Es una iniciativa del diputado Gerardo Rico, a quien conocí en el exilio barcelonés allá por 1977. Recuerdo la primera reunión formal que tuvimos, en la cervecería de Lesseps (donde tanto me gustaba comer sepias a la plancha con papatas bravas) para sacar una pequeña publicación con noticias de aqui que todavía conservo.
El proyecto aprobado en la Cámara de Diputados santafesina establece "una pensión mensual no contributiva de carácter vitalicio para madres, cuyos hijos/hijas se encuentren muertos/muertas o en situación de desaparición forzada víctimas del terrorismo de Estado".
Dijo en la ocasión Gerardo que "las Madres han sido incansables y valientes luchadoras en todos estos años. En las peores condiciones dejaron sus hogares y su vida cotidiana para denunciar la desaparición de sus hijos e hijas, y muchas de ellas de todo su núcleo familiar como Esperanza Labrador, -quién ya no está- y a quién quiero dedicar en su homenaje este pequeño logro. Con esta medida compensatoria desde el estado provincial no se subsanarán las ausencias, pero será el reconocimiento desde el mismo Estado como un hecho simbólico a su inquebrantable dignidad".