DECÍAMOS AYER: Cristina calificó de malvada y perversa a la ministra, responsable de su seguridad y la de su familia
Destacó que responde a servicios de inteligencia extranjeros, y sus muchos, ridículos bloopers.
En el fárrago de los acontecimientos, se naturaliza que los medios hegemónicos y los periodistas ensobrados nos entretengan con temas menores mientras se rifa o directamente se regala el patrimonio de todos los argentinos, se decuplican tarifas y servicios y se hunde en la miseria a la mayoría privándola de los alimentos necesarios para el desarrollo de sus pibes, un millón de los cuáles se va a la cama sin cenar. Y que se mate literalmente de hambre de centenares de miles de jubilados con la mínima.
Si hay algo que sorprende en este contexto es que la ministra de Seguridad sea quien, como mínimo, esta involucrada hasta las cejas en la destrucción de evidencias que podrían llegar a establecer conexiones entre los lúmpenes ágrafos que intentaron matar a la dos veces Presidenta y quienes instigaron y financiaron a quienes promovieron activamente el magnicidio.
Si su entonces mano derecha, Gerardo Milman, sabía con anticipación de ese ataque, va de suyo que la actual ministra no debía ignorarlo. Y el hecho de que no lo haya lamentado indica que lo que debe haber lamentado, al igual que el bocazas de Milman, es que haya fallado.
Así las cosas, mientras el Poder Judicial se encarga de proteger a instigadores y financistas y recrudecen las amenazas de una legión de trolls al servicio del desgobierno anarcocapitalista e incluso de algunos encumbrados funcionarios y hasta los que carecen de nombramiento alguno, como Santiago Caputo (que según Ricardo Ragendorfer remeda una versión bufa de Vladimiro Montesinos, mano izquierda del dictador Fujimori).
Esta carta Cristina la hizo llegar a Bullrich y a Clarín hace más de ocho años, a fines de julio de 2016. La subí pensando que era actual: me comí la curva. Pero la dejo porque me parece increíble que conserve plena actualidad.
Cristina expresó entonces verdades de a puño, incontrovertibles, sobre la catadura de la persona de la cual dependía y depende hoy la seguridad y vida de todos los que no estamos dispuestos a hacernos los distraídos. Y de nuestros familiares.
Carta de Cristina a Patricia Bullrich:
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Notas:
*En realidad, Florencia y su nieta viven el muy popular barrio de Constitiución, a tres cuadras de Montserrat, pasa que las inmobiliarias promocionan el barrio como su fuera Montserrat porque les parece más fino. En cambio los bajos de Montserrat, todo está entre la Nueve de Julio y Puerto Madero, desde las calle Chile (por donde en épocas de la colonia corría un arroyo) hasta Rivadavia, incluyendo la Plaza de Mayo y la Casa de Gobierno, es presentado como si fuera San Telmo por la misma razón: porque les parece más fino y vendible.
** No entiendo bien a qué se refiere Cristina (pero, creyendo que se trataba de una carta actual, supuse que sería a los enfrentamientos de la ministra con Cristian Ritondo: https://www.perfil.com/noticias/politica/crece-la-guerra-de-bullrich-con-macri-y-ritondo-denuncia-penal-y-tension-politica.phtml Pero no, ha de ser otra cosa.
***: Ver https://www.pagina12.com.ar/185094-el-gobierno-de-patricia-bullrich-nos-arruino-la-vida
****. Una buena descripción se encuentra en el periódico orientado por Jorge Altamira y en el video que está más abajo. Otra, en la revista Mu.
Un buen racconto de los bloopers de Patricia como responsable de la seguridad de la ciudadanía puede leerse aquí. Las barbaridades perpetradas por ella, y especialmente su papel en lo que hace a la vida de Cristina, constituyen un tema gravísimo pero si viviéramos lejos, por ejemplo en Groenlandia, lo encontraríamos cómico a más no poder.
A las pruebas me remito: