CASO NISMAN – BOCHORNO: La justicia federal se hunde en un pozo de abyección

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… que ríanse del payaso de Bonadio. Pero no se atreve a ir contra Cristina, a la que, para distraer la atención sobre el estado de K.O. (nocaút) técnico en que se encuentra el gobierno, algunos senadores afectos han pedido que se la desafuere (algo imposible) con el único objetivo de distraer la atención de la gilada (recomiendo escuchar la canción “Clase media”, de Max Gonzaga, que acabo de subir)..

Para más escarnio, una publicaciòn de Infobae demuestra que el fallo (nunca tan bien empleada a la palabra) ya estaba en poder de ese medio (y de Clarín) ¡desde abril!, lo que confirma las fundadas sospechas acerca de que se dio a conocer ayer con el evidente propósito de difuminar el impacto de la Marcha Federal y la evidencia de que el elenco gubernamental està al borde del K.O., sin otra respuesta que reprimir el descontento popular luego de haberle entregado la conducción de la polítca económica al FMI.

Los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia confirmaron (?) que el fisca Nismanl fue asesinado (?), sin explicar quiénes ni cómo lo habrían matado. Los dos pillos ni siquiera mencionan a Cristina. Se limitaron a elucubrar que a Nisman lo habrían matado a causa de las acusaciones que había hecho contra la Presidenta y su canciller por haber firmado el Memorandum de Entendimiento con Irán, acuerdo en los papeles pero que no fue refrendado por el Majlis (parlamento iraní) y nunca entró en vigencia. No se atrevieron a acusarla a ella ni a Héctor Timerman porque carecen de la menor evidencia de que Nisman haya sido asesinado. Lo suyo es una simple (y malintencionada) conjetura.

Ofrecemos primero la nota que Raúl Kollmann (que viene cubriendo muy bien el caso, a diferencia de lo que hizo con el atentado a la AMIA) publico ayer en Página/12 (que hemos extraído de En Orsai) . Seguidamente, después de unas frases pertinentes (en celeste) la nota que publicó Kollmann hoy con el título “Qué falta de respeto, qué atropello a la razón”. y, por últimos, en rojo, algunas observaciones mías. JS.

Cuadro: José Rubén Sentís

Cuadro: José Rubén Sentís

POR RAÚL KOLLMANN / PÁGINA 12 / EN ORSAI

La Cámara Federal dictó ayer, en la causa por la muerte de Alberto Nisman, el fallo que le pedía la Casa Rosada y los aliados internacionales del gobierno de Cambiemos. Sin pruebas, sin elementos, en un fallo totalmente descolorido, el tribunal confirmó que el fiscal fue víctima de un supuesto homicidio, sobre el que los camaristas no pudieron describir nada: ni quién fue, ni como entraron, ni cómo salieron, ni cuál pudo haber sido la mecánica del supuesto crimen, ni cómo podría ser el vínculo con el informático Diego Lagomarsino, propietario del arma de la que salió el disparo letal.

Pero, además, elucubraron que la muerte fue producto de la denuncia que presentó Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner, Héctor Timerman y otros funcionarios kirchneristas por haber firmado el Memorándum de Entendimiento con Irán. Sobre esta hipótesis tampoco aportaron un nuevo dato ni una evidencia. En su fallo, la Cámara no aceptó calificar la muerte de Nisman como un magnicidio ni nombró a CFK –como pedía Pablo Lanusse, abogado de la madre del fiscal–, pero le dijo al juez que debe investigar a funcionarios del kirchnerismo que hablaron mucho por celular el sábado 17 de enero de 2015, día anterior al deceso del fiscal, y el mismo 18 de enero, cuando apareció el cuerpo. Supuso que esos funcionarios fueron parte de un complot. También insistió –sin pruebas– en que los policías federales que integraban la custodia de Nisman actuaron ineficientemente a propósito para facilitar el plan del homicidio.

REPASO: Resumen de Graciana Peñafort acerca de la opereta de Nisman contra Cristina

Los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia –muy cercanos al gobierno de Cambiemos– le hicieron su ofrenda a la administración Macri que necesita seguir acusando al gobierno anterior de todos los males. Dice su fallo que “se encuentra prima facie acreditado que Natalio Alberto Nisman fue asesinado (?) y que dicho suceso fue directa consecuencia de la denuncia que formulara el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA (?). Afirma también que, a partir de la prueba reunida, la concreción del crimen “resultó posible a partir del despliegue de una logística que debió contar necesariamente con la cohesión de diversas voluntades orientadas a la concreción con éxito del plan urdido”. Este es uno de los párrafos centrales de la resolución: se parte de que a Nisman lo mataron y que hubo un complot muy sofisticado que necesitó de mucha gente –”diversas voluntades”– para cometer el crimen.

La base del fallo es el estudio que hizo la Gendarmería Nacional, fuerza bajo las órdenes de Patricia Bullrich. No se confrontan las conclusiones con lo que dijeron, primero, los especialistas de la Policía Federal y luego la Junta de Criminalistas: “no había ninguna otra persona en el baño en el momento del disparo”, coincidieron. Irurzun y Bruglia directamente ignoran esa conclusión.

Al mismo tiempo, se tergiversa el informe del Cuerpo Médico Forense que sostuvo que no es su papel dictaminar sobre homicidio o suicidio, porque eso corresponde al juez, quien tiene que mirar todos los elementos. Sin embargo, en la mañana de la autopsia, la fiscal Viviana Fein informó que recibió una llamada del titular de la Morgue Judicial, Fernando Trezza, adelantándole que no existía indicio de que otro persona hubiera disparado y que era probable el autodisparo. A lo largo de los meses, ante la insistencia de los forenses contratados por Sandra Arroyo Salgado, ex pareja de Nisman, los integrantes de la Junta Médica señalaron que “no hay evidencia desde el punto de vista pericial de lo afirmado por la querella”. La querella insistía con que fue un homicidio y los forenses de la Corte dijeron que no existía evidencia de tal cosa.

Lo más notorio respecto del texto de Irurzun y Bruglia es que dedicaron una buena parte de las 39 páginas de la resolución a sostener la hipótesis del homicidio. Sin embargo no pudieron aportar nada:

No existe el menor indicio de quienes fueron los autores del supuesto crimen. Dicen que Lagomarsino fue partícipe porque aportó el arma, pero no se sabe de quién fue cómplice. El técnico informático no registra ni llamadas ni mensajes con alguno de los integrantes del supuesto complot ni hay un testigo que lo haya visto en situación extraña. Hablan de que fue parte de una “célula dormida”, pero trabajó en la fiscalía durante nueve años, contratado directamente por Nisman.

No se indican cómo entraron los supuestos homicidas y mucho menos como salieron del departamento ni del edificio Le Parc. La unidad del piso 13 estaba cerrada del lado de adentro y el propio baño no se podía abrir, tal como declaró la madre del fiscal.

No se explica cómo Nisman ni siquiera se defendió, ya que los camaristas abandonaron la absurda hipótesis de que le dieron una sustancia, ketamina, para dejarlo indefenso. Bruglia e Irurzun convalidan que a Nisman le dieron una paliza, algo categóricamente desmentido por el Cuerpo Médico Forense. Tampoco se explica cómo es que si le pegaron una paliza no se encontró nada desordenado ni un rastro de sangre en todo el departamento.

La serie de incongruencias es ilimitada, pero la Cámara pasó por encima de esos obstáculos y concluyó que detrás del crimen hubo un amplio y sofisticado complot. Por eso le dice al juez que investigue: “el caso estuvo rodeado de llamativas, reiteradas y no habituales comunicaciones desde la noche del sábado hasta avanzado el domingo entre funcionarios de diversas áreas del Estado Nacional -Poder Ejecutivo, Ministerio de Justicia, Ministerio de Seguridad provincial, Jefatura II Inteligencia del Ejército Argentino. El momento en que se cometió el delito, el grado de organización evidenciado y la amplitud de la cobertura colocan en una razonable perspectiva funcional el desarrollo del hecho, pues todos ellos se presentan como indicios de entidad suficiente como para sustentar seriamente como hipótesis que el destino de Nisman fue decidido a consecuencia de la naturaleza, gravedad y alcances de la denuncia que presentara unos pocos días antes”.

RARO: La Corte se lavó las manos frente a la escandalosa pericia de Gendarmería por el caso Nisman

Es decir que Irurzun y Bruglia afirman que participaron los que estuvieron cerca de Nisman y los que hablaron por celular con él: los cuatro policías de la custodia, integrantes de la Prefectura, funcionarios y agentes de la ex SIDE, el ex secretario de Seguridad, Sergio Berni; el ex jefe del Ejército, César Milani y hasta el fiscal Carlos Stornelli. En forma extraoficial y oficial todos ellos explicaron por qué hablaron por celular ese sábado: habían robado un misil en un destacamento cerca de La Plata; jugaban Boca y River en Mar del Plata y había peligro de enfrentamiento de las barrabravas y, además, todos trataban de averiguar si Nisman iba a ir o no iba a ir al Congreso el lunes siguiente.

Hubo tantas llamadas como las que intercambiaron ese fin de semana Nisman, Patricia Bullrich, Laura Alonso, Waldo Wolff y decenas de periodistas, también alrededor de la visita del fiscal al Congreso. Para los camaristas, la hipótesis valedera es que existía un complot y que, por lo tanto, hay que buscar la mano de obra y el autor ideológico del crimen inexistente entre los funcionarios.

La acusación contra los policías de la custodia pinta el cuadro probatorio. Irurzun y Bruglia cuestionan a los custodios del sábado, Rubén Benítez y Héctor Durán, porque fueron a hacer “mandados” de Nisman, por ejemplo entregar un sobre a un periodista. Los camaristas dicen que Benítez y Durán, yéndose de Le Parc, permitieron que alguien –Lagomarsino– ingresara el arma al departamento. Y respecto de los custodios del domingo, Luis Miño y Armando Niz, los camaristas dicen que no reaccionaron ante la ausencia del fiscal, que fueron a buscar a la madre, que perdieron mucho tiempo. De ese resumen, concluyen que los policías hicieron todo adrede y que por lo tanto debe investigárselos como parte del “plan homicida”.

Ese es el estilo de la prueba dibujada. En realidad se trata únicamente de un armado, una ofrenda a la coalición mediática-política con sede en la Casa Rosada. Y, de paso, un gesto hacia la derecha de Estados Unidos e Israel que sigue necesitando acusar a un comando iraní-venezolano-kirchnerista que nadie vio nunca.

Por lo menos, el texto servirá para que algunos hagan tapas de diario e intenten esconder bajo la alfombra noticias de estos días como, por ejemplo, la multitudinaria Marcha Federal.

………….

Dijo el abogado y periodista Darío Villarruel: “En las 38 fojas del fallo de la Cámara Federal se acredita un crimen sin ninguna prueba de las circustancias de modo, tiempo y lugar que exige la ley para imputar a alguien

Dijo Leopoldo Moreau: “Resucitan a Nisman en el peor momento de Macri. Dan por probado un asesinato sin ninguna prueba de que haya sido asesinado. Pero dicen que el motivo fue el memorandum. ¿Como lo saben?. ¿Y si fuera la plata sucia que escondia en sus cuentas ?”.

Dijo el politólogo Carlos Escudé: “Nisman ya no les servía ni a Estados Unidos ni a Israel. Pero una vez muerto se convirtió en un activo valioso, ya que desestabilió al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esta es mi hipótesis. Que cierra admirablemente, mucho mejor que la hipótesis de que lo mataron por hacer (¡tan mal!) su trabajo. Pero bueno, es sólo una hipótesis”.

Dijo Sergio Nisman: “Papelón de Irurzun y Bruglia, tenían preparada la resolución sobre la muerte de Nisman desde abril y la usaron recién hoy. Es evidente que INFOBAE lo tenia hace mas de un mes. Había que descongelar al fiscal y hoy era el momento oportuno. Clarín también participó de la maniobra”.

 

Por qué la Cámara Federal sostuvo el absurdo fallo de que a Nisman lo asesinaron

Qué falta de respeto, qué atropello a la razón

Era el paso que faltaba para ir por los funcionarios del gobierno kirchnerista: no hay ni idea de quién podría ser el autor material del supuesto “asesinato”, entonces se persigue a los autores “intelectuales”.

El fallecido fiscal Alberto Nisman.
 

La Cámara Federal sostuvo el viernes que a Alberto Nisman lo asesinaron y que el motivo fue la denuncia del fiscal contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por haber firmado el Memorándum con Irán. La conclusión de los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia no surge de ninguna prueba concreta sino de dos deducciones, ambas insólitas. Como no se sabe quién cometió el supuesto homicidio y nadie vió entrar ni salir a nadie, los magistrados concluyen que fue una operación muy compleja. Para sostener eso hay que creer que fue obra de un sofisticado complot que “necesariamente” tuvo que tener como protagonista al gobierno anterior. La segunda deducción es que como además Nisman denunció a CFK, Héctor Timerman y otros el 14 de enero, el crimen del 18 de enero no pudo tener otra motivación que esa d  enuncia. Lo mataron para silenciarlo.

A partir de esas elucubraciones y sin evidencias, la Cámara Federal le ordenó ahora al fiscal Eduardo Taiano y al juez Julián Ercolini que avancen en la investigación, poniendo el acento en los ex funcionarios kirchneristas.

Conviene

La realidad es que será imposible avanzar en el hecho mismo, ya que las pericias más serias indican que Nisman se disparó a sí mismo. La hipótesis contraria, la que le sirve al aparato político, sólo fue sostenida por la Gendarmería, bajo las órdenes de Patricia Bullrich. Todo indica que en la causa no se va a buscar a los supuestos autores materiales del crimen porque no existen y apuntarán entonces a buscar los autores intelectuales. Estos últimos ya están decididos de antemano: funcionarios kirchneristas.

La no-búsqueda de los asesinos tiene como objetivo dejar el cuadro deseado: dejar instalada la sospecha sobre la actuación de un comando iraní-venezolano-kirchnerista (de acuerdo a la versión lanzada en su momento por Elisa Carrió). Todo a partir de deducciones y sin ninguna prueba.

La conclusión es la siguiente: en el aparato judicial-político-mediático de Comodoro Py no buscan autores materiales. La actual es la situación que les conviene.

Chances

Cualquiera se preguntaría cómo se hace en una causa judicial para avanzar sobre un autor intelectual si no hay indicios del autor material. La respuesta es que manejarán las cosas como hasta ahora, a partir de un fiscal, un juez, camaristas y hasta la Casación, alineados con la Casa Rosada. Es asombroso lo ocurrido. Establecieron que hubo un homicidio sin tener los mínimos elementos:

  • No saben quién fué. No tienen ni siquiera un testimonio de alguien que haya visto a una persona sospechosa o que haya aportado un mínimo testimonio relacionado con la muerte en sí misma.
  • No hay ni siquiera un dato de cómo los supuestos homicidas -tres según cree la Gendarmería- entraron al edificio Le Parc y luego al departamento. La fuerza verde tampoco aporta ningún elemento en esa materia. Contra lo que se dice, la mayor parte de las cámaras funcionaban, pero además nadie vio el ingreso de alguien extraño.
  • No hay rastros de ninguna resistencia de Nisman. Le pegaron un tiro en la sien y él no reaccionó. Disimuladamente el juez Ercolini desechó la insólita hipótesis de que le dieron ketamina, pero tanto el magistrado como los camaristas vuelven a hablar de una paliza, algo desmentido por el Cuerpo Médico Forense. En todo caso fue una paliza muy prolija: no quedó desorden ni en el departamento ni en el baño, no se cayó una gota de sangre.
  • El departamento terminó cerrado por dentro, tanto en la puerta principal como en la de servicio. La única explicación posible es que los asesinos tuvieron llave, pero sobre eso no hay ninguna prueba.
  • No existe ni una sola huella digital extraña en el departamento, no hay un pelo y tampoco los supuestos criminales dejaron caer una sola gota de sangre fuera del baño, pese a las salpicaduras del disparo.
  • El baño se encontró prácticamente cerrado porque la cabeza de Nisman obstruyó la puerta. Esto está testificado por la madre del fiscal. También Sara Garfunkel, que fue la primera que llegó, dijo que nadie entró al baño. El fiscal, el juez y los camaristas dan a entender que se arregló la escena pero no aportan ninguna evidencia. Es más, hay un dictamen firmado por peritos de la familia Nisman que dice que la escena no fue alterada.
  • Contra lo que trataron de instalar, la pericia sobre las manos de Nisman de ninguna manera establece que no disparó. Más bien lo contrario: “se encontraron residuos consistentes con disparos de arma de fuego”, es el textual.

Por lo tanto, no se avanzará en determinar los autores materiales, en primer lugar, porque no existen y también porque el status actual le conviene a la única sede de Cambiemos que en estos dos años y medio funcionó como un relojito: Comodoro Py.

Ofensiva

Sin tener autores materiales ni evidencias sobre autores materiales, igual el fiscal, el juez y los camaristas afirman que hubo un gigantesco complota y que se debe avanzar sobre los autores intelectuales, es decir el kirchnerismo. La forma de hacerlo es la que dibujó la Cámara el viernes: hay demasiadas llamadas telefónicas el sábado y el domingo, fin de semana de la muerte de Nisman. Según ellos, esa es la prueba clave.

Página/12 hizo un resumen muy preciso sobre esas llamadas a partir de la enumeración que hizo Ercolini a lo largo de 77 fojas.

Nisman-Stiuso

Tres llamadas, dos el sábado y una el domingo. Todo indica que Jaime Stiuso, ex jefe de la SIDE y aliado del fiscal, le había prometido material para la denuncia contra CFK. Stiuso, pese a estar en guerra con el kirchnerismo, se hizo el distraído. No atendió. Dijo que tenía el celular en vibrador y no escuchó las llamadas. Para hablar con su hombre de confianza, Alberto Mazzino, otro ex SIDE, Stiuso sí tuvo el celular dispuesto: intercambiaron 13 llamadas. Ahí no hay complot posible.

Pocino-Milani

Durante el fin de semana hubo dos llamadas de Fernando Pocino, el jefe de Reunión de Información de la ex SIDE, allegado al kirchnerismo, con César Milani, jefe del Ejército. El día anterior, jueves 15, robaron un misil de la unidad de Arana, en las afueras de La Plata. El Tow 2 capaz de perforar cualquier blindaje provocó una búsqueda en la que participó la ex SIDE por orden del juez platense Laureano Duran. La hipótesis era que el misil podría ser usado no sólo para robar un blindado sino también para un atentado, lo que motivó un comunicado de preocupación de la DAIA.

En Comodoro Py no faltan quienes quieren usar las comunicaciones entre Pocino y Milani como evidencia de que se armó una zona liberada en Puerto Madero. Ambos ex funcionarios exhibirían una estupidez sin límites ya que usaron los celulares a su propio nombre (en el caso de Pocino, el celular estaba, desde hacía mucho, a nombre de su esposa, Silvia Tomalini) para armar un complot destinado a matar a un fiscal.

Pocino-Matzkin

El mismo criterio puede usarse respecto de las llamadas entre Pocino y Hugo Matzkin, jefe de la Bonaerense. Durante aquel fin de semana no sólo estaba el robo del misil, sino que se jugaba la Copa de Verano en Mar del Plata. El sábado, Boca-Racing y el domingo River-Estudiantes de La Plata. La información que circulaba era que iba a haber enfrentamientos entre las hinchadas y estaba la sospecha de que podrían “tirarle un muerto” a Daniel Scioli, candidato presidencial.

Nuevamente, Pocino y Matzkin usaron sus teléfonos oficiales en las cinco llamadas que se cruzaron. En caso de complot, personas tan expertas hubieran usado lo que se conoce en el argot como mochos, es decir celulares difíciles de identificar porque su origen es incierto.

Stornelli-Matzkin-Pocino

Curiosamente, el juez no tuvo espacio en las 77 páginas de mencionar las llamadas entre el fiscal federal Carlos Stornelli y Pocino, por un lado y de Stornelli con Matzkin por el otro. Como se sabe, Stornelli es un fiscal muy cercano al macrismo y fue secretario de seguridad de Boca cuando el actual presidente era el titular xeneise. Stornelli habló primero con ambos funcionarios porque detuvieron a un amigo de su hijo en Pinamar. El joven tuvo una pelea a la salida de un boliche. Además, Stornelli y Pocino fueron compañeros en la Facultad de Derecho y solían hablar en forma permanente –según declaró en la causa el fiscal–, por lo que hablaron también de Nisman.Como es obvio, éstas llamadas no podrían ser parte de ningún complot.

Mena-Pocino

El número dos de la ex SIDE, Juan Martín Mena, se comunicó seis veces con quien era el encargado de reunir información. Un punto central del diálogo entre Mena y Pocino fue que esa mañana el diario La Nación puso que uno de los principales denunciados por Nisman era un supuesto agente de la SIDE llamado Alan Bogado. Todo se probó falso. Mena y su principal subordinado, Pocino, hablaron además de los otros temas: el robo del misil, los barras de Boca y River y, por supuesto la denuncia de Nisman. Nuevamente, tanto Mena como Pocino usaron sus propios celulares oficiales, con los que se comunicaron siempre, antes y después de la muerte de Nisman.

Mazzino-Pocino

Durante todo el fin de semana, hubo numerosas comunicaciones entre Mazzino, el hombre de Stiuso, y Fernando Pocino. El gobierno había echado a Stiuso y suponía que, como venganza, Stiuso armó o participó de la denuncia de Nisman por el Memorándum. Para toda la comunidad de la ex SIDE estaba claro que Mazzino respondía a Stiuso y Pocino a la Casa Rosada. Pero de uno y otro lado resolvieron mantener diálogo para ver qué información podía recoger cada uno. Todo indica que ese domingo se tantearon por lo de Alan Bogado y sobre todo por la denuncia de Nisman y la posible audiencia en el Congreso. Desde ya que nada podían tener que ver esas conversaciones con un plan respecto del fiscal: ambos estaban en bandos opuestos.

Miño-Goncalvez Pereira

Durante el domingo 18 de enero de 2015, el día de la muerte de Nisman, Luis Miño era uno de los dos custodios del fiscal. El otro era Armando Niz. Miño registra comunicación con Héctor Goncalvez Pereira, dueño de una pequeña agencia de vigilancia, en la que Luis Miño y su hermano Carlos prestaban servicios. La versión es que Goncalvez Pereira tenía clientes por influencia de Stiuso y que era un aportante de información para el ex SIDE. Es decir que si Miño era parte de un supuesto complot –una especulación descabellada– su principal relación era más bien con Stiuso.

Como se ve, se pretende armar un complot incomprobable a partir de ese cruce de llamadas. Es elucubrar desde la nada. El problema es que desde la nada han llegado hasta aquí, construyendo una historieta sin ningún tipo de evidencia o testimonio. Lo que domina en el caso de la muerte de Nisman es la politica. Elucubran la existencia de un comando y un complot con un doble objetivo. Internacionalmente, acusar a Irán, en sintonía con las derechas de Estados Unidos e Israel. Localmente, seguir echándole culpas al kirchnerismo.

Es loable el esfuerzo hecho por Kollmann para combatir y contrarrestar los embustes pergeñados por una justicia federal porteña que, señala, es “la única sede de Cambiemos que en estos dos años y medio funcionó como un relojito: Comodoro Py”. Y es que el fallo de Irurzun-Bruglia desbarranca en el absurdo porque “como no se sabe quién cometió el supuesto homicidio y nadie vio entrar ni salir a nadie, ambos magistrados concluyeron que fue una operación muy compleja”. La clave, a mi entender se encuentra cuando destaca que  a pesar de tanto piripipí “no se va a buscar a los supuestos autores materiales porque no existen” por lo que los afanes del oficialismo judicial se dedicarán a buscar a unos supuestos autores intelectuales decididos de antemano: funcionarios kirchneristas y que deberíamos preguntarnos cómo una causa judicial puede “avanzar sobre un autor intelectual si no hay indicios del autor material”.  Es aqui donde el Caso Nisman tiene un paralelismo claro con la Causa AMIA a la que Nisman dedicó su última década de vida… tratando de que nada importunase a sus mecenas de Estados Unidos e Israel. Dicho de otro modo, velando por que nada contrariara  el designio a priori de los servicios secretos de ambos países de culpar a Hezbolá e Irán. Porque como ha demostrado Carlos Escudé en su libro ¡Y Luis D’Elía tenía razón! tampoco hay siquiera indicios de que ni iraníes ni chiítas libaneses hayan tenido algo que ver con la cruenta demolición de la sede de la AMIA. 

Esta es la aignatura pendiente de Raúl Kollmann. Que debería aplicar en la causa madre lo que aplica con toda justeza en el enorme albortoto que se mentiene a como de lugar en torno al suicidio de Nisman.    


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Un comentario

  1. Impecable.
    Una perlita: Donde dice “Sergio Nisman” entiendo que se quiso decir “Sergio Burstein”

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