PERIODISTAS. Un sentido adiós para Martín Prieto, corresponsal de «El País» en los agitados ’80
José Luis Martín Prieto, que acaba de fallecer a los 75 años en el Hospital de El Escorial, localidad aledaña a Madrid donde vivía, fue desde 1982 hasta 1988 el corresponsal del diario El País (del que había sido cofundador y en el que tenía el rango de subdirector) para toda Suramérica desde un coqueto piso de la calle Tagle casi Figueroa Alcorta, donde gustaba organizar bien regadas veladas a las que solían asistir algunos de los más importantes periodistas locales, entre ellos Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo, gracias a quien resulté invitado a algunas de ellas. Había seguido desde Barcelona la excelente cobertura del juicio a Antonio Tejero y demás golpistas del 23-F de quien firmaba sus crónica como «Martín Prieto» a secas. Y el Perro y Pajarito eran los dos periodistas argentinos que más admiraba, así que no cabía en mi de satisfacción. Fue en esas circunstancias donde me enteré por boca de MP del origen espurio y delictivo de las «adopciones» hechas por Laura Ernestina Herrera de Noble a instancias de Rogelio Frigerio de dos niños con toda probabilidad hijos de desaparecidos, historia que nunca más pude desterrar de mi mente y de la que tantos que la conocieron al mismo tiempo que yo o aun antes prefirieron hacerse los distraídos a fin de no enemistarse con el Grupo Clarín. Por entonces todos creíamos en la añagaza, cuidadosamente pergeñada por su patronal, de que El País era un diario de centroizquierda. Cuando se produjeron los motines militares carapintadas, MP se alineó incondicionalmente con el presidente Alfonsín, con quien lo unían fuertes lazos de afecto. Vinculado en su juventud al Partido Comunista, MP había iniciado su carrera profesional en los medios «del movimiento» (franquista) y un tanto ingenuamente (como también me pasó a mi, que por entonces trabajaba en el Diario de Barcelona) creyó en el supuesto socialismo de Felipe González y Alfonso Guerra que por entonces, en 1982, prometían fraudulentamente que si ganaban las elecciones España jamás ingresaría en la OTAN. Acusado de parcialialidad por la dirección del Grupo Prisa, MP fue relevado de su corresponsalía y se alejó de la rdacción de El País. Nunca dejó de decir que los años pasados en Buenos Aires, donde se casó, fueron los mejores de su vida. Casi nada sé de su posterior trayectoria en Madrid y acaso sea mejor así. Congelados en aquellos años románticos en que militábamos por la verdad y la justicia como émulos del tortugo D’Artagnan –yo, en la redacción de El Porteño– mis recuerdos de él son los mejores.
Muere el periodista José Luis Martín Prieto a los 75 años
LA VANGUARDIA / EFE
Madrid, 1 jun (EFE).- El periodista madrileño José Luis Martín Prieto, conocido por las iniciales MP, ha muerto este sábado a los 75 años en el Hospital de El Escorial, localidad donde residía desde hace unos años con su mujer.
Así lo ha asegurado el diario «La Razón», el último periódico en el que trabajó. El primero fue «Pueblo» y después «Arriba» para pasar a formar parte, en 1970, de la desaparecida publicación madrileña «Informaciones» como redactor jefe y jefe de reporteros.
Nacido en 1944 en la capital, se incorporó al equipo fundacional del diario «El País» en 1977 como adjunto a la dirección y poco después accedió al cargo de subdirector que desempeñó hasta 1981.
En 1982 se convirtió en el delegado de «El País» para América del Sur, con sede en Argentina. Desde este país, entre otras cosas, organizó la salida clandestina de la última hija de españoles entregada en adopción a los asesinos de sus padres.
En «El País» realizó importantes trabajos periodísticos como sus crónicas del juicio de los golpistas del 23 F, o las relativas al proceso democratizador en Argentina.
A su regreso a España, el 1 de marzo de 1988, fue nombrado subdirector de la revista «Tiempo», donde escribió cada semana.
También fue tertuliano en el programa «Protagonistas», dirigido y presentado por Luis del Olmo en la COPE y, luego, en Onda Cero.
Fue asesor de la Presidencia del «Ya», diario del que fue columnista desde enero de 1990. Un año después se incorporó como columnista a «Diario 16», desde donde protagonizó diversas polémicas a raíz de la publicación de algunos de sus artículos.
Por ejemplo el aparecido el 6 de julio de 1993, titulado «Para hijo de puta, Fujimori», que provocó el remite de una carta de protesta del embajador peruano en Madrid, Roberto Villarán, al director del medio, José Luis Gutiérrez.
Pero quizá la más destacada fue la provocada por su artículo «Maricones en Bilbao», publicado el 27 de agosto de 1993, tras la agresión de un grupo de jóvenes, uno de ellos identificado como miembro de la asociación juvenil Jarrai, a un policía autónomo en las fiestas de la capital vasca.
Éste fue contestado en una rueda de prensa por portavoces de la organización juvenil abertzale, en la que dieron «un toque de atención a ‘Diario 16′».
Esto provocó un editorial del periódico el día 28 y un segundo artículo de Martín Prieto, el 30 de agosto, en el que éste hacía pública su dirección y volvía a enfrentarse a estos jóvenes.
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) le apoyó y condenó las amenazas lanzadas contra el periodista desde una de las agrupaciones de Herri Batasuna. Además, Jarrai presentó una denuncia contra Martín Prieto por un presunto delito de injurias y calumnias.
En septiembre de 1993 volvió a cambiar de medio y fichó como columnista del diario «El Mundo» en la sección titulada «Bajo el volcán»; al mes siguiente comenzó a colaborar en la sección de opinión de su dominical, el «Magazine», en el que publicó hasta finales de noviembre de 2009.
Coincidiendo con su llegada a este periódico, inició sus colaboraciones en el informativo «Las noticias» de Luis Mariñas, en Telecinco.
Además, desde de 1994 se sumó como colaborador al informativo «Entre hoy y mañana», en un debate con Federico Jiménez Losantos, y desde 1995 con Luis Herrero, en esa misma televisión.
En mayo de ese año dejó su colaboración en «Entre hoy y mañana» por agotamiento, ya que a primera hora de la mañana mantenía el microespacio «El picotazo» en el programa radiofónico «Protagonistas».
También, desde 1998 intervino en la tertulia de «El primer café» de Isabel San Sebastián, en Antena 3 Televisión, y entre octubre de 2004 y abril de 2005 en «Alto y claro», en Telemadrid. Desde abril de 2010 era columnista en el diario «La Razón», en el que también comentaba libros.
En 1983 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo, por la colección de artículos titulada «Técnica de un golpe de Estado», sobre el juicio celebrado en Madrid contra los implicados en el intento de golpe de Estado del 23F.
El club Internacional de Prensa le concedió el premio de prensa escrita correspondiente a 1992, por sus crónicas en «Diario 16» y en 1993 recibió el Premio Continente de Periodismo, por el artículo «Carta a los presos de ETA», publicado en «Tiempo».
Además, está en posesión de los premios: Popular del diario «Pueblo», Fundación Pablo Iglesias, Antonio Machado, Maratón de la COPE y el de la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericanos (1994).
Cuando se encontraba en Argentina, en 1987 el Gobierno español le concedió la Encomienda al Mérito Civil.
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