VIOLENCIAS. Verbitsky, Milei, Mirtha Legrand, Grabois y el recuerdo de Rulo Panebianco
La habitual homilía dominical de Horacio Verbitsky es interesante por varios motivos, el principal, me pareció, es su glosa del discurso de Javier Milei en Davos, que explicita a la perfección los lineamientos que sigue y seguirá siguiendo el Presidente mientras le dejemos, para desguazar completamente al Estado (excepto sus cuerpos represivos) y entregarnos a la voracidad del capital extranjero. Tambien es interesante su referencia a la actitud de Mirtha Legrand, quien en el tramo final de su vida, ha decidido desmontar las identificaciones que se le atribuyeron con la dictadura exterminadora. Es en este punto, que volvió a referirse al secuestro de una sobrina y de su marido, Raúl «Rulo» Enzo Panebianco (foto), de quien fui compañero y amigo.
Que fue muy torturado y asesinado en un supuesto «enfrentamiento» con otros compañeres por una patota encabezada por el nazi Raúl Guglialminetti, uno de los que la vicepresidenta quisiera ver en libertad.
Verbitsky criticó duramente a Juan Grabois, que contestó a las violentísimas amenazas de Milei a los «zurdos hijos de puta» (a los que prometió perseguir por aire, mar y tierra y quiere ver temblando) con una violencia similar, como si pudieran establecerse equivalencias entre quien detenta por ley el monopolio de la fuerza del execrado estado con un dirigente social que carece de custodios y transita libremente al alcance de los insultos y amenazas de cualquier cobarde émulo del Gordo Dan, cabecilla del brazo armado liberto.
La historia de Rulo y su esposa bien merece la pena en momentos en que desde el Estado se reivindica a la dictadura genocida.
Rulo Panebianco estuvo «chupado» y fue torturado en el denominado oficialmente Centro Antisubversivo de la Policía Federal, de donde fue sacado con dos compañeras y otro compañero, metidos adentro del Citröen 3 CV de un quinto desaparecido, y todos acribillados en las cercanías de la cancha de Huracán.
Dicho lugar, mas conocido como «Club Atlético», debajo de la autopista 25 de mayo, en Puerto Medro (justo enfrente de San Telmo) es un Sitio de Memoria, de una memoria que está siendo arrasada y sus trabajadores despedidos por este gobierno neofascista y negacionista.