Merz ha representado los intereses de algunas de las élites corporativas y financieras más poderosas del mundo

En una nota publicada en el digital UnHerd, el periodista Thomas Fazi, comenta la obra del escritor alemán Werner Rügemer, BlackRock Alemania: El poder mundial secreto, sus prácticas en Alemania y Friedrich Merz, sobre la relación del futuro canciller alemán y la multinacional.

Fazi señala que cuando Friedrich Merz fue contratado en 2004 como asesor principal de la firma de abogados y lobistas internacionales Mayer Brown, ayudó a cerrar acuerdos mediante los cuales inversores de EEUU compraron las  principales empresas alemanas. No pasó mucho tiempo hasta que BlackRock  fichó directamente a Merz.

Bajo la influencia del futuro canciller, BlackRock se convirtió en uno de los mayores accionistas no alemanes de muchas de las empresas más importantes del país, desde Deutsche Bank hasta Volkswagen, BMW y Siemens, escribe Fazi. Pero su intervención en favor de la corporación no se quedó en promover  la enajenación de las empresas de bandera alemana, sino que facilitó reuniones entre el director ejecutivo de BlackRock y los políticos alemanes para diseñar políticas que favorecieran a la multinacional.

Merz es un firme partidario de la desregulación y la privatización de los sistemas de bienestar social, en beneficio de empresas como BlackRock, es un firme opositor del salario mínimo y de las leyes contra el despido injustificado, señala Fazi. Los alemanes han puesto el zorro a cargo del gallinero, dice Werner Rügemer.

Pero no sólo los alemanes sufrirán las consecuencias, sino toda Europa.  Merz es un atlantista furibundo que defiende una política exterior agresiva, y para llevarla a cabo quiere aumentar desorbitadamente el presupuesto de defensa en todos los países de la UE, una agenda que tiene en Úrsula von der Leyen a su más fiel representante.

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