Caso AMIA. Anuncian que las conversaciones argentino-iraníes comenzarán pronto
Las conversaciones argentino-iraníes tendientes a esclarecer lo verdaderamente sucedido en el atentado a la AMIA comenzarán pronto, aseguró el investigador aficionado José Petrosino (es de suponer que luego de consultar a fuentes de la embajada de la República Islámica de Irán).
«El punto de partida será lo único que saben con certeza los iraníes: que ellos no fueron» y las conversaciones se centrarán «la prueba ya producida existente en los voluminosos expedientes y su verificación/ventilación en los debates públicos de los tres juicios orales asociados, a saber: 1) El llamado ARMIAS o «de la pista carapintada» de 2000; 2.; El llamado «de la conexión AMIA» de 2101 a 2004; y 3. el del agente de inteligencia brasileño Wilson dos Santos, de 2004″.
Petrosino sostiene que «lo único que hay que hacer es exhumar toda esta prueba ya producida, que sopesada y evaluada como corresponde n(lo que no se ha hecho hasta ahora) es redundante para esclarecer totalmente el caso», y que en esto consiste la cooperación iraní ofrecida oficialmente el 16 de julio pasado» y aceptada en septiebre por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
En cuanto al video de los 40 minutos posteriores a la voladura de la mutual hebrea del que la Agencia Judía anuncio su aparición a 17 años de aquél atentado, Petrosino se mofa del supuesto hallazgo extemporáneo y de las pretensiones de que sirva para esclarecer el atentado. El video de marras habría sido tomado por «un aficionado» que se encontraba en la calle Pasteur entre Sarmiento y Corrientes, es decir a tres cuadras de la AMIA, y que desde allí fue acercándose al lugar de la catástrofe, agregó.
«Existen cientos de imagenes tomadas a pocos minutos de la explosión», recordó, «las más relevantes, las seis tomas del fotógrafo Calderón –que estaba en un negocio en Pasteur y Viamonte y salió de éste por la explosión, disparando su cámara hacia «el derrumbe»– que captaron al electricista Joffe herido al costado de su auto tratando de levantarse; a la señora Rosa Montano de Barreiro herida corriendo hacia la esquina de Viamonte para buscar ayuda para su hijo que yacía muerto sobre la calzada; al repartidor de Sacaan, Terranova hijo tratando de ayudar a su padre también fallecido» y «una parte importante del volquete vacío que estaba frente a la puerta de la AMIA, que quedó sobre la vereda de la AMIA al lado del auto de Joffe, adonde llegó luego de rebotar en el edificio de enfrente», toda fotos publicadas en «Cortinas de humo», el libro de Jorge Lanata y Joe Goldman aparecido a fines de 1994.
Petrosino recordó también que Lanata y Goldman pusieron en entredicho la hipótesis de que la AMIA fue volada por una Trafic-bomba, y que «las declaraciones de Joffe y de Rosa Montano, así como la otros varios heridos sobrevivientes) fueron lapidarias para esa falsa hipótesis» porque no sólo que «no vieron (ni oyeron) el tal engendro explosivo móvil imaginario, sino que aseguraron, a pesar de todas las presiones para que dijeran lo contrario, que de ninguna manera podría haber existido porque por el lugar que ocupaban al momento de la explosión, ellos forzosaente deberían haberlo visto u oído.
En efecto, tanto Juan Carlos Álvarez el barrendero que se encontraba frente a la puerta de la AMIA, como Gabriel Villalba, otro testigo que estaba mirando en el momento de la explosión hacia su puerta procurado detectar precisamente las Trafics del STO que le ponian cepos a los vehículos mal estacionados como el suyo, negaron taxativa y enfáticamente la existencia de la supuesta Trafic-bomba, no sólo en los tribunales sino también ante quien escribe.
«Por esta razón sus declaraciones (de Joffe y Montano) y las de muchos otros testigos presenciales fueron desvalorizadas o directamente descartadas en la instrucción», y aunque «fueron confirmadas y ampliadas en las audiencias orales (…) a los jueces del TOF3 también se los presionó para que dieran por cierto (la existencia de) ese falso coche-bomba y lo incluyeran en su fallo (…) lo que hicieron (recién luego al día siguiente de haber leído la sentencia. N. del E.) a pesar de que, por ser una cuestión eminentemente técnica, no hacía al objeto procesal del juicio», por lo que «no deberían haberse expedido sobre ella».
Petrosino adelantó que «justamente esta falacia va a estar en la primera línea de lo que los iraníes van a plantear en las negociaciones acordadas.
Por lo que Pájaro Rojo puede colegir que habrá innúmeras presiones para que esas conversaciones no se realicen. Pues no son pocos en Israel y Estados Unidos que pretenden darle a Irán el mismo trato que a Gadafi: disparar primero y preguntar después.