LUIS SALINAS. Mi hermano y primer amor cumpliría hoy 70 años. Su testamento político en un video

Compartí

Hoy mi hermano Luis cumpliría 70 años. Como el comandante Hugo Chávez. Ambos nacieron el mismo miércoles 28 de julio de 1954. Lo recuerdo mientras transcurre el domingo y estoy acojonado por la posibilidad de que el pueblo venezolano imite al argentino y se suicide entregándose a la voracidad del imperio. Hecho el duelo por tantes compañeres tragados por la máquina de picar carne de la dictadura como Keny, El Ingles, Rulo, Lito, Claudia, Marcelo, Inés, Cao y tantísimos otros, recibimos con estupor la segunda oleada, de la cual Luis fue uno de los primeros (después de Juan Leandro, Fantasio, y de José Luis, el capitán sin tacha), y mi hermano del alma Raúl, alías Teo, y Pepe Slim, de los últimos. Nos habíamos acostumbrado a que nos mataran, pero no a morirnos por causas endógenas,  «de muerte natural».


Con Luis fuimos contemporáneos en todo: comenzamos a fumar, a sufrir, a militar y a enamorarnos, primero de los viejos resistentes, Evita y el Che, y enseguida de hermosas compañeras, prácticamente al unísono. Yo ya tenía 16 meses cuando él llegó, y se me presentó la disyuntiva si odiarlo o amarlo. Para cuando comenzamos a ir al colegio juntos ya estaba definido: lo nuestro sería un amor pasional, con roces y chispazos por la necesidad –sobre todo por su parte– de diferenciarse. Yo era fan de los Beatles y él –aunque los Beatles le gustaban– me primereó con los Rolling Stones, y todo así, mediante sutilezas puesto que ambos compartíamos nuestro amor por los Tupamaros, Los Gatos, Moris, Manal y Vox Dei, aunque a mi me gustaba mucho Spinetta y él sabía muchísimo más que yo de rock inglés y norteamericano. En tango y folklór creo, le llevaba ventaja, a gracias a Tate y Oscar Martínez y a los Espain, respectivamente.

Luis fue el más joven entre quienes fundamos el capítulo porteño del Movimiento de Acción Secundario, grupo que en Buenos Aires estaba vinculado a las Fuerzas Armadas Peronistas. Apodado  «Gurí» fue eyectado del hogar paterno poco después de que lo fuera yo.

Tuve la suerte de que los montos me centrifugaran por crítico a tiempo; él fue preso en febrero de 1976, poco antes del golpe. A su modo tuvo suerte, porque ya entonces había desapariciones. Fue, me dijeron sus compañeros de infortunio, el preso con más sanciones y estancias en «los chanchos» (calabozos de castigo). En su larga temporada a la sombra fue rebautizado por sus compañeros «Piraña» a causa de su apetito voraz.

En la cárcel Luis se reveló como eximio poeta y escritor. Durante mi exilio me la pasé descifrando las cartas censuradas con sus cuentos escritos con una minúscula (por falta de papel), imposible grafía de zurdo y mecanografiándolas. Y teniendo pesadillas por miedo a que la dictadura lo asesinara, como había asesinado a varios compañeros, entre ellos a Dardo Cabo, a quien Luis reportaba dentro de la cárcel.

Hice un compilado de sus poesías, le puse como título «De pájaros y celdas» y le pedí a Eduardo Galeano que lo prologara (lo veía cuando visitaba la Editorial Granica, luego Gedisa, donde trabajaba en Barcelona) lo que hizo con mucho gusto. Luis no le dio demasiada importancia.

Con la compilación de sus cuentos fuimos los dos a verlos a Carlos Lafforge, un gran editor, recientemente fallecido. Lafforgue le dijo que tendría mucho gusto en publicarlos si hacía un par de correcciones, que le señaló. A la salida, creo recordar que estábamos cerca de Chacarita, Luis me dijo que no sabía si haría esas correcciones, que no tenía tiempo, que priorizaba su militancia en (los restos de) Montoneros.

Casi toda su obra, excepto los cuentos infantiles (publicados en muchos volúmenes) y lo poco publicado en El Porteño se perdió: la carpeta azul con lo trabajosamente mecanografiado por mi le fue robado del auto de un compañero sin que hubiera hecho copias.

No sé si le dolió a él más que a mi: sus cuentos eran maravillosamente buenos.

La corto. En síntesis: fue con Luis cuando descubrí el amor. Ese calor que inunda el pecho cuando se tiene la certeza de que hay una persona por la que se está dispuesto a matar o morir.

Luis se enteró que tenía un cáncer que había hecho metástasis, un día como hoy, 28 de julio de 2007, cuando cumplía 53 años, y murió poco después, el 8 de octubre (como suelen conmemorarse tanto el nacimiento de Perón como el asesinato del Che) rodeado de amigues y haciendo gala de una entereza que ha puesto un listón muy alto.

Los dejo con él, recomiendo a todes los que fueron sus amigues, que guarden este video (que es muy largo, casi de tres horas) y si les parece, lo dosifiquen: aquí está Luis entero, con sus virtudes y defectos (como ese mechón que puede desequilibrar a cualquier peluquero) y ya no tendremos otra oportunidad de escucharlo.

Mañana o pasado, cuando termine de escuchar y masticar este video, haré algún comentario en torno a la labilidad de la memoria, porque hay cosas que recuerdo de otra manera, y otras que había olvidado y que él me ha recordado. Ahora les dejo un breve video del Sindicato Argentino de Televisión (SAT, en el que Luis trabajó muchos años y hasta que enfermó)  en el que su hijo Simón y su madre, Mónica Fernández Bidegain, lo recordaron hace muy poco.


Compartí

Publicaciones Similares

3 comentarios

  1. Yo recuerdo siempre a Luis y muchas veces tengo ganas de conversar con él. Es uno de los tantos que siguen vivos para nosotros, inolvidables. Hoy estaría celebrando el triunfo de Maduro. Un abrazo Juan

  2. Recien, luego de compartir esta nota en un grupo wsp de militantes platenses (donde la mayoría lo conoció), les comentaba que pocos compañeros me resultaron tan conmovedores como el Piri, en lo ideologico, lo politico y en lo humano en mi formación militante, siendo yo de la generación posterior. Soy clase 63 (a veces nos definimos como generación Malvinas). No fuí su amigo pero si de compañeros muy cercanos a él y la Vasquita (Tony, Alicia G, el Beli, Maria José, Pablo L y algunos mas) con quienes en el mismo frente de militancia en IMP La Plata a partir del 84 me tocó compartir orgánica, plenarios, movilizaciones, peñas y asaditos (uno en Villa Elisa, inolvidable). Les confesaba que si ese pequeño fragmento final de Cazadores de Utopías, que vos tuviste mucho tiempo colgado en el blog, me hace llorar cada vez, me imaginaba lo que me esperaba en este video de 3 horas que voy a ver completo, a corazón abierto, vino en mano y a su salud.
    Bueno, eso nomás.
    Gracias por mantener vivo su recuerdo.
    Piraña es muy recordado, querido y respetado por todos quienes lo conocieron en la Plata, donde la vida me regaló conocerlo.

  3. Estimado Compañero conoci y comparti el mismo ambito (ub) en la carcel de la Plata. Con el Piraña compartimos el mismo ataud en el celular que nos traslado con las esposas apretadas durante 23 hs desde la UP9 a la carcel de Caseros cuando vino la CIDH. Si no mori ese dia creo que estoy preparado para una larga vida,con su cigarrillo siempre encendido . Luego estuve con el en Cazadores de Utopias donde participo mi cra. de entonces y se filmo tambien en mi casa. En mi libro «NUNCA MAS NI NUNCA MENOS» relato episodios con Piraña. Si te comunicas conmigo te paso un ejemplar on line. Un gran abrazo. Turco Schiel

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *