«JINGLES». Si tras tomar conciencia y «cagarnos de risa» pasáramos a la acción…
Escucho estos «jingles» y pienso que si con los mismos estímulos y certezas con que Pedro & Co. se la pasan bomba y por unos momentos me hacen feliz exhibiendo la creatividad de nuestra juventud, mi generación, mezclando a Jesús con el Che, a los 15 juraba vencer o morir por la Argentina justa, libre y soberana = socialista. Fuimos extemporáneos y pagamos un alto costo por ello, pero no dejo de sentir lo bueno que sería que los todavía jóvenes de ahora (nosotros, a los de treinta, los considerábamos irremisiblemente adultos, casi viejos) deberían tener una pizca de aquella decisión, del mismo modo que a nosotros quizá nos hubiera ido mejor si hubiéramos analizado las cosas con más humor.
En todo caso, digo y repito que la creatividad que rezuma a borbotones en este cóctel anuncia la potencial posibilidad de revertir esta situación horrenda. Grandes canciones con nuevas letras, bien de época. Comienza con dos temas del Cuarteto de Nos, reversionados.
De joven, mucho antes de ser periodista, me especialicé en redactar volantes. Que entonces, como carecíamos de otros medios, solían ser más largos que lo hoy tolerable y ocupar todo el espacio disponible (aunque ya nos habíamos librado de la costumbre de rematarlos con cuatro o más consignas, como hacían algunas agrupaciones trotskistas). Pues bien, Cortoplacista (lo pueden escuchar a partir del minuto 25,12), por ejemplo, hubiera sido muy bueno en ese oficio: expresa lo que sentimos y no decimos en público (ni diremos). Catarsis
Una nota viejo vinagre después de los jingles.
No me gusta el uso abusivo, habitual (como los bolu utilizados como comas) de las mal llamadas «malas palabras», el castellano está lleno de términos que son los apropiados para cada circunstancia: Y detesto la vagancia: insultar es un arte. Me parece que palabras que decimos en la intimidad, no son de curso aceptable en público. El respeto no es de derecha. Un ejemplo: a pesar de considerar que el actual Presidente de la Nación es ……. (algo horrible), si tuviera la desgracia de tener que estar junto a él y estar obligado a dirigirle la palabra, por ejemplo, en una entrevista, nunca le diría «Che, bolú… ni le faltaría el respeto con un trato inadecuado porque es, formalmente, el Presidente de todos los argentinos y el jefe del Estado que está empeñado en destruir. Y le debo respeto, no a él, sino al pueblo, en parte compuesto por centenas de miles de palurdos que lo votaron.
ya se probó en 678
y compañía burlarse y reirse de la oposición
no parece haber tenido el efecto deseado
se probó cambiar la scj, no se pudo
alfez, no quiso
cambiarle la letraa los jingles se hacía ya en los ’70…
¿buscando la nueva MUCHACHOS? ESPEREMOS