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BALOTAJE PORTEÑO: ¿Son lo mismo Rodríguez Larreta y Losteau?

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Me asombra la pertinencia absoluta de esta nota de Boot. Una incursión por Facebook el domingo pasado por la noche terminó como el rosario de la aurora luego de que me topara con un montón de compañeros y amigos que en nombre de no sé qué pureza doctrinaria (o peor, ideológica) levantaban el estandarte principista del voto en blanco, a mi juicio, en este caso, una actitud infantil y narcisista que sólo sirve para aplacar la neurosis como correr una cuadras o procurarse un orgasmo. Harina de otro costal fueron los compañeros, como Rubén Levenberg, que estiman más peligroso fomentar la figura de Losteau que soportar a Rodríguez Larreta y se abstendrán por eso de atacar indirectamente la candidatura presidencial de Macri, lo que es digno de debate. El voto en blanco es un arma de protesta in extremis contra la proscripción, como el millón que hubo en 1958 por la de Perón… en contra de la orden del propio Perón de votar a Frondizi. ¿Pero ahora? A mi juicio sólo puede leerse como una protesta contra el horrible sentido común de la mayoría de los votantes porteños. Es decir, como en la canción de Spinetta, «contra todos los males de este mundo», que es lo mismo que contra ninguno. Aquel voto en blanco, insurreccional, se emparentaba con las huelgas de hambre como la que hicieron Tosco y Ongaro o, más aún, como la que acaudillaría el joven “provo” del IRA, Bobby Sands. Aquel voto en blanco estaba emparentado con los miles de «caños» que se pusieron a partir de entonces. El actual, emocional y epidérmico, sólo puede ligarse a un hapenning de Marta Minujin. ¡Bravo por Boot!

Se igual

A ningún rosarino se le ocurre postular que es lo mismo que el alcalde sea Lifschitz o Del Sel, en cambio entre los porteños del palo son legión los que sostienen que el pelado Rodriguez Larreta y el enrulado Losteau son lo mismo ¿viste?

 

BLANCO, Raúl. Cuando no era ni PepePOR TEODORO BOOT

Las generalizaciones no suelen contribuir a una mejor comprensión de ningún fenómeno, de la naturaleza que sea. Cuando se aplican a la política, además de resultar muy tranquilizadoras puesto que nos inhiben del análisis y la diferenciación, son entre nosotros –y no sin generalizar–, calificadas de trotskismos.

El pobre Trotski no tiene nada que ver, pero a quienes se dicen sus seguidores les encanta la simplificación, que encubren con una hojarasca de palabras que, como la de ciertos textos de psicoanálisis, provocan la sensación de formar parte de alguna traducción defectuosa. En difícil, el generalizador no hace más que citar al filósofo Minguito Tinguitella: “Se igual”.

Así, Hitler, Stalin, Roosevelt, Churchill y Mussolini fueron lo mismo: líderes de potencias imperialistas; de igual manera que Cristina, Scioli, Macri, Carrió, Massa y Agostino Rocca, Roberto Lavagna, Melconián, Lousteau y Kicillof, quedan igualados en que proponen un devenir argentino dentro del sistema capitalista. Hecho tan notorio que no requiere demostración. También Barack Obama, Malcolm X, Nelson Mandela, Idi Amin Dadá y Pelé no son otra cosa que negros y Messi, Ruggeri, Sanfilipo y Bobby Charton, futbolistas. En consecuencia, son lo mismo.

Cualquier debate con Marcelo Ramal podría llegar a conclusiones semejantes. Bien por él, que para algo se dice trotskista.

Pero está ocurriendo algo muy extraño últimamente: a tono con los eslóganes de campaña instalados por la Presidenta de la Nación y por Mariano Recalde con la razonable intención de que la lista de candidatos del FPV de la ciudad de Buenos Aires pudiera alcanzar el balotaje, a todo el mundo se le dio por afirmar –¡y hasta creer!– que Martín Lousteau es lo mismo que Horacio Rodríguez Larreta. “Se igual”, dictaminan hasta ayer sesudos y serios analistas.

La generalización, el argumento simplificador, pueden valer como eslóganes de campaña electoral y aun así, hasta cierto punto, pues ¿hasta dónde es posible generalizar, simplificar o tergiversar sin ser a su vez, en algún momento, víctima de esa manipulación?

Por lo que se ve, escucha y lee, parecería que los límites son muy próximos y resulta muy fácil trasgredirlos. Vale decir, irse para el lado de los tomates. Sin embargo, analistas, periodistas, comunicadores y políticos afines al FPV insisten: Lousteau es lo mismo que Larreta.

«Comparten el mismo proyecto de país», es el argumento de mayor peso. Es probable que sea así –aunque alguien debería explicar cómo quien comparte el mismo proyecto de país que Mauricio Macri pudo haberse desempeñado como ministro de Economía de un gobierno inspirado en un proyecto opuesto–, de la misma manera que Lavagna, Melconián y Aldo Ferrer quedan igualados por el hecho de que ninguno de ellos se propone acabar con el capitalismo. Y según se mire, este también es un argumento de peso.

Quedaría por ver, y por más que estemos hablando de la “cosmopolita” ciudad de Buenos Aires, cuál sería la íntima relación entre un proyecto de país y una administración municipal. Y aun de tratarse de algo de más importancia y densidad, como una provincia, es más que evidente que los alineamientos y problemáticas nacionales no se trasladan automáticamente a los ámbitos regionales o provinciales. Y viceversa. Para citar a otro filósofo: Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Hasta aquí estamos en el campo de la especulación, pero descuidada, insensiblemente, se ha ido derrapando hacia el campo de la falsedad: “Lousteau y Rodríguez Larreta adhieren a la candidatura de Macri”.

Eso no es verdad, lisa y llanamente. Independientemente de por qué candidato presidencial se incline Lousteau en forma individual, la alianza Eco está integrada por radicales nosiglistas y cívicos libertadores , que adhieren a la candidatura de Mauricio Macri, pero también por socialistas, radicales del GEN y lo poco que queda del Partido Socialista Auténtico, que apoyan a Margarita Stolbizer.

¿Qué tienen en común unos y otros? Fuera de que todos son mamíferos y argentinos, lo que tienen en común es que son opositores al FPV.

¿Qué clase de disparatado razonamiento es ese que me dice que todos los que no son yo, o están en mi contra, son iguales entre sí?

Para el vecino porteño –si acaso el vecino porteño pensara como vecino porteño y no como habitante de un planeta aparte–, en su papel de víctima de sus gobiernos municipales, tampoco resultan lo mismo el estilo de gobierno arrogante, menefreguista y hitleriano del PRO que las vacilaciones y contradicciones de radicales y socialistas, pero, fundamentalmente, el resultado de una compulsa entre el PRO y ECO no es indistinto para, por ejemplo, Rodríguez Larreta. Ni menos, muchísimo menos, para Mauricio Macri: en el muy improbable caso de que Losteau se impusiera en el balotaje, las chances presidenciales de Mauricio Macri quedarían seriamente dañadas. Razón de más para comprender hasta qué punto ambos candidatos no son lo mismo, más allá de lo que diga o haya dicho la señora presidenta en el transcurso de la campaña electoral de Mariano Recalde.

Se ve, además, que la señora presidenta no vive, transita y paga impuestos en la cada vez más invivible ciudad de Buenos Aires.

Ningún dirigente del FPV ni analista, comentarista o periodista, ha dicho jamás que Miguel Lifschitz, candidato de una alianza muy similar a Eco, fuera lo mismo que Miguel Del Sel. Tal vez por no caer en esa clase de simplificadoras generalizaciones, el FPV recupere gradualmente su caudal electoral en Santa Fe y, al mismo tiempo, no deje de caer en la ciudad de Buenos Aires.

Los dirigentes políticos santafesinos tratan de pensar en Santa Fe. Por esa tendencia a la generalización y más de doscientos años de centralismo, dirigentes pólíticos, periodistas y comentaristas porteños devienen en “nacionales”, olvidando la realidad concreta y específica en que les toca actuar.

Es que “se igual”.


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4 comentarios

  1. Coincido mil por mil.- Minga con que la elección de la CABA ya está decidida.- Los muchachos del «Circulo Rojo» la tienen mucho más clara y por eso presionan a Lousteau para que renuncie a la 2ª vuelta.- Saben que tienen riesgos ciertos de que Rodríguez L. pierda el 19/7.- Claro que eso depende de los votantes del FPV.- Si nosotros pensamos que «se igual» entre el PRO y Lousteau y votamos en blanco o tiramos a la basura el voto con algún otro mecanismo, seguro que gana Rodríguez ny Macri festeja.- Pero si al 25,5 de Lousteau le sumamos el 21,85% del FPV hay buenas chances de que el PRO pierda.- Ello sin contar lo que pueda votar el 10% de la izquierda.- Hay que pensar un poco más.-
    Saludos.-

  2. creo q no son lo mismo macri y lusto. se vota intendente, no otra cosa. dicho no ideologicamente, sino en la practica.
    macri goberno para recoleta belgrano nuñez y barrio norte. nada mas el y los funcionarios viven ahi o en cantris de la provincia. no solo el sur de capital, todo el oeste esta totalmente abandonado, de flores a liniers, mucha de esta gente lo apoyo a macri, ya q no son kircneristas . pero estan cansados de q no se haga nada en sus barrios. y todas las obras pro se hagan en la zona norte.es muy visible la diferencia. entonces los vecinos ciudadanos del oeste y sur de capital no merecen mas al pro. ya saben q el subte no se extendera, q la poli metro no llegara etc….quiza lusto a nivel nacional apoye a mauri, pero a nivel local esperemos q se gana gobierne mejor y distribuyendo obras no solo a su norte

  3. No me podía fallar don Salinas. Entré a ver que había sobre el tema y acerté. Gracias.

    Por opinar más o menos lo mismo tu amigo Oscar Cuervo, en su conocido blog, me trató, sucesivamente de: falaz, desesperado, confundido, manipulador, mentiroso, malabarista aritmético, chapucero, pelotudo, inútil, despreciativo, inescrupuloso, operador de la confusión, abyecto y… tibio por “votar a Lousteau con temple revolucionario” (sic).
    http://tallerlaotra.blogspot.com.ar/2015/07/kambiemos-nace-el-ala-k-del-macrismo.html

    Aclaro que no voto en la CABA sino en Mendoza. Ya tuve mi karma. La verdad es que no sé por qué razón los militantes del votoblanquismo porteño están tan, pero tan desencajados y agresivos.

    El amigo Boot comenzó a poner un poco de cordura ante tanta crispación (que parece muy minoritaria). El votoblanquismo va a quedar limitado a los chicos troskos y pocos K. No me privaría de ver a Macri teniendo que felicitar a rulitos. Pero bueno, varios kumpas piensan que es lo mismo. Que le vachaché. Tendremos que bancarnos otra festichola de globitos y bailecito.

    Y a pocos días de las PASO nacionales.

    1. Entré a La Otra y vi el rosario, la andanada de denuestos de Oscar y huí despavorido. Estoy tan perplejo como vos. Hace un año, Oscar no insultaba a nadie. Pero enloqueció con Randazzo y ahora está a la vanguardia de los vociferantes. Todo esto me reafirma en mi decisión de no entrar en debates en las redes, particularmente en FB. De ingresar a hurtadillas, en puntas de pie y huir en lo posible de los adjetivos…porque es muy difíil sustraerse de la tentación, habida cuenta del nivel de pelea de feria de la mayoría de las discusiones, de no dejar caer un «pelotudo» por aqui y por allá. Y ¿para qué? Abrazos.

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