EMBAJADA DE ISRAEL: El papelón de Lorenzetti parece indicar que para el presidente de la Corte, la justicia y las leyes han pasado a segundo plano

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POR NAHUEL COCA

El domingo pasado, en su discurso de apertura de sesiones, la presidenta Cristina Fernández reclamó conocer alguna novedad en la causa por la voladura de la embajada de Israel, en 1992. El reclamo fue dirigido al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que estaba sentado en uno de los palcos que el protocolo indicaba, muy cerca de Cristina y que permaneció impávido cuando Cristina preguntaba qué pasó en la embajada y por qué Israel no pedía justicia para los esos muertos y sus familias.

La cara de póker de Lorenzetti decía mucho. Al parecer, no se la quitó al menos hasta ayer. En su propio acto de apertura del año judicial Lorenzetti dijo que el atentado a la embajada de Israel era cosa juzgada. «Hubo una sentencia de 1999, muy anterior a la conformación de la Corte actual, que halló culpable a un grupo del Hezbollah. La sentencia está notificada, publicada y no podemos modificarla (…) Lo que sí podemos pedir a los demás poderes del Estado es que se lleve adelante lo que el tribunal en aquella época dijo, y es lo que estamos haciendo desde peticiones que hace años estamos llevando adelante al Poder Ejecutivo, sobre todo para las medidas que ordenó el tribunal en aquella época». 

Pueden verlo con sus propios ojos a partir del minuto 20:30.

Lorenzetti decía esto mientras la agrupación Memoria Activa era, de hecho, raleada del acto, al que sus dirigentes habían sido invitados. Su presidenta, Diana Malamud, denunció que no se les dejó pasar a la sala de audiencias y en cambio se les ofreció mirar el acto por un monitor de circuito cerrado. «Se deben creer que son los Rolling Stones», fue su comentario antes de retirarse-

Carlos Susevich, padre de Liliana, que falleció en el atentado, es el único querellante que le queda a la causa. Consultado por Radio Nacional, dijo: «No justifico la reacción del actual presidente de la Corte, de decir que fue cosa juzgada, porque no hubo ninguna información concreta, ningún detenido, ningún procesado, y la causa está  en vigencia. La prueba evidente es que en 2006 me presenté como querellante por los familiares y esto fue aceptado por la prtopia Corte”.

El ex ministro Augusto Belluscio también fue consultado por distintas radios. En diálogo con Romina Manguel y Reynaldo Sietecase (Radio Vorterix) dijo:  «No se puede hablar de cosa juzgada. No se resolvió nada, se ordenó continuar la investigación». Cuando Sietecase se despedía, Belluscio pidió hacer una aclaración: «Siempre hubo dificultades con este tema. Inicialmente las puso la propia embajada que no permitió al que era presidente de la Corte entonces, el Dr. (Ricardo) Levene, y a los propios peritos de la Corte penetrar en el terreno o en el edificio destruído para investigar qué había ocurrido. Al principio lo impidió».

«Para que haya cosa juzgada tiene que haber una sentencia, para que haya una sentencia, tiene que haber juicio y acá no hubo», manifestó la fiscal nacional Cristina Caamaño esta mañana. «Fue un error jurídico un poquito grosero», remató. Otro que habló del tema fue Aníbal Fernández, que aseguró que el presidente de la Corte está mal asesorado.

¿Puede la máxima autoridad del Poder Judicial estar tan perdido y desconocer cuestiones básicas del Derecho? ¿Ignora que la causa está estancada hace 16 años?

¿O será que en vista de sus planes políticos ya no le importa nada?


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