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PERIODISMO BIZARRO: Zloto destroza a Santoro por su nota sobre las supuestas cuentas de Máximo y Nilda Garré en el extranjero

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Con Santoro pasó  un poco lo mismo que con Lanata, mientras el Gobierno no enfrentó las pretensiones de Magnetto de digitarlo, se le perdoba todo o caso todo. Recuerdo particularmente una tapa de Clarín en la que -de acuerdo a la letra que tiraba «Jaime»- dedicada a sostener que el fulminante utilizado para volar la AMIA habñia ingresado desde Brasil por la Triple Frontera en tiempos de Alfonsín… siendo Argentina un país minero donde hay muchos más fulminantes que pumas, yaguaretés, caburés y otras especies autóctonas, y además son pequeños y caben unos cuantos dentro de un atado de cigarrillos. Pero en aquel tiempo reinaba el lema «entre bueyes no hay cornadas» dentro de la corporación periodística  como bien describe Hernán López Echagüe en su «El Perro. Horacio Verbitsky, un animal político». No comulgar con la filosofía solaniana (de Solá, no de Solanas… aunque también) le valió a él el exilio y a mi el exilio interior… pero esas son historias pasadas. Igualmente, después del «comando mixto venezolano-iraní entrenado en Cuba de Van del Kooy», nada me sorprende. Lástima la enorme cantidad de olfas, alcahutes, pelotas y chupamedias que pululan y proliferan en torno a Cristina y Máximo. Si mantuvieran la compostura y no se la pasaran compitiendo por el premio al ditirambo acaso recibiéramos oleadas de arrepentidos, de gente horrizada por quienes pretendieron erigir a fiscal fiestero roba sueldos y labador en probo prócer republicano. JS

POR NAHUEL COCA

Marcelo Zlotogwiazda le pegó durísimo a su otrora compañero de grupo por la nota que publicó anteayer que decía que Máximo Kirchner tenía cuentas en Irán y Delaware. La inocencia con la que Santoro dice que no consiguió más información es increíble (lean la nota). A diferencia del periodismo de la primera democracia, ya no hace falta recolectar datos a la hora de investigar.

«Fracasé en varios intentos de conseguir más datos. Recién este año, una segunda fuente bancaria independiente de la primera me confirmó quela cuenta del Felton, más la del Morval de la isla Caymán y la de Tejarat de Irán existen. Pero mis notas no solo se basan en estas fuentes bancarias que pidieron mantener su nombre en el anonimato, sino en documentos y en el hecho que el banco suizo UBS cerró la cuenta del fideicomiso argentino-venezolano en Caracas en el 2010, después de la denuncia del ex embajador Eduardo Sadous sobre un supuesto faltante de 90 millones de dólares.»

Lo que Santoro, es qué cuerno  tiene que ver la existencia de una cuenta sin titulares, de la que le constan sólo una serie de números, con las otras circunstancias que describe. Fue mucho más sólida la desmentida de Máximo Kirchner que la trivial denuncia que la inspiró.

Santoro es un ejemplo de un periodista «de investigación» que se ganó muy rápidamente la chapa, y que con el impulso de un diario canalla ha conseguido cucardas inmerecidas. Tiene razón Zloto: qué le costaba a Santoro chequear un poco sus datos. Lo que la data no da, el condicional no lo presta.


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