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CASO D’ALESSIO – EXTORNELLI. La declaración del ex gerente de PDVSA los enterró un poco más

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La reafirmación del ex gerente de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat de que fue extorsionado y chantajeado por el superagente D’Alessio (foto, en épocas exultantes) antes de que éste lo conminara a prestarse a una entrevista con Daniel Santoro y luego lo llevara a hacer lo mismo ante Rodrigo Alegre (TN) y Eduardo Feinmann (A24), antes y después de entregarlo al fiscal Carlos Stornelli, el rebelde, fue para mi una gran alegría. Me puse en contacto con Brusa Dovat a a través de un amigo común, lo entrevisté y lo insté a que se presentara a declarar ante el juez Ramos Padilla. Luego, como vaciló, publiqué sus dichos en el marco de una nota más abarcativa, y días después fui con el amigo común (que había grabado a Brusa cuando éste narraba su infortunio) al juzgado federal de Dolores, donde hicimos sendas presentaciones que luego, en un nuevo viaje, ratifiqué.

Lamentablemente, la transcripción parcial que hizo hoy el diario Perfil de la declaración de Brusa Dovat en dicho juzgado se presta a confusiones. Por ejemplo:

En la segunda o tercera semana de febrero, a través de un amigo, me presentó al periodista (Juan José) Salinas, con quien tuve dos reuniones informales en un bar y en una casa particular (…) Quiero aclarar que vinieron por su cuenta y sin mi autorización. yo no autoricé ninguna nota ni grabación. La información de la nota no es falsa, pero yo no lo hice (no la di. N. del E.) en el marco de una entrevista: fue en el marco de una charla informal entre amigos. (…) Yo no tenía conocimiento, en ese momento, que me estaban grabando, estaba yendo a comprar unas bebidas.

De acuerdo al contexto, el lector desprevenido puede llegar a creer que fue D’Alessio y no un amigo en común, JP, quién nos puso en contacto a Brusa y a mi.

La reunión de la que habla Brusa «en una casa particular» tuvo lugar en mi casa.

El párrafo siguiente se refiere a JP y a mi, que fuimos espontáneamente a Dolores, él a aportar las grabaciones que tenía de Brusa contando sus infortunios, y yo a presentar la entrevista que le había hecho en casa. Y luego de reconocer la veracidad del contenido de esa entrevista, Brusa se refiere no a ella, tal como parece en una primera lectura, sino a una previa reunión de amigos en la que J.P. lo grabó sin su consentimiento.

Un comentario:  Para Graña siempre estuvo claro que D’Alessio era un hombre de la Embajada de los Estados Unidos y Brusa Dovat narró en su declaración como en presencia del periodista, D’Alessio le mostró una chapa de la DEA, fajos de dólares y una pistola. También describió como D’Alessio se presentó como director regional de esta agencia ante la seguridad de Canal 13 (que de inmediato franqueó el paso a su camioneta). Sin embargo, luego de ser allanado D’Alessio alegó ser apenas un agente inorgánico de la AFI y señaló al comisario (R) Ricardo Bogoliuk como su jefe. Sin embargo, ayer en un audio que dio a conocer Gustavo Sylvestre de sus diálogos con Pedro Etchebest, D’Alessio trató a Bogoliuk de «subalterno» suyo, ligado directamente a Daniel Angelici… «que es Macri», según explicó en otro audio.

Otro comentario: Que D’Alessio era un superagente que trabajaba para agencias y servicios de los EEUU con pleno conocimiento de su Embajada se cae de maduro, entre otras muchas cosas porque él mismo se jactó de remitir sus informes a Maine, donde según Horacio Verbitsky tiene su sede una importante base de la CIA. Vale la pena recordar que al mismo tiempo que el juez Ramos Padilla exponía ante la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, la Embajada reunía a la «propia tropa», afectada por aquellas revelaciones: El embajador Edward Prado recibió a la ministra Patricia Bullrich, al jefe interino de los fiscales, Eduardo Casal, y a jueces y fiscales a quienes la investigación de Ramos Padilla toca de cerca.

El tweet de la Embajada para blanquear el encuentro:

Comenzó el taller para compartir experiencias sobre el combate contra el crimen transnacional y el terrorismo. Participaron nuestro Embajador, la Min. de Seguridad argentina y el Procurador General. Un encuentro de intercambio con especialistas de ambos países en materia legal.

 

Y un tercer y último comentario: A quienes les cueste creer, como me costó a mi, creer que un personaje tan verborrágico como D’Alessio pueda ser un superagente de la CIA, y que ésta, la NSA y la DEA puedan tercerizar sus actividades delegándolas en gente semejante, vean la patosidad extrema con que «la compañía» actuó al asaltar la Embajada de Corea del Norte en Madrid. Es tan increíble como la demostrada por los agentes saudíes que asesinaron y descuartizaron a Yamal Kashogi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul por orden del príncipe heredero Mohamed. Tanta zafiedad y chambonería que (aunque España es un estado vasallo de los Estados Unidos que tiene en el reino cuatro bases militares) el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se vio obligado a denunciar su protagonismo.

En épocas de la posverdad y el trumpismo, la hipocresía cede su lugar al desparpajo de quienes detentan el poder de las armas. Si dudan de ello, escuchen parte de la conferencia de prensa de Elliot Abrams, el terrorista que el presidente Trump nombró su representante para todo lo que atañe a Venezuela. ¡Cinismo puro!

Hechas estas aclaraciones y comentarios, publico a continuación la entrevista que le hizo recientemente Juan Alonso a Gonzalo Brusa. Fui yo quien le di el teléfono de Brusa a Juan mientras aguardábamos ser recibidos en el juzgado de Dolores. Pícaro, Juan la presentó informando que «por primera vez, Brusa Dovat aceptó una entrevista formal», y él (o su editor váyase a saber)  le puso el marbete «Exclusivo» . Porque la que me dio a mi era, en principio, para armar una presentación judicial suya para presentar en Dolores.

Habla Brusa Dovat: los aprietes de D’Alessio para declarar con Stornelli y la entrevista de Santoro

 

 

Juan Alonso / Nuestras Voces

EXCLUSIVO: El ex gerente de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat rompe el silencio y cuenta cómo fue coaccionado por Marcelo D’Alessio para declarar ante el fiscal Carlos Stornelli y ser entrevistado por el periodista Daniel Santoro. D’Alessio lo amenazó con una causa en el fuero Penal Económico si no revelaba supuestos actos de corrupción K que en realidad no habían existido. Lo hizo delante de Santoro, indicándole que debía hablar “on the record”. También fue llevado ante el fiscal Stornelli en un vehículo que sería de la DEA. El mecanismo de la red de espionaje, extorsiones y armado de causas contado en primera persona. Los nexos con el “periodismo de investigación”, la embajada de EE.UU. y el ARI de Elisa Carrió.

Domingo en un bar de Buenos Aires. El ex gerente de PDVSA Argentina, Gonzalo Brusa Dovat está inmerso en una pesadilla. Desde que conoció a Marcelo Sebastián D’Alessio perdió el trabajo, el auto, se separó, no tiene un peso y viaja en transporte público colgado de trenes, colectivos y subtes. Por momentos el miedo se apodera de su mente agitada. Son las consecuencias de haber tratado con una personalidad psicopática. Aquí, por primera vez, Brusa Dovat aceptó una entrevista formal y contó los detalles de una operación de inteligencia, que lo tuvo como víctima, no como arrepentido. La verdad.

Hechos

Enero. Plaza de Mayo. Gonzalo Brusa Dovat recuerda que se encontró con el periodista de América TV, Rolando Graña, y le contó que estaba siendo amenazado por supuestos ejecutivos venezolanos de PDVSA y presuntos agentes bolivarianos. “Vas a aparecer muerto en Tucumán”, le soltó un desconocido en la calle. ¿El motivo? Un juicio laboral donde Brusa Dovat habría revelado algunos detalles de los negocios corporativos del petróleo. La siguiente reunión con Graña, según el relato de Brusa Dovat, sucedió en la productora del periodista, en el barrio de Las Cañitas. Ante el relato del ex ejecutivo de PDVSA, que habría incluido una presunta amenaza del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Graña le habría sugerido una reunión con una persona que podría protegerlo: Marcelo D’Alessio. “Me dijo que tenía dos CDs con información de PDVSA y que lo estaban amenazando. Habrían llamado hasta su ex mujer, por eso le sugerí a D’Alessio, a quien conocía por consultarlo sobre temas de narcotráfico”, explicó Graña a Nuestras Voces.

¿Dónde se encontraron por tercera vez? En un bar de Puerto Madero, el 23 de enero de 2019. ¿Quiénes participaron de esa reunión? Brusa Dovat, la víctima; Rolando Graña, el presentador; Marcelo Sebastián D’Alessio, presunto agente de inteligencia de EE.UU, y el comisario Aníbal Degastaldi, supuesto jefe de D’Alessio en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

“Ahí nos juntamos D’Alessio, Graña y un comisario que después me doy cuenta que es Degastaldi. En esa primera reunión lo que hizo básicamente D’Alessio fue tratar de tranquilizarme diciéndome que estaba a partir de ese momento bajo la protección de la DEA y que siguiendo los protocolos de la DEA iba a darme custodia, y que para seguir toda la cuestión de protocolos –cuenta Brusa Dovat- necesitaba hacerme visible, mediante notas periodísticas, contando algunos hechos, de los cuales él tenía la columna vertebral que correspondía a PDVSA. Ahí me dice que él estaba investigando a una de las empresas y que por ende que apreciaría mucho que le dé información a cambio de protección. Y me dijo en esa reunión que era un tema para el periodista Daniel Santoro”.

Nuestras Voces: ¿Eso lo dice D’Alessio?

Brusa Dovat: Lo dice D’Alessio y lo afirma Graña, quien dice ‘sí, sí, es para Santoro’.

Sin embargo, el periodista Graña negó que haya realizado esa afirmación en esa charla en Puerto Madero. “No fue así”, explicó.

Lo cierto es que al finalizar esa reunión, D’Alessio citó a Brusa Dovat en un bar del barrio de Caballito el viernes 25 de enero. Ya a solas, D’Alessio lo habría amenazado con una causa penal que se estaba “armando”. Le dijo que el juez era Marcelo Aguinsky, del Fuero Penal Económico. Le prometió que si declaraba “bajo los protocolos de la DEA” él podría “frenar la causa”, porque en ese presunto expediente, según D’Alessio, estarían involucrados ex compañeros de trabajo de Brusa Dovat en PDVSA Argentina.

NV: ¿Qué quería que dijeras?

B.D.: Básicamente él me dio titulares de los negocios que había en PDVSA, eran cuatro o cinco negocios que estaban por fuera de mi área, que estaban por arriba, y lo que él necesitaba eran hilos conductores, que yo podía saber por trabajar en una empresa corporativa.

NV: ¿Había funcionarios kirchneristas en esa empresa que hayan cometido movimientos de dinero irregulares?

B.D.: No, no que yo sepa, no. PDVSA siempre se manejó con funcionarios venezolanos, presidencia, vicepresidencia, y directorio. Después éramos todos equipos técnicos argentinos.

NV: ¿Qué sucedió después de esa entrevista?

B.D.: Me tiró todo el peso, me exigió la información e incluso me dijo que podía sacarme del país a Estados Unidos y a México, cosa que me negué, y me dijo que él iba a organizar una reunión con Santoro. En ese momento a Santoro no lo ubicaba, pero me dijo que era jefe de Judiciales de Clarín. Entonces, me citó para el 30 de enero al mediodía en un restaurante de Palermo. Se suponía que D’Alessio y Santoro iban a planificar la mejor manera de protegerme y hacerme visible. Luego de eso, llego al restaurante Sarkis y me doy cuenta quién era Santoro… D’Alessio lo presentó como su amigo y colaborador. Me contó que fue partícipe de un libro con Santoro y otras cuestiones. Santoro me dijo que la idea era hacer una nota escrita y grabada en on the record, a lo cual en un primer momento, me negué. Porque no era lo acordado. Le dije que no. Y ahí D’Alessio me presionó con los que hablamos el viernes 25, y me dijo que además estábamos siguiendo los protocolos de la DEA para hacerme visible y era necesario que yo hablara en ese momento. Ante esa presión dije que sí sin más remedio.

Clic aquí para la nota que publicó Santoro en Clarín en su versión digital el 2 de febrero.

En el título, Santoro y sus jefes de Clarín escribieron: “Denuncias maniobras de lavado de dinero en PDVSA de Argentina”. La volanta fue: “En complicidad con funcionarios K” y  en el copete se dijo: “Un ex directivo de la empresa venezolano afirmó que varios de sus ex presidentes robaban combustible para sacar plata al exterior”.

No había ningún funcionario K involucrado, según los dichos de Brusa Dovat a este cronista, y las presuntas maniobras de lavado de dinero que mencionan tienen mucho más que ver con la apertura de una nueva oficina del FBI en Miami (dedicada al lavado de dinero en América Latina) que a la realidad argentina.

Clic aquí la nota en Clarín sobre ese nuevo emprendimiento del FBI, el pasado 5 de marzo.

De excursión con la DEA

Luego de la entrevista con Clarín y Daniel Santoro que duró dos horas interminables, Brusa Dovat le pidió a un amigo suyo que lo pasase a buscar por Sarkis, porque estaba totalmente desorientado por el estrés. Al salir con su amigo en auto, a escasas dos cuadras del lugar, se produjo una escena extraña. D’Alessio le cruzó un Toyota y descendió del auto gritando: “¿Todo bien, todo bien?”. “En ese momento no estaba armado”, sostiene Brusa Dovat.

Al responderle que sí, Brusa Dovat, aún perturbado, dice que aquello también fue un acto armado para provocar pánico. “Después él me explicó que pensó que me habían ‘chupado’. Pero ahora entiendo que quiso marcarme la cancha y mostrarme su poder de fuego”.

NV: ¿Cómo prosigue?

B.D.: El vienes 1 de febrero estaba en el centro y me llamó D’Alessio para decirme que había programado una entrevista en Canal 13 y me pasó a buscar por Avenida San Juan y Salta, no me acuerdo la intersección. Me llevó al canal y en los estudios nos esperó Rodrigo Alegre, que me hizo una nota de unos 15 minutos. Después no tengo comunicación hasta el domingo 3 de febrero que salió la nota en Clarín. Ese domingo a la tardecita me dijo que el lunes 4 me iba a pasar a buscar para ir a Comodoro Py hasta el despacho del fiscal Carlos Stornelli. Bueno, me pasó a buscar en una camioneta Land Rover con dos personas muy altas y corpulentas, vestidas de remeras, jeans, y zapatillas, a quienes presentó como su equipo de la DEA. Ingresamos por el frente por una puerta lateral, no sé si eso es habitual, y subimos al quinto piso. Ahí tuvimos una espera de dos horas. Hasta que llegó Stornelli y nos saludamos. Me hicieron sentar, se sentó D’Alessio y le comentó al fiscal Stornelli que lo mío se podía cruzar con la causa de gas licuado. Stornelli llamó a una secretaria y delegó mi testimonio, que habrán sido unos veinte minutos. Cuando terminé me di cuenta de que D’Alessio estaba cerca de mí (lo había filmado y grabado sin que se diese cuenta y luego le envió ese material como ejemplo a Pedro Etchebest) y Stornelli me dijo que se iban a comunicar conmigo.

A las cinco de la tarde del mismo lunes 4 de febrero me llamó D’Alessio para ir al programa de Eduardo Feinmann en A24. Nos encontramos cerca del canal en Palermo. A diferencia de las otras notas, D’Alessio se sentó al lado mío en el estudio. Me fui a mi casa y pasé mi cumpleaños el 5 de febrero como el culo. Luego me enteré por los medios de comunicación de que hubo un allanamiento en la casa de D’Alessio y le pregunté qué era todo aquello. Y me contestó, ‘no es con vos, es conmigo’.

NV: ¿Cómo definirías a D’Alessio?

B.S.: No sé, es muy difícil. Después del 25 de febrero yo tenía mucho miedo. Es un personaje nefasto, siniestro, que me hizo decir un montón de cosas que no quería decir, porque son cuestiones de la vida corporativa. Me enteré de que tenía carpetas con datos míos por el juez Ramos Padilla en el Congreso. Aunque ya ese 25 de febrero, D’Alessio me hizo saber que conocía toda mi vida.

Clic aquí la nota en TN del pasado 5 febrero.

En la entrevista con Eduardo Feinmann, que curiosamente no está en Internet, el periodista le preguntó a Brusa Dovat si era “el Centeno de la causa de gas licuado”. El ex ejecutivo de PDVSA alcanzó a balbucear que no, pero D’Alessio que estaba a su lado remarco: “Sí, él tiene muchos datos”.

Gonzalo Brusa Dovat se presentará como querellante en la causa que instruye el juez Ramos Padilla y declarará en el expediente. No es un arrepentido, no es un corrupto, es una víctima de una banda mafiosa con espías, comisarios, periodistas, jueces y fiscales. Y así consta en la causa judicial del magistrado.

En la causa que instruye el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, hay curiosas comunicaciones entre D’Alessio y el fiscal federal Carlos Stornelli que contextualizan lo que narró Brusa Dovat. ¿De qué hablaban estos dos amigos que pasaron casi cinco horas en la camioneta de D’Alessio en Pinamar?

Junto al presunto agente de la AFI, Ricardo  Bogoliuk (según  D’Alessio, su jefe) de “un interés muy marcado del imputado D’Alessio sobre el asunto que excede lo que puede llegar a ser el ámbito local y nacional, mientras en toda la región se estaba analizando congelar fondos de la petrolera estatal PDVSA”, determinó el juez.

En este aspecto central del proceso penal, las charlas entre D’Alessio y Stornelli incluyeron estos textuales: “Mañana voy a hacer que se arrepienta un actual director de una residual de PDVSA, que sigue operando en el país -le escribió D’Alessio a Stornelli-, si es lo que imagino, además del informe que tengo que armar para Maine (presunta base de la CIA en la frontera de EE.UU con Canadá) y enviarlo por valija diplomática, está el factor argentino, que seguro le vas a sacar mucho provecho”.

El mecanismo de acoso y persecución contra Brusa Dovat por parte del grupo paraestatal de D’Alessio, incluyó un informe de inteligencia completo sobre él y su familia. A saber: historia laboral, las entradas y salidas del país, viajes a EE.UU. Tan es así, que para D’Alessio era “prioritario” quebrar la voluntad de Brusa Dovat. Habría ido tan lejos, que en la maniobra hizo participar a periodistas y funcionarios judiciales, quienes según escribió Ramos Padilla, “pueden haber actuado con o sin conocimiento”, pero que habrían formado parte del mecanismo de espionaje que supuestamente completó D’Alessio y que ahora lo dejó como acusado en una pesquisa que investiga los delitos de asociación ilícita y extorsión.

Aquí en exclusiva se puede ver un escrito hecho presumiblemente por D’Alessio con anotaciones meticulosas sobre PDVSA y sus lazos empresariales en la Argentina. Ahora bien, si D’Alessio dijo que fue espía de la NSA estadounidense, infiltrado en ENARSA, y el periodista Daniel Santoro más el propio fiscal Stornelli, lo conocieron como presunto agente de la DEA (él mismo lo admite en un audio con el denunciante exiliado Pedro Etchebest), ¿es posible preguntarse si D’Alessio formaba parte de un dispositivo de espionaje de EE.UU. en la Argentina? Con misiones tales como proteger sus intereses comerciales y perjudicar a Venezuela, desde el propio Estado Argentino, con el nexo descripto por D’Alessio con la AFI? La respuesta la debe dar el Congreso de la Nación con la Comisión que “fiscaliza” los organismos de inteligencia”. El 23 de marzo está citado el juez Ramos Padilla y diez después el jefe de la AFI e íntimo amigo del presidente, Gustavo Arribas.


La compañía

Hay un edificio de una base de la AFI, que no daré la dirección para no violar la ley de Inteligencia, donde se sospecha que habría funcionado por años una delegación de la CIA. Allí trabajó una ex pareja de Antonio Horacio “Jaime” Stiuso como subdirectora y toda la cúpula fue despedida. Tenía las paredes descascaradas, oficinas derruidas con escritorios de la década del ’90, computadoras antiguas, sillas maltrechas y la oscuridad del olvido. El ex jefe de la base atendía en ojotas y decía que tenía al personal en “La Triple Frontera”. Pero el lugar, sugestivamente, tenía un depósito repleto de autos donados por la CIA. Y es más: en una pared completa aún estaba un enorme servidor que el jefe de la base no sabía operar, porque evidentemente no era de la AFI. La presencia de una de las principales agencias de inteligencia del planeta no es nueva en la Argentina. Se asentó aquí luego de la II Guerra Mundial cuando el ex director del FBI, John Edgar Hoover, perdió el análisis y la contrainteligencia fuera de Estados Unidos a manos de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), antecesora de la CIA. La mención que realizó D’Alessio sobre Maine en Estados Unidos podría sugerir un presunto centro de reunión regional de inteligencia de la principal agencia de estadounidense junto a la NSA.

El jefe de la AFI, Gustavo Arribas, “el señor 5”, tendrá que dar detalles ante los diputados y senadores de la Bicameral de Seguimiento y Fiscalización de los Organismos de Inteligencia sobre el rol inorgánico de D’Alessio con los comisarios Degastaldi y Bogoliuk y cómo fue que un grupo paraestatal logró espiar a una delegación comercial iraní y rusa en Uruguay. En el caso de Bogoliuk habría visitado al Jefe de Gabinete de “La Casa”, Darío Biorci, en el piso 9.

¿Quién es el jefe de D’Alessio?

A la primera persona que llamó D’Alessio por la “Operación PDVSA Brusa Dovat” fue al presidente de la Cámara de Comercio Argentina Israelí, Mario Montoto. “Es mi hermano”, dijo Stornelli a D’Alessio sobre el hombre que se asoma por este complejo caso como una larga sombra.

La Alianza Libertadora encarnada por Elisa Carrió y la diputada Paula Oliveto también está complicada en la causa de Ramos Padilla. A diferencia de los informes de inteligencia de D’Alessio sobre Gustavo Vera y los periodistas “Animales”, el sector de Carrió aparece como benefector de D’Alessio. No explica por qué lo recibió tantas veces, y menos aún el motivo de las extensas conversaciones de Oliveto con D’Alessio, que están en el expediente.

El juez Ramos Padilla hizo más por la democracia en cuatro semanas que la diputada Carrió en toda su carrera en la banca. Además el sector sushi de la AFI, con Darío Richarte, Javier Fernández, Juan José Gallea y Sergio Bartolomé Szpolski intenta surfear la ola del stiusismo articulante. Como buenos radicales ven el helicóptero más cerca que la Revolución Del Parque

Hay lobbistas de elite que visitaron billonarios con la banderita de EE.UU doblada en un pañuelo del saco. Por eso D’Alessio llegó tan lejos sin inmutarse. Los sastres de la ruindad no reparan en la fórmula del olvido.

 

 


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3 comentarios

  1. Juan, que opinión
    Le merece la participación de Graña junto a D Alessio en reuniones en la carcel,con un capo de la banda de los Monos,aparentemente con la intención de armarle una cama a dirigentes del P. Socialista de Santa Fe
    A

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