RUSIA – EDUCACIÓN. El gobierno cierra la Universidad Europea de San Petersburgo, bastión de Soros y nido de conspiradores de toda laya
Era, desde 1994, la punta de lanza del neoliberalismo dentro de Rusia. El 65 por ciento de los alumnos son extranjeros, y dentro de éstos son mayoría los estadounideneses becados con 3500 dólares mensuales, un dineral teniendo en cuenta los precios rusos, dinero que aportan las fundaciones de los Soros, McArthur, Ford, Spencer, Carnegie, Rothschild, Adenauer, que son a su vez impulsoras de los «golpes naranjas» en los países que fueron parte de la Unión Soviética o sus aliados detrás de la mítica «cortina de hierro».
La Universidad Europea es un «think tank» dependiente de financiación exterior respaldada por ex altos funcionarios liberales que buscan volver al poder como Alexei Kudrin y Anatoli Chubais y cuyos auspiciantes rusos aportan también subrepticiamente muchos millones de procedencia desconocida. No hay una explicación clara de por qué el presidente Putin permitió hasta ahora que conspirara abiertamente. Quizá haya preferido espiar sus movimientos que cerrarla (es bueno recordar que Putin fue el jefe de la KGB en Leningrado, como se llamaba San Petersburfo en la era soviética) y si ahora cambió de posición ha de ser por tener pruebas de que estaba embarcada en una conspiración de gran envergadura, posiblemente descuierta a partir de que, hace aproximadamente un mes, el ministro de Desarrollo Económico, Alexéi Uliukáyev, fue detenido in fraganti cuando recibía una coima de dos millones de dólares.
En la foto, Vladimir Putin y George Soros.