VIDEOS. ¿DONDE ESTÁ SANTIAGO MALDONADO? Emotivas intervenciones pidiendo su aparición con vida
Me llega el video de unos muchachos/as que recitan a diez voces una poesía escrita en homenaje a Santiago Maldonado. Lo hacen a voz en cuello, apostados en distintos lugares de un vagón de subte semilleno. Me emociona no tanto por su calidad artística, sino porque es la enésima demostración de cuan profundo ha calado en la muchachada que disfrutó de doce años de democracia, una tragedia que -junto con la aparición de grupos de provocadores mal travestidos de manifestantes o de indios cabreados, incitan a la represión- abrió la caja de Pandora, de la que surgieron los treinta mil fantasmas del regreso a épocas horripilantes.
Los veo tan tiernos. Acaso porque pertenezco a una camada que debió acostumbrarse a ni siquiera lagrimear -al menos en público- por decenas de compañeros y amigos cuyo rastro se perdía en la noche… como te enterabas cada día, a veces con mucho retraso.
Emoción, orgullo y extrañeza. Y aprensión por lo que les espera. Porque estos tipos no se van a ir porque pierdan una elección. Su voracidad no tiene límites. Como algunos perros de presa, han hundido sus colmillos en el patrimonio común y no tienen intención de soltarlo. Y parecen dispuestos a todo con tal de evitarlo.
Debajo, un video grabado en una escuela primaria y luego otro del conjumto Karavana en el que aparecen ex compañeros míos de la Secretaría de Derechos Humanos y del Archivo Nacional de la Memoria del que Avruj me echó. Compañeros que son también del reclamo masivo (foto de apertura) que hicieron allí, en la ex ESMA, frente a la nariz del encubridor.