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LA SITUACIÓN EN UCRANIA. China respalda a Rusia y desnuda las mentiras de Washington

China respalda decididamente a Rusia en el contencioso de Ucrania. Su vocero oficioso en inglés desnudó la fabricación en serie de fake news por parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos para apuntalar la mentira mayor: que Rusia planea invadir Ucrania. Si alguna duda cabía el balbuceante vocero del Departamento de Estado Edward «Ned» Price (foto de presentación) lo puso en evidencia ante las preguntas de un veterano periodista (Matthew Lee, de Associated Press (del que deberían aprender los pazguatos que asistieron a la última rueda de prensa de la vocera Gabriela Cerutti) quien lo desnudó en público, dejándolo K.O.

El blooper de Price parece ficción. Bien podría ser parte de una tragicomedia como el laureado film No miren para arriba. Son dos minutos y veinte segundos que vi dos veces sin poder creer lo que veía. Como no sé cortar videos, les informo que está partir del minuto 7 de este programa conducido por Juan Enrique Box Jacquet que emitió ayer por la TV Sindical.*

En cuanto a la posición asumida por el gobierno chino, fue dada a conocer por Urgente 24, un portal que al menos en sus inicios (después le perdí el rastro) estaba vinculado a la CIA. En esta ocasión ofrece información de calidad, por lo que la transcribimos tal cual, cambiándole el título equívoco («Los chinos llegaron a Ucrania… respaldando a Putin») que induce a creer en una intervención militar que no existe siquiera en la más afiebrada mente de los fabricantes de bulos.

Mientras escribía estas líneas, y como en una toma de judo, Putín estaba recibiendo en territorio de Rusia a las mujeres, niños y ancianos del Donbas, dándole pasaportes, refugio y algo de dinero (ver post contiguo de Montserrat Mestre). En vez de invadir, Rusia recibe y acoge a los ucranianos rusoparlantes.

Editorial de Global Times, de Beijing:

Estafa típica de EEUU: engañar a Ucrania para que pague por «protección»

Global Times integra el multimedios del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino, y es la voz de Xi Jinping hacia el exterior (en inglés). Su nota editorial sobre el conflicto en Ucrania es muy importante porque China es un aliado firme de Rusia. El Nº 1 del diario hasta diciembre 2021, Hu Xijin, es un periodista militante que inclusive ha «bajado línea» al Comité Central del PCCh. En la nueva etapa, con Hu jubilado, el director, presidente y editor en jefe es Fan Zhengwei, ex subdirector del departamento de Opinión del Diario del Pueblo. Se le atribuye el siguiente texto:

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró el jueves 17/02 una reunión especial sobre la situación en Ucrania, durante la cual el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, volvió a citar información de inteligencia obtenida por EE.UU. que afirma que Rusia se estaba preparando para lanzar un ataque contra Ucrania en los próximos días. Como el 16/02, anteriormente citado como el día de la invasión, se convirtió en una broma, algunos medios estadounidenses propusieron una nueva «fecha de invasión»: el 20/02. Se puede suponer que una vez que pase ese día, los estadounidenses tendrán una nueva suposición. Cuando se trata de una «guerra«, Estados Unidos ha lanzado una contra Rusia durante mucho tiempo, una guerra de información híbrida.

Esta vez, Rusia le pidió al Consejo que discutiera los ‘Acuerdos de Minsk’, pero EE. UU. desvió la reunión del tema original con la exageración de la «guerra». Como resultado, el problema real sigue sin resolverse. Cuanto más tiempo estén Rusia y Ucrania en un estado de alta tensión, más probable será una erupción de esa tensión. Desde esta perspectiva, el riesgo de un estallido de guerra entre ambos existe y crece constantemente.

Blinken argumentó que Estados Unidos compartió la inteligencia para prevenir una guerra, en lugar de comenzar una. Pero el hecho es todo lo contrario. El fuego fue encendido por los EE. UU., y los EE. UU. han estado avivando el fuego. Después de que el fuego creció, EE. UU. no hizo ningún intento por acabar con él, sino que saltó a un lado, acusando a Rusia de ser el pirómano.

Mirando hacia atrás a la constante escalada de la crisis entre Rusia y Ucrania, no es difícil descubrir que casi toda la información que aumentó la tensión en su frontera provino de «estimaciones de las agencias de inteligencia estadounidenses». Y surgió una situación absurda al describir la crisis: Rusia y Ucrania estaban negando las noticias falsas, pero Washington, al otro lado del mundo, estaba tocando el tambor y la trompeta. Estados Unidos usó su poderosa máquina de propaganda de opinión pública para cubrir el sonido de las partes directamente involucradas, ignorando deliberadamente las preocupaciones de Ucrania y hablando a la fuerza en nombre de Kiev.

La gente tiene todas las razones para sospechar que Washington ha producido tanta «inteligencia» solo para impulsar a la OTAN.

Si Washington realmente quiere calmar la situación, simplemente puede dejar de empujar a la OTAN para exagerar la tensión hacia el este. Pero después de todos sus esfuerzos, Estados Unidos no debilitó a Rusia como deseaba. En cambio, Ucrania, que Estados Unidos decía «proteger», se ha convertido en la mayor víctima: por temor al estallido de una guerra, ha surgido el pánico en Ucrania y los empresarios y funcionarios adinerados han comenzado a huir. Los conflictos violentos en el este de Ucrania se han intensificado y la situación en la frontera es más volátil. Pero a Washington no le importan la estabilidad ni los intereses de Ucrania. Lo que quiere es ansiedad y caos en Kiev.

Estados Unidos ha estado muy acostumbrado a jugar la táctica de pelear una guerra de información y opinión pública, y es bueno para hacer cambios conceptuales y revertir causa y efecto. Con frecuencia juega el truco de un ladrón que grita «¡Alto al ladrón!» Desde la Guerra de Vietnam a la Guerra de Irak, luego a la Guerra de Siria, las agencias de inteligencia de EE. UU. siempre han sido la mano invisible detrás de la hegemonía de EE. UU., y las historias de su oscura historia son innumerables. Intentan engañar al mundo con los típicos trucos de estafa de telemercadeo: inventan una escena, engañan a las «víctimas» para que hagan juicios erróneos y luego les piden que paguen por «protección». Washington ha estado familiarizado durante mucho tiempo con el uso de noticias falsas como armas para su propio beneficio político.

En los últimos años, Washington se ha vuelto más obsesionado con el uso de información falsa para obtener ganancias políticas. Para eludir su responsabilidad, EE. UU. ha permitido que las agencias de inteligencia estén «a cargo» del rastreo de los orígenes de COVID-19. Para difamar a otros países, Estados Unidos ha seguido fabricando mentiras bajo el pretexto de los «derechos humanos». Para mantener su hegemonía, Estados Unidos ha suprimido empresas de otros países por diversas razones injustificadas. Sin embargo, a medida que crecen las noticias falsas, el antiintelectualismo que fomenta también ha fracasado. Bajo el título de país de desinformación número uno del mundo, la sociedad estadounidense también se ha convertido en víctima de la desinformación de Washington, y su caos interno y su histeria diplomática son dos caras de la misma moneda.

Esto le recuerda a la gente un dicho famoso: «Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo». Dejemos que los políticos de Washington inventen mentiras y descubrirán que al cavar hoyos obstinadamente para otros países, son los propios cimientos de EE. UU. los que eventualmente se aflojarán.

NOTA

* El compañero Box está alineado con los seguidores de Lyndon LaRouche, fallecido hace dos años. Tuve conocimiento de su existencia por primera vez pasada la mitad de los años ’80 por boca de Rogelio García Lupo. Era la época de las sublevaciones carapintadas y algunos vínculos del coronel Mohamed Alí Seineldín con el larouchismo (que ya por entonces editaba la revista Executive Intelligence Review) hicieron que se le colocara el marbete de «fascista» a pesar de sus inequívocos orígenes en la izquierda estadounidense anti banca de Londres y Wall Street. El video que se ofrece en la cabecera contiene además de las tonteras de Ned Price, interesantes exposiciones de Dianne Sare, candidata a senadora por el larouchismo.

Xi Jinping y Vladímir Putin, una alianza consolidada.

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