JORGE MILTON CAPITANICH: «Hay que plantarse como oposición»
“Pretenden arrasar con todo vestigio de un proyecto nacional y popular”
El intendente de Resistencia dijo que “hay que plantarse” en defensa de un proyecto “opositor al neoliberalismo” y consideró que las corporaciones pretenden un “peronismo domesticado”. Teme que se repita en Argentina el efecto de las elecciones nacionales en Perú, entre dos candidatos del neoliberalismo.
CHACO DÍA POR DÍA
“Este es un espacio –por el del Frente para la Victoria- que no se puede tirar por la borda después de un esfuerzo de doce años y medio. Me parece que hay que plantarse porque, si no, pretenden arrasar con todo vestigio que represente efectivamente un proyecto nacional y popular”, aseguró Capitanich, en declaraciones a la Radio Pública de la ciudad de Avellaneda. En ese sentido, cuestionó a algunos dirigentes que “operan desde una visión coyunturalista y otros porque les conviene en términos de una acción táctica”. Y recalcó: “me parece necesario preservar el proyecto, que tiene referentes; y si no son los referentes que puedan encabezar esta disputa, hay que decirlo y promover otros que tengan la convicción y la fuerza necesaria para defender este espacio. Es imprescindible defender las ideas”. “Lo que no se duda es que hay que asumir la defensa de un proyecto claramente opositor al neoliberalismo. Si nosotros no somos esa opción, el problema central es la degradación sistemática de la calidad de vida del pueblo argentino”, reflexionó Capitanich.
Movimientos sociales, movimiento obrero
El exjefe de Gabinete consideró, asimismo, que “necesitamos que los movimientos sociales que pudieron organizarse sobre la base de la economía social, de la construcción de viviendas populares, del programa Argentina Trabaja, del Ellas Hacen, tengan la entidad como actor social relevante en el proceso de movilización de la conciencia social”. Advirtió, además, que “el movimiento obrero organizado en la Argentina ha dejado de ser la columna vertebral del movimiento nacional y popular y en realidad representa en muchos casos intereses corporativos asociados a grupos multinacionales o grupos económicos oligárquicos concentrados. Tenemos que redefinir una corriente sindical que exprese la necesidad de recuperar el rol del movimiento obrero organizado como columna vertebral del movimiento”.
Ser o no ser oposición: “el peronismo de buenos modales”
Con respecto a la postura en relación al gobierno de Mauricio Macri, el intendente de Resistencia aseguró que “lo que hay que hacer es oposición. Seria, alegre o sonriente, lo importante es ser oposición. Pareciera ser que en la Argentina hasta los grupos mediáticos concentrados y el opoficiolismo dicen que hay que hacer ‘oposición seria’ cuando uno tiene que ceder todas las herramientas al gobierno. Eso no es ser oposición seria, es ser oposición asociada a lo que pretende el oficialismo”, señaló el exjefe de Gabinete. Y subrayó que “en democracia la oposición cumple un rol trascendental, tan trascendente como el oficialismo. En ese contexto, cuando se dan estrategias de pérdida progresiva de derechos civiles, políticos y sociales, obviamente que se tiene que alzar la voz de la oposición”. En ese contexto, aseguró que “la oposición tiene que respetar la voluntad popular. El gobierno de Macri, en primera vuelta electoral, sacó el 34 por ciento, por lo tanto no tiene mayoría en el Congreso. La mayoría en el Congreso se la dimos nosotros. No los que pensamos distinto, se la dimos desde el peronismo. Ese peronismo que se pretende renovador, de buenos modales, aggionardo a los intereses de la oligarquía vernácula, de los grupos mediáticos concentrados, de las corporaciones económicas nacionales y multinacionales es un peronismo domesticado para esos intereses”. Al respecto, Capitanich alertó: “no quiero que esto sea Perú y que la competencia sea entre (Keiko) Fujimori y (Pedro) Kuczynski, que compita a ver quiénes son más referentes de un modelo neoliberal que está subsumiendo al mundo en la máxima pobreza y agudización de las contradicciones desde el punto de vista de la injusticia social internacional”. “Para eso no milito. Milito para reivindicar otra postura desde el punto de vista político, ideológico, doctrinario y filosófico. Y punto. Y tenemos que plantarnos. No podemos estar todo el tiempo pensando qué le puede caer bien a tal o cuál sector o a tal o cuál grupo para que nadie tenga una voz disonante. Aparte, estoy cansado con esto de que quieren meternos a todos en la misma bolsa respecto a corrupción. Si hay funcionarios corruptos que la justicia los investigue y los castigue, pero nosotros somos honestos y lo vamos a seguir siendo porque hacemos de la militancia política una vocación de servicio”, subrayó el exgobernador del Chaco por dos mandatos consecutivos.
Cooptación de la democracia por las corporaciones
Capitanich insistió en que uno de los principales obstáculos reside en la disputa entre la democracia y las corporaciones económicas. “Los intereses permanentes de estos grupos económicos genera un problema: la cooptación de la democracia por parte de las corporaciones», reflexionó. Y reveló: «he seguido la convención Republicana y la Demócrata y me da pavor escuchar esos discursos edulcorados conforme a no contradecir claramente los intereses corporativos. Los discursos políticos se convierten en anécdotas de pueblo cuando no quieren denunciar los problemas centrales de los intereses que están en juego. La política internacional también está subsumida en un problema serio en término de contradicciones, porque nadie quiere denunciar como tiene que denunciarse salvajemente a este modelo neoliberal que lo que hace es corromper todas las estructuras del sistema y lograr definitivamente exclusión y pobreza. Las imágenes desgarradoras, desde los inmigrantes y hasta las de pobreza extrema, nos ponen en evidencia que el sistema está en crisis y que eso requiere un cambio”.