El atentado a la AMIA, Memoria Activa y la naturalización del cinismo
Memoria Activa es el sector «progre» de los familiares, hasta el punto de que en su acto, realizdo hoy participaron el ex dirigente tupamaro, poeta y escritor Mauricio Rosencof, y el filósofo Ricardo Forster, compañero de Carta Abierta.
Curiosamente, no encuentro noticias del acto en Télam, ni en Google, ni en ninguna parte. Sin embargo, horas antes Diana Malamud, «la cara» de Memoria Activa, dijo que: «Las posibilidades de un juicio con los autores es muy difícil a esta altura. El gobierno iraní no va a entregar a nadie, a ningún imputado, se necesitan cambios macro políticos como para que los entregue».
Dio así por cosa juzgada y archicomprobada que quienes pusieron las bombas en la AMIA fueron iraníes, lo que es una gran falacia. Todo, absolutamente todo indica que los autores materiales fueron argentinos. Y está a la vista que a nadie le importa un bledo que se los identifique y atrape. En cambio, hay muchos que quieren condenar sumariamente a funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Irán tras acusarlos, sin la menor prueba, de ser los instigadores o autores intelectuales. Pisotean así alegremente la lógica más elemental que indica que para resolver un asesinato por encargo, es imprescindible primero atrapar al asesino y recién ver después si se puede probar el encargo. Hacer lo contrario es hablar porque el aire es gratis.
