Qué puede o pudo hacer Rusia
Según Márkov, la postura de Rusia frente a las acusaciones infundadas, que radica en rechazar las acusaciones,
exigir evidencias sólidas y apostar por los mecanismos internacionales existentes, es demasiado defensiva. A su juicio, Moscú debería ‘contraatacar’ con sus propias versiones de lo ocurrido:»Personalmente, pienso que la teoría más probable es que el Gobierno británico ordenó envenenar a Skripal para
desatar una histeria antirrusa y
dañar la legitimidad de las elecciones presidenciales en Rusia», expuso el analista.La segunda versión sería un intento de asesinato perpetrado por las inteligencias estadounidense y británica con el fin de ‘borrar las huellas’ del polémico dossier sobre Donald Trump, ya que «Skripal participó en su redacción». El Congreso de EEUU ya descubrió que el documento era falsificado, y su paso lógico siguiente sería «determinar quién, para qué y por encargo de quién
lo ha hecho«.
«En este caso, el motivo es bien evidente, y es ‘enterrar’ las huellas de la
falsificación del ‘dosier ruso’ contra Trump», valora el analista. Todas esas versiones, «cada una lo suficiente probable», deben ser declaradas a nivel internacional e investigadas. «En un
mundo de posverdad como el que vivimos hoy, el término ‘altamente probable’ [‘highly likely’, en inglés] va adquiriendo el poder de una valoración jurídica, y hay que saber jugar con las reglas de este juego».
Un futuro opaco
El desarrollo más positivo para Rusia sería el cese de la histeria y un tipo de ‘congelación’ del conflicto y su posterior resolución para el fin del año. Por ahora, lo único que podría desviar los sentimientos antirrusos sería «la agudización del conflicto con Irán o con Corea del Norte», considera Márkov. Pero en cuanto a los escenarios más negativos, el experto se pronuncia de una manera pesimista sobre los posibles planes de las élites de los países occidentales: «Van a envenenar a
algún otro tipo en el Reino Unido, Francia o Alemania, y de nuevo van a culpar Rusia. Con este pretexto tratarán de aislarla, posiblemente
desconectarla del SWIFT o restringir
la compra de los hidrocarburos rusos. Confiscarán los activos rusos en el extranjero», enumera el experto.
Otro riesgo grande sería la intensificación del conflicto en el este de Ucrania ya que «la probabilidad de una guerra en Donbás en los próximos meses es muy alta» (Foto de presentación).
«Pueden presentar un ultimátum: o Rusia cede Donbás, o no hay ningún Mundial. Si elige defender Donbás, que se olvide del torneo. Tales ultimátums pueden ser pretextos para una guerra», advirtió.
No obstante, Márkov cree que los eventos se desarrollarán según un guion ‘moderado’: «lo mismo que ahora, pero algo peor». Al mismo tiempo, el riesgo de un nuevo asesinato de bandera falsa para culpar a Moscú es muy alto: «Esa gente está empleando tecnologías bien probadas. Y funciona: se envenenó alguien, culparon a Rusia y lograron persuadir a su sociedad de que esto es veraz», concluyó el politólogo.