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AMIA. Gabriel Levinas sugiere que la PFA fue cómplice en el atentado

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Noviembre de 2001. Brindis en la DUIA (Dirección Unidad de Investigaciones Antiterroristas, sucesora del disuelto DPOC). El comisario Jorge «El Fino» Palacios, el finado Carlos Soria (que era subsecretario de Seguridad Bonaerense y pasó a ser jefe de la SIDE cuando Duhalde fue Presidente) José Hecman (delfín de Beraja a quien éste dejó en su lugar cuando tuvo que dejar la DAIA doblemente acosado por el escándalo del encubrimiento y por la quiebra fraudulenta del Banco Mayo), el comisario Rubén Santos, entonce jefe de la PFA, el entonces presidente de la DAIA Aldo Donzis y el subjefe de la PFA, que no recuerdo como se llamaba.


La nota que Gabriel Levinas, autor de AMIA, La justicia bajo los escombros y actual lugarteniente de Jorge Lanata (que también fue coautor del primer libro sobre el mismo tema, Cortinas de humo) publicó hoy en La Nación es casi perfecta hasta los dos últimos párrafos (ver link abajo). Sugiere que la información que un topo infiltrado por la PFA en el edificio de la calle Pasteur 633 fue utilizada para cometer el atentado. Sin embargo en los dos últimos párrafos pretende endilgarle la responsabilidad del inesclarecimiento a los gobiernos kirchneristas obviando que fueron Israel y la DAIA quienes pilotearon el encubrimiento desde un primer momento en ambos atentados ni preguntarse por qué lo hicieron. Recuerdo cuando Néstor Kirchner le recordó a los dirigentes de la DAIA que plañían por la falta de avances en la causa AMIA que eran ellos quienes no querían que se avanzara en el esclarecimiento de quienes y por qué fueron los asesinos.

En mi libro AMIA, El atentado. Quienes y por qué fueron los autores, dejé clara la complicidad policial, y en el posterior Narcos, banqueros y criminales,  expliqué que el motivo de tan basto encubrimiento fue que ambos atentados se cometieron en el marco de un ingente tráfico de drogas y armas (en ese orden) y en represalía porque empresarios judíos que participaban del lavado y blanqueo del dinero producido y su introducción a bancos de los Estados Unidos se quedaron con  el dinero.

Poco después del atentado, la DAIA de Beraja condecoró a los policías responsables de la investigación a pesar de que estaba claro que varios de ellos habían empiojado y enturbiado la investigación para proteger a los asesinos.

Siete años después, seguía haciéndolo (ver foto)

Leer la nota de Levinas aquí.


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