque en la suma total
Ganó y perdió quien les habla
Otras veces hice tablas
Y anduve de igual a igual.

Por terminar con la historia
Del ajedrez y su juego
 Se demuestra que no hay juego
Que pueda con su memoria
Va dando vuelta la noria
Por una y eterna vez
Se juega hasta la vejez
Pero al final del combate
Se gane, pierda o empate
Siempre gana el ajedrez.


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