RAMÓN CESARIS. El primer argentino muerto por una granada de gas lacrimógeno

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Un video muestra como una granada lacrimógena disparada por un policía impacta en la cabeza del reportero gráfico Pablo Grillo cuando éste, en cuclillas, intentaba sacar una foto de los represores. Lo que recuerda con toda justicia al asesinato en Neuquén del maestro Carlos Fuentealba en 2004, hace ya dos décadas. Veo que se ha olvidado la muerte, también por el impacto de una granada de gas, en este caso «a quemarropa», lo que destrozó el estómago, de Ramón Césaris.

Cesaris había sido militante a comienzo de la década de los ’70 del pasado siglo del Movimiento de Acción Secundario (MAS, vinculado a las Fuerzas Armadas Peronistas, del que fui cofundador en Buenos Aires) principal afluente de la segunda edición de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), vinculada a Montoneros.

Ramón, ex alumno del Colegio Nacional Buenos Aires, donde lo apodaron «Moma», era un pibe bárbaro, que ingresó a la Facultad de Arquitectura de la UBA y pasó naturalmente a militar en las huestes de nuestros amigos de la Corriente Estudiantil Nacional y Popular (CENaP), a su vez uno de los principales afluentes de la segunda y más potente reedición de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).

Al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus (dos de los fundadores del capítulo porteño de Montoneros) en la pizzería «La Rueda» de William Morris) a manos de la policía bonaerense, Rodolfo Galimberti, nombrado jefe de la Juventud Peronista por el General Perón, llamó a manifestarse en ese lugar.

Teníamos 19 años. La polícia reprimió, el Moma quedó arrinconado contra un alambrado. Un policía (ojalá mal rayo lo haya partido), le disparo su granada a quemarropa, destrozándole el estómago.

La muerte de Cesaris fue para mi la primera de una larguísima lista. No sé como explicar la sorpresa y estupefacción que sentí entonces, ni lo viejo y curtido que me sentía a los 23, cuando me fui del país, a fines de 1976. Mucho más viejo que ahora que estoy mucho mas cerca del arpa que de la vihuela.

Le voy a dar crédito a Roberto Baschetti, el historiador de aquella, nuestra oleada del movimiento nacional y popular al que le deseamos larga y fructífera vida. Pero antes quiero decir que siento culpa por no estar en la Plaza de Mayo como estuve desde el principio en aquella Plaza de Mayo del 19 de diciembre de 2001. Y es que me parece que, con las tabas dañadas, aporto más así.

Ramón Cesaris fue estudiante del Colegio Nacional Buenos Aires (promoción 72) y uno de los fundadores en ese establecimiento educativo del Movimiento de Acción Secundaria (MAS). Estudiante de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires militó en la Corriente Estudiantil Nacional y Popular (CENAP). Militante peronista. Montonero. Sus amigos le decían “Momma”. Con 18 años de edad fue despedazado por una bomba lacrimógena disparada sobre su cuerpo a un metro y medio de distancia –la cual le horadó el estómago–, por la guardia de infantería provincial, en la localidad bonaerense de William Morris, en el primer aniversario de las muertes de Fernando Abal Medina y Carlos Gustavo Ramus. Fue el 3 de diciembre de 1972. El que le disparó con saña y alevosía se escuchó cómo le gritaba: “Te vamos a matar, Montonero hijo de puta…”. Un compañero juvenil de militancia, testigo de los hechos, aportó más detalles. Ese día, resistiendo a la prepotencia policial intentó escapar. Una camioneta policial lo seguía de cerca. Trepó el alambrado que bordea las vías del tren San Martín, pero enredó un pie con los alambres. Al caer fue rodeado de policías que comenzaron a patearlo y luego vino el disparo de gas. Sus compañeros de la flamante Juventud Universitaria Peronista (JUP) en diciembre de 1973, descubrieron una placa en el Aula Mayor de la Facultad de Arquitectura con su nombre. Y ese mismo año, en el barrio de Villa Pueyrredón (calles Franco y Helguera), una Unidad Básica recibió su nombre. En la misma militaban Luis “Coco” Barone (luego director de cine, casado en primeras nupcias con Cristina Reyno, mi prima) y Eugenio “La Negra” Gowza. El velatorio de Cesaris que se hizo en la sede del Partido Justicialista llegó una corona de flores a nombre de Juan Perón que él había ordenado se enviara.Perón también se comunicó con su familia para hacerle llegar su pésame y su dura, pública condena por el vil asesinato.


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2 comentarios

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