FORROS. Bonadío, un juez impresentable que el kirchnerismo no echó cuando debía
Igual que a Oyarbide.
No lo escribo ahora, lo escribí hace cuatro años y medio.
«El juez Bonadío (que llegó a la magistratura exclusivamente a causa de su condición de empleado de Carlos Corach, ya que ni siquiera trabajó de abogado) es impresentable, uno de aquellos jueces a los que el kirchnerismo debió haber echado y no echó. Bonadío, que fue raleado del FUP porteño, es aquel juez, recordarán, que quería procesar a los dirigentes montoneros… por no haber cuidado a los militantes que fueron secuestrados por los militares al participar de las llamadas “contraofensivas”.
Con perdón de los clowns, es un payaso.
El que avisa no es traidor.