LESA HUMANIDAD. Descubren en Floresta, próximo a «Orletti», otro CCD utilizado durante la dictadura

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La última fiesta en la que participé antes de que todos quedáramos enclaustrados por la pandemia fue en esa misma manzana. Precisamente en la casa de una querida compañera Paula «La Rusa» Resels, que celebró su cumpleaños luego de una larga temporada de luto por la trágica muerte de su compañero de casi toda la vida, César Fernández. Me da impresión ir a esa orilla izquierda (yendo hacia el oste) de Floresta, de aquel lado de la vía, por la proximidad del CCD que los represores, sardónicos, llamaban «El Jardín»; que estaba al mando del  veterano delincuente filonazi Aníbal Gordon, investido «coronel» de la SIDE y que por un error visual, terminamos conociendo como «Automotores Orletti». Es que allí, entre otras muchas víctimas, estuvieron mis queridos amigos Marcelo Ariel Gelman y María Claudia García Iruretagoyena. Marcelo fue asesinado allí mismo y Claudia llevada al decir de Juan Gelman «en calidad de envase» a Montevideo con un avanzado embarazo, donde después de dar a luz a Macarena, la asesinaron.

Lo que sigue es un despacho de la agencia Télam que, sospecho, ha de haber escrito Oscar Taffetani, mi querido compañero de la pagina  Memoria Télam.com.ar

 

El juez federal Daniel Rafecas, que lleva adelante la megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos en el ámbito del Primer Cuerpo de Ejército, identificó hoy un inmueble que habría sido utilizado por la SIDE hasta el año 1977 y en donde habría actuado la banda criminal de Aníbal Gordon, a las órdenes de quien era jefe de la mencionada central de Inteligencia, el general Otto Paladino.

«Hicimos un descubrimiento importante para avanzar en las investigaciones. Veníamos con muchos testimonios que nos indicaban que existió un centro clandestino de detención que dependía de la SIDE y que estaba muy cerca de Automotores Orletti, otro lugar de reclusión por el cual hubo un juicio que terminó con más de doce condenados. Pero hasta el momento no podíamos descubrir dónde se encontraba», dijo el juez en diálogo con AM 750.

Daniel Rafecas, propuesto por el Poder Ejecutivo para ocupar el cargo de Procurador General de la Nación, tiene a su cargo como juez federal, desde hace 15 años, la instrucción de la citada megacausa, en la que se investigan delitos de lesa humanidad cometidos en su mayor parte en el área de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense.

«Gracias a un trabajo conjunto con el Equipo Argentino de Antropología Forense y por testimonios de las víctimas del terrorismo de Estado –agregó el juez en su salida radial- logramos ubicar ese lugar que era una vivienda con sótano en la calle Bacacay, en el barrio de Floresta».

La vivienda de marras ubicada en Bacacay 3570 (es decir, exactamente a la vuelta de manzana del CCD Automotores Orletti), funcionaba como una casa orgánica de la SIDE y por allí también pasaron, según testimonios, prisioneros políticos clandestinos, los que eran interrogados bajo tortura antes de ser ejecutados y sus cuerpos desaparecidos.

Rafecas ha pedido nuevas declaraciones testimoniales y visitas de reconocimiento a ex detenidos sobrevivientes, tanto de Orletti como de este probable “anexo” sobre la calle Bacacay. Asimismo, han sido útiles en la investigación archivos recientemente desclasificados por el gobierno de los Estados Unidos, en donde se menciona con precisión la ubicación de la casa.

Vistas del acceso al inmueble de la calle Bacacay y de la entrada al sótano que funcionó como cárcel clandestina y centro de interrogatorio y torturas
Vistas del acceso al inmueble de la calle Bacacay y de la entrada al sótano que funcionó como cárcel clandestina y centro de interrogatorio y torturas 

La vivienda, que habría sido alquilada por la SIDE hasta 1977, es actualmente una casa de familia. En el lugar hay un pequeño sótano en el que habrían sido alojados detenidos clandestinos, según testimonios brindados en la causa penal.

El centro clandestino de la calle Bacacay habría funcionado con anterioridad o en simultáneo con «Orletti» y de su existencia se sabía por testimonios de sobrevivientes, aunque hasta el momento no se había podido precisar su ubicación exacta.

No se descarta que este sitio haya servido también para operaciones del llamado “Plan Cóndor”, no sólo por su vinculación con el CCD Automotores Orletti, sino porque el relato de una de las víctimas da cuenta de que allí fueron alojados detenidos uruguayos.

En la causa hay declaraciones de dos víctimas sobrevivientes, concretadas en forma remota durante el período de aislamiento social preventivo y obligatorio por el coronavirus. En ambas se describe el inmueble de manera coincidente.

Los compradores del inmueble en 1977 fueron localizados y declararon ante el juez que cuando ingresaron a la propiedad encontraron en el sótano unos zapatos de mujer sucios y de color rosa viejo y también zapatos de hombre, según refirieron fuentes judiciales.

Más y muy buena información acá.

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