«No hay pruebas para implicar a Irán»
Justo escribía en el anterior post sobre este tema (¿Cómo? ¿Qué tiene que ver Macri con el atentado a la AMIA. Es muy difícil de explicar… si quieren saberlo, léanlo) cuando en una pausa abrí el correo y me encontré con este maravilloso regalo: La traducción al español de una investigación realizada in situ (en este caso, Buenos Aires) por un periodista de The Nation, la más reputada y antigua revista de la izquierda norteamericana. Investigación que concluye que las acusaciones contra Irán por su supuesta participación en el ataque es «cínica» por carecer de pruebas (Aquí se puede leer otra nota del mismo autor, en inglés).
Algunas frases destacadas:
«No hay pruebas reales para implicar a Irán en el atentado (…) Es imposible evitar la conclusión de que el caso contra Irán por el atentado a la AMIA ha sido impulsado desde el principio por la enemistad de EE.UU. hacia Irán, no por un deseo de encontrar a los verdaderos autores.»
«William Brencick, jefe de la sección política de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires me dijo que ‘un muro de supuestos’ guió la intervención de EE.UU.: que la explosión fue un atentado suicida, que eso implicaba indicios razonables de la participación por parte de Hezbolá, y que la participación de Hezbolá implicaba la de Irán.»
«James Cheek, el embajador de Clinton en la Argentina en el momento del atentado, me dijo: ‘Que yo sepa, no hubo ninguna evidencia real de la responsabilidad iraní. Nunca probaron nada'».
«James Bernazzani, el jefe de la oficina del FBI para Hezbolá, me dijo que está consternado por el uso que hace la SIDE del análisis de enlace para establecer una responsabilidad: ‘Usando este análisis, se podría vincular mi teléfono a bin Laden’”.
Hay alguna posible revelación, por ejemplo, cuando el autor afirma que la enfermera María Nicolasa Romero estaba casada con un policía. Que yo sepa, no era así, pero más allá de que el dato pudo haber sido ocultado por los instructores policiales y el versátil juez Galeano, bien puede haber estado en pareja con un policía. De hecho, Romero, la única persona que dijo haber visto una Trafic a metros de la entrada de la AMIA segundos antes de la explosión, hacía changas en el hospital policial Bartolomé Churruca y terminó por admitir que se había presentado a declarar que había visto una Trafic, empujada por otra enfermera, esta sí, casada con un oficial del cuerpo de Bomberos de la PFA.
Hay algún pequeño error también. Por ejemplo, asegurar que la enfermera dijo haber visto una Trafic blanca (como los pequeños pedazos de chapa que supuestamente se habían encontrado en el lugar) cuando en realidad ella dijo que había visto una Trafic beige. O cuando afirma que Gabriel Levina trabajaba para la AMIA, cuando en realidad fue contratado por la DAIA, y más precisamente por quien era entonces su presidente, Rubén Beraja. En fin, pequeñeces.
Conceptualmente, es una nota muy importante. Les invito a leerla. JS