EL ETERNAUTA. La obra emblemática de Germán Oesterheld será una serie de Netflix (con VIDEOS)
Conocí a Diana pero casi apenas de vista (estábamos compartimentados y apenas cruzamos unas palabras en una guardia en el local central de la Juventud Peronista Regional 1, en la calle Chile al 1400) cuando ella militaba en Barracas y yo en Montserrat. Y ya en los años 90 a Elsa. La saga de los Oesterheld me emociona tanto o mas que lo que me emocionó El Eternauta cuando todavía era niño, lo que es mucho decir. Germán fue un gran escritor de aventuras y mi hermano Luis, fallecido en 2007, lo adoraba y tenía entre sus planes escribir la historia de como fue suplantado cuando se lo secuestró, de modo que sus historietas siguieron apareciendo como si nada hubiera sucedido.
El Eternauta despertó mi curiosidad por lo que había sucedido en junio de 1956, cuando apenas tenía tres años, y eso me llevó a Walsh y a los que había pasado tres años antes de aquello, cuando un tío mio muy querido había participado en el aciago bombardeo de la Plaza de Mayo. Y ya nada volvió a ser lo mismo.
El Eternauta» llega a Netflix
Héctor Oesterheld, el guionista que entregó su vida a la militancia
El anuncio de la plataforma de streaming de iniciar la producción de una serie sobre la historieta revalorizó la figura del escritor.
El anuncio de la plataforma Netflix de iniciar la producción de una serie sobre «El Eternauta» revalorizó por estos días la figura de Héctor Germán Oesterheld, guionista de esa legendaria historieta argentina y militante político que dio su vida en pos de un ideal de transformación social, al igual que sus cuatro hijas.
«Héctor fue un hombre comprometido con una mirada del mundo y les trasmitió esa mirada a sus hijas, con quienes compartió la militancia y los sueños de cambio. A él, y a su familia, el mundo no le resultaba algo indiferente», señaló en diálogo con Télam Alicia Beltrami, coautora junto a Fernanda Nicolini de «Los Oesterheld», un libro que repasa la historia de una familia victimizada por la última dictadura cívico militar.
El trabajo de las autoras recorre la trágica historia de la familia que formaron Héctor Oesterheld y su esposa, Elsa Sánchez, quienes tuvieron cuatro hijas (Estela, Beatriz, Diana y Marina), todas desaparecidas -dos de ellas embarazadas- durante los años del terrorismo de Estado.
Entre Héctor, sus hijas, los tres maridos de ellas y los dos niños o niñas que se supone nacieron en cautiverio hay 10 víctimas de la dictadura entre desaparecidos y asesinados, y tan sólo Elsa sobrevivió (se sumó a Abuelas y falleció en 2015) para criar a Martín Miguel, uno de sus nietos, hoy cineasta.
«A pesar la tragedia, hubo en esta familia hechos llenos de vida y ternura que quisimos reflejar a través de todos los testimonios que recolectamos a lo largo de años», explicó Beltrami.
¿Qué llevó a un guionista reconocido a convertirse en colaborador y correo de la organización Montoneros? ¿Por qué sus hijas, alumnas del colegio Northlands se involucraron en en el trabajo de base y en la lucha armada? Eran los interrogantes que busca despejar la obra.
«La militancia de Héctor y sus hijas se fue constituyendo a partir de un vínculo dialéctico. No se puede decir que el padre haya influido en sus hijas o que ellas hayan determinado a Héctor. Todo se gestó en los diálogos y vivencias compartidas en la casa que la familia tenía en Béccar. Allí, se retroalimentó un compromiso por cambiar la realidad», enfatizó Beltrami.
Oesterherld comenzó a mostrar su interés por modificar la realidad en sus años de estudiante de la carrera de Geología en la UBA, cuando formó parte del Centro de Estudiantes en la Facultad de Ciencias exactas y en los trabajos de campo que realizó para YPF en Comodoro Rivadavia, Zapla y Tupungato.
A fines de los ’40, dejó la geología y comenzó a publicar y cuentos, y la década siguiente guionó historietas que educaron la sensibilidad de la generación que se incorporaría años después a la militancia revolucionaria.
Fundó su propia editorial en 1957, y desde ella gestó «El Eternauta», la obra que narraba una invasión extraterrestre a Buenos Aires, que comenzaba con una nevada mortal y proseguía con la resistencia liderada por Juan Salvo, el hombre que comprende que «el único héroe válido es aquel que actúa en grupo».
«El Eternauta tuvo varias ediciones y en esas se refleja la evolución de Héctor. En la primera edición, la dibujada por Francisco Solano López, la resistencia estaba formada por gente de clase media, trabajadores que se unían con efectivos militares. En 1969, se publica en Gente una versión ilustrada por Alberto Breccia, donde Sudamérica es entregada a los extraterrestres por las potencias del Norte. Ahí había una evolución», sostuvo Beltrami.
Esa orientación política se plasma en obras como la vida del «Che Guevara» y en las otras versiones de El Eternauta, que se difunden cuando Oesterheld se había sumado a Montoneros, donde colaboraba con la estructura de prensa y difusión de la organización.
El 27 de abril de 1977, se produjo su secuestro en La Plata, cuando sus cuatro hijas ya se encontraban desaparecidas o asesinadas.
Pasó por los centros Clandestinos de Detención de Campo de Mayo, el Vesubio y «Sheraton», ubicado en la comisaría de Villa Insuperable, en el partido de La Matanza, donde su rastro se perdió en 1978.
En cautiverio, supo de la suerte de sus hijas por parte de sus captores, que procuraron minar su moral y torturarlo psicológicamente con detalles sobre esas caídas.