FRANCISCO. Una excepcional cobertura de Télam sobre los 8 años de su papado contrasta con el desprecio y rencor de la prensa hegemónica
Leí anoche fascinado esta excepcional cobertura de la agencia Télam sobre los ocho años de papado de Jorge Bergoglio. No soy creyente, pero no deja de sorprenderme el destrato de la prensa hegemónica local e internacional, sobre todo de la local, a este extraordinario pontífice que, paso a paso, está dando vuelta como una media a la vieja y esclerosada institución eclesial, insuflándole nueva vida, acercándola al mensaje originario del Nazareno, aquel del sermón de la montaña. Porque Bergoglio, trasmutado en Francisco -que no es lo mismo- se enfrentó decididamente a las mafias que se habían enseñoreado del Vaticano al igual que con vetustas y afianzadas perversiones, recuperando el sentido ecuménico –católico, es decir, universal– e igualitario del cristianismo primitivo.
Si Karol Wojtyla siguiera siendo Papa y hubiera visitado una región tan en crisis como Irak, los grandes medios le hubieran dedicado grandes espacios. El silencio y destrato que le dispensan a Francisco trasunta el disgusto que les provoca un pontífice plenamente volcado a lo que los teólogos llaman opción por los pobres.
Aquí, en esta crónica de Télam, están claramente explicitadas las razones: