OPINIÓN – PASO. Por qué voy a votar a Randazzo
POR ADRIÁN DOMÍNGUEZ
Lo que todos sabemos de Scioli es que llegó de la mano de Menem, sin militancia, experiencia de gestión y/o formación alguna que ameritara su ingreso a la política y que su única cocarda era ser un personaje mediático que aùn hoy, y luego de varios años de jugar en la primera línea , bastardea, banaliza y hasta diría faranduliza la política. Prueba de esto último es la operación mediática de su esposa Karina Rabollini y el conductor Fantino en cuyo programa se intent
ó desprestigiar al compañero Randazzo a partir de su desafortunada expresión en Carta Abierta del “Proyecto manco”. Del mismo modo la ùltima aparición de la pareja (Daniel y Karina) en el programa de Tinelli y que mereció cierto reproche por parte de la Presidenta.
También conocemos que desde su gestión en la provincia de Buenos Aires, la m
ás grande en términos poblacionales, económicos y sociales, no es muy demostrativa que digamos en cuanto a haber aprendido algo de quienes política y presupuestariamente lo han apoyado durante todos estos años con paciencia y generosidad infinitas, como Nèstor y Cristina. A punto tal, que el cuadro provincial lamentable en salud, educación y en cuanto a los principales problemas como la inseguridad, infraestructura y asentamientos territoriales de los màs vulnerables, sólo logran ser revertidos a partir de las políticas públicas nacionales. No es el ámbito provincial precisamente un espejo en el cual se reflejan las políticas públicas nacionales en materia de derechos humanos, desarrollo de políticas redistributivas, o creación de ámbitos de construcción ciudadana. No hay atisbo desde la gestión provincial de estar en sintonía con el ideario nacional y popular.
Desde lo discursivo, ¿cuáles han sido las definiciones políticas de Scioli? ¿cu
áles respecto a la ley de medios audiovisuales, a la industrialización del país y a las condiciones de desendeudamiento? Por nombrar sólo algunas. ¿Cómo dice que va a proteger estas realizaciones y aún más, que va a hacer para profundizarlas? Todo sus comentarios publicados al respecto han sido ambiguos. Y no es momento para ambigüedades o tibiezas. Hay que ser claros en cuanto a qué se quiere sostener y qué cosas debemos rechazar. Es una etapa de grandes complejidades donde habrá que elegir respecto a la intervención del Estado en cuanto a diversos temas, tales como: el debate sobre los derechos humanos y su profundización, fondos buitre, desendeudamiento, renta agraria y retenciones, paritarias y mercado laboral, son algunas de las problemáticas que integran el listado de la agenda del país a mediano plazo y que exigen ya definiciones muy concretas, porque de su discusión depende la continuidad o no de las realizaciones de estos doce años.
Randazzo ha demostrado en este sentido un acompañamiento y compromiso con las políticas nacionales mencionadas, con la necesidad de resignificar los espacios regionales como la Unasur, al mismo tiempo que la continuidad de los juicios contra los representantes del terrorismo de estado, y por supuesto una vocación muy firme desde la gestión ferroviaria y en la instrumentación de la documentación de personas en beneficiar a los sectores populares.
Igual que en la década del noventa, cuando Macri, Masa y por supuesto Scioli, eran todos menemistas, para los sectores del establishment, hoy no hay mayores diferencias entre ellos, salvo los intentos forzados de Scioli por aparentar ser el representante de paladar negro kirchnerista, pero que no convencen a nadie, tampoco al establishment. De modo tal, que sus integrantes, saben que con uno o con otro el poder màs pronto que tarde vuelve a sus manos, a través de una devaluación, o programa de restricción fiscal como le llaman, porque es “insoportable el gasto público”.
Asì es que los operadores mediáticos del poder ya hablan de los candidatos indistintamente, sobre todo en referencia a Macri y a Scioli, ya que Massa está fuera de carrera para la presidencial, en el sentido que cualquiera de ellos deberá aplicar el ajuste en la economía con una redistribución feroz hacia los sectores concentrados y la consiguiente pèrdida adquisitiva de los asalariados. No lo dicen asì por supuesto, ellos hablan de la necesaria devaluación y endeudamiento externo, como el futuro escenario económico irreversible, para el que deberán estar dadas las condiciones políticas que lo posibiliten. Tanto Macri como Scioli garantizan políticamente ese escenario económico. Y por supuesto esto implica ningunear mediáticamente a Randazzo que es el candidato que naturalmente representa la continuidad del proyecto nacional y popular.
Cuando se dice, tal vez con cierta inocencia, que Scioli convoca a sectores independientes que Randazzo no puede, ¿a cuales sectores se hace referencia? Indudablemente a aquellos que nada tienen que ver con el pensamiento de la inclusión, y de la construcción de ciudadanía, cuestiones que poco les interesan. Se invoca entonces que hay que ganar de cualquier manera y que únicamente Scioli garantiza la victoria.
El interrogante es si éste cálculo electoral, en términos de construcción política estratégica resulta vàlido. Porque compañeros, en un horizonte temporal de no m
ás de 2 años con Scioli en el poder, quienes tenemos un pensamiento acorde a este proyecto nacional estaremos en la oposición. No tengo dudas de que lo que Scioli garantiza es el regreso más inclemente al menemismo puro y una nueva frustración de la voluntad popular.
Por todo esto votaré
è en las PASO al compañero Randazzo quien ha demostrado desde la gestión y desde sus claras definiciones políticas un acompañamiento acorde a un proceso nacional y popular.
Yo también voto a Randazzo, y si gana Scioli, lo voy a votar en las generales.