Virtual embajador iraní ridiculiza denuncia de supuesto complot terrorista
Ali Pakdaman, jefe de la embajada irani en argentina: «A EE.UU. no le gusta la verdad»
Por Rodrigo Lloret / Perfil
—La presentación del tema fue tan absurda que ya no sé qué decir, pero como ellos lo plantearon tendré que responderlo. Nosotros tenemos un refrán en Irán que dice: «Damos gracias a Dios por tener enemigos tan estúpidos». En este caso hay que decir lo mismo: esta coartada armada fue tan mal presentada, que ni siquiera ellos mismos lo pueden creer. La persona que ellos dicen que está en contacto con Irán es un norteamericano que también tiene pasaporte iraní y que ha tenido problemas con la Justicia estadounidense. En 2001 estuvo arrestado por estafa, en 2004 tuvo que ser detenido nuevamente por falsificar permisos de conducir, tuvo peleas con mujeres, participó de ventas no muy claras de coches y estaba en contacto con narcos mexicanos, que eran agentes de la DEA. Por otro lado, dicen que este señor se había vinculado con un iraní al que aún no hemos podido localizar, ya que el nombre que dieron es un nombre muy común, como si tuviéramos que buscar en la Argentina a un José Pérez. Por otra parte, sostienen otra cosa que tampoco encaja: dicen que este señor, que supuestamente estaba en Irán, le mandó al otro dos giros bancarios, primero a Estados Unidos y después a México. Dos giros por un valor total de cien mil dólares. Pero, por razones del embargo que impuso Estados Unidos a Irán, es imposible que cualquier iraní pueda enviar dólares a los Estados Unidos. Por lo tanto, y gracias a Dios, este aparente complot se está cayendo por sí mismo. Todo el mundo se da cuenta de que las pruebas que muestran no se sustentan, porque en realidad no hay pruebas.
—¿Usted considera que Estados Unidos basó todas sus denuncias en mentiras?
—Estados Unidos muchas veces en la historia se basó en mentiras para poder realizar crímenes contra la humanidad. No olvidamos que hace casi diez años el señor Colin Powell apareció en las Naciones Unidas con documentos que, aparentemente, eran veraces, para decir que Saddam Hussein había desarrollado armas de destrucción masiva en Irak y que Estados Unidos tenía que atacarlo para prevenir una desgracia en el mundo, porque estaban en contacto con el terrorismo internacional. Es exactamente lo mismo que ahora observamos con esta denuncia que han armado en contra de Irán. El resultado que tuvieron en Irak fue destruir un país, matar a más de un millón de personas y poner en peligro a todo Medio Oriente. De ese modo, terminaron fortaleciendo más al terrorismo internacional, que fue creado por ellos mismos y financiado e instruido por ellos mismos. Al Qaeda es un producto de la colaboración de Estados Unidos. Hace poco nos dijeron que había muerto Osama bin Laden, pero sólo mostraron una foto de (Barack) Obama, Hillary Clinton y todo el staff de seguridad en una habitación mirando hacia una pantalla que nadie sabía qué contenía. Al día siguiente, informaron que habían matado a la persona por la que habían asesinado a miles y miles en Pakistán, Afganistán e Irak. Esa persona, que fue la razón de dos guerras, y aparentemente murió sin que nadie haya visto su cuerpo. Dijeron que, por razones humanitarias, lo arrojaron al mar. ¿Por qué no lo mostraron? ¿No será que esa persona ya había muerto uno años antes pero no lo dijeron para tener la excusa de atacarlo y así poder matar a muchos otros? ¿Cuántas veces tienen que mentir para que nos demos cuenta de que son mentirosos?
—¿Usted no cree que Bin Laden haya muerto tal como lo informó Estados Unidos?
—Lo que yo pregunto es por qué no lo demostraron. Cuando murió el Che Guevara, lo mostraron para que todos los fotógrafos del mundo lo vieran, porque lo consideraban un enemigo de Estados Unidos. ¿Entonces no hubo razones humanitarias? ¿No era el Che Guevara un enemigo de los Estados Unidos, acaso?
—¿Por qué dice que Al Qaeda fue financiada por Estados Unidos?
—Bin Laden fue un terrorista creado, financiado e instruido por los Estados Unidos en la época de URSS. Apoyaron a un príncipe de Arabia Saudita para que luchara contra los soviéticos y luego lo utilizaron contra Irán y los chiitas. Y, más tarde, para justificar todos los crímenes de Estados Unidos en Medio Oriente. Usted no olvide que la primera embajada en el mundo que fue atacada por Bin Laden y sus seguidores fue un consulado nuestro en Afganistán, donde mataron y mutilaron a nueve diplomáticos y tres periodistas. Pero nadie acusó entonces a Arabia Saudita, país de origen de Bin Laden, nadie acusó a los Estados Unidos, se acusó a Bin Laden, a los talibanes y Al Qaeda. En cambio, Estados Unidos está luchando hace diez años en contra de los talibanes y el narcotráfico en Afganistán y cuál fue el resultado: el producto del narcotráfico se ha duplicado y de nuevo quieren negociar con talibanes para restablecer el poder de Afganistán. Esto es de verdad vergonzoso.
—El gobierno estadounidense advirtió que no descarta ninguna opción para responder a lo que ellos consideran una amenaza de Irán. ¿Hay algún temor en Teherán de que la escalada pueda terminar en una guerra?
—Nosotros llevamos más de 32 años siendo amenazados por los Estados Unidos. Desde hace muchos años las flotas armadas están en el Golfo Pérsico acechándonos, pero siempre hemos demostrado que somos un país pacifista. Jamás, en doscientos años, hemos atacado o violado ninguna frontera de otro país, nunca hemos tenido actitudes bélicas. Pero tampoco permitimos que nadie nos ataque. Vamos a defendernos con cualquier método que tengamos a nuestro alcance. Creo que el señor Obama es una persona que no ha podido cumplir ninguna de sus promesas y, por lo tanto, está buscando desesperadamente algún pretexto porque está muy cerca de las elecciones y no ha podido conseguir sus objetivos. Había prometido salir de Afganistán, pero todavía están en Afganistán. Había prometido salir de Irak, pero todavía tiene 50 mil soldados en Irak. Había prometido encaminar la economía del país y estamos en una crisis sin precedentes. Había prometido mejorar el servicio de salud y no ha podido hacerlo. También había prometido resolver el problema de Israel y Palestina, pero no ha podido. En contra de todas las expectativas que había generado Obama como un hombre de paz, se ha puesto en contra de la creación del Estado de Palestina, que fue aprobado por una resolución de las Naciones Unidas hace más de cuarenta años.
—No me respondió si en Irán se evalúa una hipótesis de guerra.
—Yo no quiero hablar de guerra. Sólo digo que Estados Unidos es un país que ha iniciado muchas guerras en el mundo y creó muchos conflictos, siempre basándose en mentiras, conspiraciones y denuncias que no han tenido ningún fundamento. En este caso, no lo sé. Cuando ellos están en problemas, siempre buscan un chivo expiatorio. Yo no quiero hacer ninguna declaración de que habrá una guerra, ni nada por el estilo. Sólo digo que cada vez que Estados Unidos quiso actuar contra la humanidad, preparó una coartada que luego se demostró que era falsa.
—¿Por qué cree que se mencionó a la Argentina en medio de esta denuncia que se hizo en Washington?
—Hablar de la Argentina en medio de todo esto parece un recurso extraído de una película, un show de Hollywood, algo que los norteamericanos hacen habitualmente. El primer día, los oficiales norteamericanos no hablaron de la Argentina, ni se la mencionó. Esa versión salió cuando se conoció una noticia de la cadena de televisión ABC en la cual se hablaba de la Argentina. En medio de este contexto, es importante destacar que, después de tantos años, aquí en Buenos Aires surgió algo nuevo: Irán y la Argentina decidieron colaborar para encontrar la verdad y acusar a los que habían cometido este crimen hace 18 años en Buenos Aires. No olvidemos que los documentos de WikiLeaks demostraron que los norteamericanos, a través de su oficina del FBI en Buenos Aires, siempre estuvieron presionando al ex juez (Juan) Galeano. Un magistrado que fue procesado por haber pagado coimas para obtener testimonios falsos. Pero, en vez de perseguir a los responsables de este atentado, sólo se preocuparon por incriminar a Irán. Una vez que el juez y el fiscal querían llevar a juicio a los encubridores y a los que habían desviado la investigación, de nuevo aparecieron presiones a través del señor (Alfredo) Neuburger, ex presidente de la DAIA que trabajaba con el señor Rubén Beraja; él mismo fue uno de los encubridores de este tema, para que el Poder Judicial sólo acusara a Irán. Yo me pregunto: ¿por qué Estados Unidos tiene miedo de que Irán y la Argentina colaboren para encontrar la verdad? ¿Por qué esta verdad les da miedo?
—¿Y cuál es su respuesta?
—No sé, tenemos que verlo. Nosotros no tenemos la verdad, sino que la estamos buscando. Argentina también quiere la verdad, los dos la queremos, pero Estados Unidos le tiene miedo a la verdad y la está obstaculizando. Esperamos que luego de toda esta colaboración podamos cambiar esta historia. ¿Por qué siempre presionaron aquí para que sólo se acusara a Irán?
—¿Usted dice que la Justicia argentina fue presionada por Estados Unidos para encubrir la investigación por el atentado a la AMIA?
—Sí, la base de todo esto fue por parte de ellos. Estados Unidos había presionado a Argentina. Usted fíjese que los testigos en este caso fueron algunos terroristas iraníes que hoy en día están viviendo en Estados Unidos. Fíjese esta contradicción: Estados Unidos siempre dice que es el país pionero en la lucha contra el terrorismo, pero hay una organización terrorista iraní llamada MKO que está en la lista de los grupos terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, y tiene oficinas en los Estados Unidos, trabajan allí, se manifiestan allí contra Irán y colaboran con Estados Unidos en contra de Irán. Ellos mismos tenían bases militares en Irak durante la época de Hussein y aún las siguen teniendo bajo la cobertura de Estados Unidos. Washington no permite que sean juzgados. Con este doble estándar, no sé cómo pueden hablar de la lucha contra el terrorismo. Esos sujetos mataron a miles y miles de personas en Irán, pusieron bombas en las calles de Teherán.
—¿Usted afirma que sólo por estos testimonios la Justicia argentina fundamentó la sospecha contra funcionarios iraníes en el atentado a la AMIA?
—Ellos son quienes vinieron aquí para dar testimonio y acusar a Irán como autor intelectual. Es la misma organización, son ellos. Es la única prueba que hubo: es el testimonio de personas que ahora son perseguidas por Interpol y acusadas de ser terroristas, con pruebas documentales de que mataron a 14 mil personas. Y no lo decimos nosotros: ellos mismos publicaron comunicados reconociendo esos golpes.
—Interpol también libró una orden de captura internacional contra un grupo de ex funcionarios de Irán que Argentina reclama para declarar en la causa AMIA, ¿por qué rechazan venir a Buenos Aires para responder ante la Justicia argentina?
—Eso es otra cosa, que no tiene nada que ver con el tema que estamos hablando en este momento. Ahora estamos hablando de una acusación falsa y una coartada creada por Estados Unidos. No sé cuál es el objetivo final, pero se relaciona con la desesperación del gobierno norteamericano para desviar la atención de la gente de sus problemas internos. Vemos los indignados en las calles de Estados Unidos reclamando por sus derechos, vemos que destruyeron a países como Irak y Afganistán y crearon una guerra civil en Libia. En Medio Oriente la situación está muy mal: los que ahora ellos llaman dictadores hasta hace un año eran amigos y protegidos por Washington. ¿Cómo se pueden explicar todas estas contradicciones? No olvidemos que el mismo (Muamar) Gadafi fue recibido hace un año con muchos honores en Estados Unidos.
—Si, de acuerdo a lo que usted sostiene, se acusa a Irán en la causa AMIA como una forma de encubrir a los responsables del atentado, ¿quiénes son los verdaderos culpables?
—No lo sé. Eso es algo que tiene que descubrir la Justicia argentina.
—Volviendo a la denuncia que se conoció el martes en Washington, ¿usted cree que la mención sobre la Argentina puede frustrar el diálogo que se estaba empezando a gestar entre Buenos Aires y Teherán?
—Estados Unidos siempre había intentado acusar a Irán para que no tuviera buenas relaciones con sus amigos en el mundo, sobre todo en Latinoamérica. La relación con Argentina no es nueva, tiene más de 109 años de historia. Siempre hemos tenido muy buenos contactos con Argentina. Luego hubo un malentendido entre los dos países y ahora que ambos tenemos la voluntad de colaborar para encontrar justicia, ellos vuelven a manipular las cosas para que no se pueda concretar esta colaboración.
—Vuelvo a preguntarle: ¿en Estados Unidos se mencionó a la Argentina para impedir el diálogo con Irán?
—Aparentemente, la versión que habla sobre la Argentina no la mencionó el gobierno de los Estados Unidos.
—Es verdad, no se dijo nada oficialmente, pero la prensa norteamericana citó fuentes del gobierno que aseguran que en los interrogatorios al detenido iraní se mencionó Buenos Aires como un posible destino de un atentado.
—Para que yo pueda acusar a alguien tengo que mostrar pruebas. Y hasta ahora, no vimos nada de eso. A Estados Unidos no le gusta la verdad, pero si la verdad es buena, tiene que ser bienvenida por todas las partes. Yo creo que ellos tienen miedo a la verdad, en cambio nosotros la estamos buscando.
—¿La Argentina apareció en medio de toda denuncia porque Estados Unidos tiene miedo a la verdad?
—Si Irán y Argentina quieren establecer un punto de colaboración mutua para encontrar justicia y en ese momento ellos dicen lo que están diciendo, es porque tienen miedo a la verdad.
—¿Estados Unidos no está conforme con la colaboración entre Argentina e Irán?
—Eso es algo que uno puede deducir. De otra forma, ¿qué razón había para mencionar a la Argentina?
—En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas del mes pasado, Cristina Kirchner se había mostrado dispuesta al diálogo con Irán. ¿El gobierno argentino ahora enfriará el acercamiento con Teherán hasta que esta situación se aclare?
—Yo no puedo decidir por el gobierno argentino. Está en su derecho de hacer lo que considere necesario. Aunque, seguramente, pedirá a quien está acusando que muestre las pruebas.
—¿Tuvo en estos días algún contacto con funcionarios argentinos?
—No.
—¿Qué significan, concretamente, estas negociaciones entre Argentina e Irán?
—Irán y Argentina durante 18 años se habían acusado de modo verbal el uno al otro. Sin que hubiera una prueba. En medio de todo esto, los que aprovecharon esta discrepancia fueron los verdaderos asesinos que habían cometido este horrendo crimen en el cual murieron 85 personas inocentes y dejaron a tantas familias en luto. Sólo porque se criticaba a Irán, sin ir a buscar a los verdaderos asesinos. Ahora los dos países, por primera vez, decidieron colaborar para buscar la verdad. Nosotros hemos propuesto esto en un comunicado y Argentina ha respondido. Todavía es algo preliminar, no está nada acordado. Irán ha propuesto un diálogo constructivo y la señora presidenta argentina respondió en las Naciones Unidas de modo positivo a esta propuesta iraní. Ahora tenemos que ver las dos partes cómo podemos organizar todo esto, cómo hay que colaborar. El objetivo final es encontrar la verdad y que los verdaderos asesinos sean castigados.
—¿Cómo será la cooperación entre Buenos Aires y Teherán?
—Estamos hablando de un proceso todavía muy joven. Todavía no hay nada hablado o concretado. Sólo fue una propuesta y la aceptación de la propuesta. Hasta el momento, no ha habido ningún tipo de contacto para que las dos partes fijaran algo. Lo único que podemos decir, hasta ahora, es que los dos países hemos decidido empezar un diálogo constructivo de colaboración mutua.
—¿Cuál será el próximo paso a dar?
—Tenemos que esperar.
—¿Qué cambió en la relación bilateral para que Irán propusiera establecer este nuevo vínculo?
—En verdad, Irán ya lo había propuesto anteriormente en otras ocasiones. Pero esta vez se produjo en un momento bastante interesante, porque las dos partes comprendimos que debíamos desarrollar esta colaboración. Esto fue un paso muy positivo tanto por parte de Irán como por parte de Argentina para que de una vez se aclaren las cosas.
—¿En esta colaboración entraría la posibilidad de juzgar a los acusados en un tercer país?
—Todo depende de cuando empiecen las negociaciones. Es muy prematuro hablar ahora, no se puede decir nada por el momento. Todo debe surgir de este diálogo.
—¿El diálogo podría llegar a nivel presidencial?
—No lo sé. Hay que esperar a ver lo que surge de las reuniones.
—Me gustaría preguntarle por otras relaciones de Mahmoud Ahmadinejad con otros presidentes regionales. Estoy hablando de sus fluidos contactos con Hugo Chávez. ¿Qué responde a la preocupación que ese vínculo genera en la colectividad judía argentina?
—Desde 2008 han sido publicados más de 800 artículos sobre el peligro de las relaciones entre Irán y Venezuela. Digame usted qué problema nació de todo esto. Por qué si Irán tiene una relación de colaboración con un país hermano como Venezuela, esto puede generar peligro. En cambio, la relación de Estados Unidos con la región en los últimos años está llena de sangre, está llena de torturas y de desapariciones de personas. ¿Eso no es peligro? Irán tiene contactos con Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Ecuador, con muchos países sudamericanos. Tenemos once embajadas en el continente. ¿Qué peligros surgieron de esas relaciones? Esos temores son puras fantasías. En cambio, hay peligro por la penetración de Estados Unidos en Medio Oriente porque de esa situación nacieron muchas guerras.
—¿Por qué Irán no permite a los funcionarios de la AIEA fiscalizar su plan nuclear?
—El país que no lo permite es Israel, no es Irán. Israel jamás ha firmado el Tratado de No Proliferación de Armas. Pero en Irán cada año se realizan más de seiscientas visitas de los inspectores de la AIEA. Hay cámaras en todas las instalaciones. El proceso nuclear está bajo el control e inspección de la AIEA.
—Pero el Consejo de Seguridad ha establecido sanciones contra Irán por su plan nuclear.
—El Consejo de Seguridad está bajo la influencia de Estados Unidos y dice cosas que no son correctas. Nunca fue demostrado que Irán tenga alguna intención de construir armamentos nucleares. Sin embargo, hay países en Medio Oriente que ya tienen más de doscientas cabezas nucleares, y eso es algo que nadie jamás ha condenado. Además, Estados Unidos acusa a todo el mundo, pero ellos mismos son la base del peligro nuclear. Ellos fueron los únicos que han usado una bomba nuclear en toda la historia, no una, sino dos veces.
—En las últimas elecciones presidenciales en Irán en 2009, Ahmadinejad logró su reelección luego de que la oposición denunciara fraude y se produjeran marchas en Teherán, que fueron ferozmente reprimidas. ¿Cómo explica esa situación?
—Usted sabe que en todas las elecciones del mundo cuando la gente no tiene la capacidad de aceptar la derrota, lo primero que hace es acusar al ganador. Pero Irán es un país maduro, ya hemos tenido muchas elecciones. Desde hace 32 años, con la Revolución Islámica en Irán, hemos empezado este proceso democrático que cada vez se está consolidando, mejorando, madurando, y la gente ya sabe que su voto tiene un valor importante. Por lo tanto, saben que no se lo dan gratuitamente a nadie y lo van a proteger. Hubo grupos que han perdido y han protestado. En mi país, cuando las protestas son sólo protestas, no hay problema. Cuando se convierten en violencia, el gobierno tiene que controlarlas.
—¿Usted puede afirmar que hay una democracia en Irán?
—Exactamente.
—¿Cuál es su opinión sobre Cristina Kirchner?
—Argentina siempre fue y será un país amigo, al que respetamos mucho, tanto al gobierno argentino como a su pueblo.
—¿Podría enviarles un mensaje a los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA?
—Nosotros queremos transmitirles una gran solidaridad, porque también somos víctimas del terrorismo. Sentimos el dolor que siente un familiar víctima del terrorismo. El terrorismo tiene que terminar en todo el mundo. Es la peor condición humana, la más feroz que uno puede encontrar bajo cualquier pretexto, ideología o expresión política. Es algo rechazado por nuestra parte y por cualquier persona que tenga un poco de sentido común. Nosotros siempre hemos querido transmitir nuestra solidaridad con las víctimas argentinas y esperamos que de esta nueva colaboración y este diálogo que surge entre los dos países podamos encontrar la verdad para ellos. Lo único que puede darles tranquilidad a los familiares de las víctimas es encontrar verdad y justicia.