No conocí personalmente a Girondo, pero lo defendí allá por 1987, cuando el SIN quiso embarrarlo porque se atrevió a declarar, y su mamá me llamó desde París para agradecérmelo. El SIN y un escriba de El Informador Público, Víctor Lapegna (un ex preso del PCR que se había hecho fanático de Massera) pretendían ensuciarlo publicando cartas supuestamente escritas por un detenido-desaparecido que nunca reapareció. Defender a Girondo me costó que el fiscal Romero Victorica y Alfredo Bisordi me citaran en el despacho de un juez de San Martín (¿Luft?) para interrogarme sobre el secuestro de los hermanos Born. De la misma manera, me podrían haber preguntado por la muerte de Gardel.
Sé que Girondo fue obligado por sus captores a escribir la historia de los Descamisados. No sé si ese material se ha conservado. Si alguién lo sabe, que me lo diga.
Cofundador de los “Descamisados”, sobrevivió en la ESMA como esclavo
ESMA:”Mateo” Girondo, ex jefe montonero, destacó que su actividad principal fue política, no militar
María Mercedes Bogliolo, 30 años, esposa de “Mateo”, madre de Marina y Lucio, santiagueña, del grupo inicial de Descamisados.
TÉLAM, MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
Alberto Eduardo Girondo, apodado “Mateo”, fue uno de los principales dirigentes montoneros capturado por el grupo de tareas que operaba en la ESMA. Sobrevivió como esclavo haciendo trabajos en lengua francesa que preludiaron a instalación del “Centro Piloto de París” por parte de la Armada. Luego de jurar decir la verdad “por los compañeros desaparecidos” Girondo prestó una amplia declaración en la que reivindicó expresamente la militancia política -no armada- de su generación que, dijo, debió armarse en su defensa, ante la criminalidad de la represión.
Girondo fue secuestrado la tarde del 15 de mayo de 1977 en las inmediaciones del Parque Chacabuco por una patota del Grupo de Tareas 3.3.2. entre cuyos miembros estaba Alfredo Astiz.
Al intentar escapar, “Mateo” recibió heridas de bala en su pierna izquierda, lo que motivó que luego de su detención fuera llevado a un hospital donde fue operado. Posteriormente, fue conducido al casino de oficiales de la ESMA, dónde se le asignó el número 292 y fue sometido a reiterados interrogatorios con golpes y amenazas por diversos oficiales de la Armada, a los que habría de identificar.
El capitán de fragata Jorge “El Tigre” Acosta, el capitán de corbeta Francis Whamond y el oficial de Prefectura e ingeniero Gonzalo Sánchez, alías “Chispa”, lo mortificaron, además, relatándole las circunstancias del asesinato de su esposa, María Mercedes Bogliolo.
Girondo, uno de los fundadores de la organización Descamisados e hijo de la escritora Odile Baron de Supervielle, directora del suplemento literario de La Nación y más tarde su corresponsal en París.
Durante su cautiverio, Girondo fue obligado a realizar trabajos a favor de sus captores, particularnente traducir y escrtibir materiales en idioma francés, que domina a la perfección. Finalmente, recuperó su libertad el día 19 de enero de 1979, cuando la Armada Argentina le suministró los documentos y pasajes para embarcarse vía aérea hacia París junto con María Milia de Pirles.
Girondo juro decir la verdad “por la Patria y los desaparecidos” y destacó que hasta hoy no se sabe dónde está el cadáver de su esposa María Mercedes y explicó que ella regresó a la casa allanada a buscar pertenencias un mes después de su allanamiento. Había un grupo de marinos adentro que la hirió de gravedad por lo que falleció a poco de ingresar a la ESMA, según le relataron sus Captores.
Sobre la casa, Girondo sostuvo que los marinos se “apropiaron del título de propiedad” de la misma, que “estaba a nombre de un amigo, Alberto Giusti, quien también fue secuestrado, y a quien recuerdo haberlo oído hablar con otro prisionero en Capucha”.
“Se habrán hecho del título de propiedad de la casa de la misma que se hicieron de todas nuestras pertenencias, porque la casa fue saqueada. En el pañol, en el tercer piso de la ESMA, donde se almacenaban la cosas robadas, había cosas mías: ropa y electrodomésticos”, recordó Girondo.
“En el primer mes en la ESMA estuve en el Sótano, un mes después me llevaron a Capucha. Los traslados eran los miércoles. Había otros días, pero generalmente eran los miércoles. Casi siempre era Pedro Bolita (el imputado Carlos Gaitán) quien llamaba a los secuestrados por su número y se iba formando un grupo de 7, 8 ó 10 prisioneros con capucha y grillete, tomando del hombro del que lo precedía”, describió Girondo.
“Se los llevaban hacia el Sótano donde ocurría lo que no queríamos saber, pero que intuíamos por pequeños elementos. Yo asistí a varios traslados en Capucha. Recuerdo el de (Roberto Gustavo) y lo del Beto Santi y de Leonardi, a quienes torturaron uno frente al otro”, siguió diciendo.
“En el sótano estábamos como esclavos”, puntualizó. Durante el día había prisioneros trabajando, los días de traslados se evacuaba, no quedaba nadie, dijo. “Algunas veces al día siguiente hubo marcas muy claras en el piso, como si algo pesado hubiera sido arrastrado hacia el portón grande. Como les daban la inyección de pentotal, había algunos que se desmayaban y caían, o dormidos, y se los arrastraba para sacarlos del sótano.”
Una inmobiliaria
La participación civil en la ESMA contó con abogados que colaboraron con el robo de bienes, añadió Girondo. Particularmente, recordó, hay una causa judicial denominada “Bienes”, que investiga estos delitos. “Se sabía que los marinos tenían una inmobiliaria” que era también “una fábrica de documentos falsos” para quedarse con las propiedades de los secuestrados.
Ante un pregunta de la fiscalía, el testigo respondió que de esa manera se apropiaron de las Chacras de Coria, que era una propiedad de Montoneros en Mendoza, y aclaró que también hubo “propiedades de otras personas secuestradas” que nada tenían que ver con la guerrilla.
La Fiscalía la preguntó a Girondo sobre los 16 partos de los que dijo saber en declaraciones suyas de hace un ciarto de siglo, cuando el juicio a las juntas militares. “Tuve conocimiento de varios, no sé si voy a recordar todos. Uno era Patri (Alicia Elena Alfonsín), la madre de (Juan) Cabandié, también había una compañera (Mirta Mónica Alonso Blanco) de (Oscar) Hueravilo” cuyo hijo Emiliano nació en cautiverio en la ESMA el 11 de agosto de 1977.
Después, la Fiscalía y las querellas pasaron a preguntarle sobre víctimas, incluidas varias que cooperaron con sus captores en diversos aspectos.
Ante preguntas de los defensores de los imputados, Girondo destacó que “mi principal actividad fue barrial, sindical, política, no armada. Algunos no tuvieron más remedio que armarse luego del ´76, pero hasta ese momento, yo era militante político en una organización revolucionaria”.
En qué año nació Alberto Eduardo Girondo?